Todos tenemos una historia que no nos gusta contar, cosas que nos dan vergüenza o que pensamos que a nadie le importa. Guardar esos sentimientos negativos termina pudriéndonos por dentro y poco a poco nos corromperá lentamente.
A una joven en específico no le gusta hablar mucho de su precaria situación, prefiere sobrellevarlo todo con una actitud positiva y relajada ante los demás.
Ella no habla de su situación no porque no quiera, es que simplemente nadie se lo pregunta y le da vergüenza.
Y es precisamente esa joven la que ahora se levanta con su cabello hecho un auténtico desastre.
—Otro día existiendo —la joven Uraraka da un bostezo y se levanta de su cama aun adormilada.
Lo mejor que puede hacer una persona recién despierta es entrar al baño y prepararse para ir a su destino, eso mismo fue lo que hizo la joven estudiante y luego de algunos minutos salió completamente arreglada para ir a clases.
—Uniforme, mochila... Desayuno... —eso último lo susurro con decepción, pues sabía muy bien que a veces no tenía ni siquiera para desayunar.
La joven caminó con su mochila en manos y la dejó en un pequeño sillón algo desgastado para dirigirse a su cocina con la esperanza de encontrar al menos algo en buen estado.
—Veamos... —la castaña abrió su refrigerador con nervios, solo para encontrar nada para desayunar, pues todo lo que había era para la comida de la tarde y para cenar con sus padres —... Bueno, pensé que al menos podría variar el desayuno en esta ocasión.
La joven suspiró derrotada y se sentó en el sillón sosteniendo un poco su estómago, que rogaba por alimento.
—Quizás pueda pedir prestado a alguien en la clase... —negó rápidamente con molestia —... No, luego no le podré pagar y no quiero dañar la confianza de nadie —en eso en su cara se pone una gran sonrisa —¡Ya sé que me puede ayudar! —Ochako toma el control de su televisión y la prende.
Esa televisión analógica había sido su confiable amiga desde que tenía memoria, una de sus pocas pertenencias de las que estaba orgullosa.
—En otras noticias, han estado sucediendo distintos asesinatos de héroes profesionales en la ciudad de Hosu, se les pide de la manera más atenta que no salgan de noche, si alguien es capaz de asesinar a los héroes de esa forma entonces cualquier persona est-
Antes de que Ochako pudiera continuar escuchando las noticias la televisión se apagó de la nada.
—Otra vez... —suspiro un poco, la castaña se levantó y comenzó a dar golpes de manera leve en la parte superior de la televisión para ver si volvía a encender, pero su televisión no encendió de nuevo —... Al menos lo intenté...
Su teléfono rosa sonó y ella lo tomó para ver de qué se trataba, su madre le había mandado un mensaje.
"Cariño, tu padre y yo llegaremos un poco tarde a casa, tenemos que arreglar algunos asuntos personales, te dejamos unos mochis para la cena"
Ochako suspiro y le respondió de vuelta, "Si, mamá, no te preocupes, lo entiendo", la joven envió su mensaje y guardó su teléfono de tapa en su mochila.
—Bien, creo que se me está haciendo tarde —la castaña tomó su mochila y salió de su casa, no sin antes observar la puerta de su apartamento —. ¿Cuándo me dejarán en paz...?
La joven miraba enojada una pequeña hoja pegada en su puerta, la hoja decía "Solo necesitas 3000 yenes y podrás tener un buen servicio", ella la arrancó de la puerta y comenzó a romperla de forma violenta, descargando toda su frustración e ira.
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Sin mas opción
Fanfiction¿Vale la pena defender esta sociedad? Si me hubieras preguntado en el pasado sin dudas te diría que sí, pero ahora todo cambio. Esa misma sociedad que buscaba defender me dio la espalda, me dijeron múltiples veces que no podía ser un héroe, me compa...