Un nuevo día llegó para la ciudad de Musutafu, Japón, era un día domingo así que todos podían relajarse otra vez antes de sentir el implacable puño del trabajo y la escuela.
Y es precisamente el momento en que tres jóvenes sentados alrededor de una mesa comenzaron a hablar de sus vidas, más precisamente, que los llevó a convertirse en villanos...
—Bueno, vamos a contarlo una vez más...
—¡Ni hablar! —Monoma miraba enojado al peliverde, este se encogió nervioso —¡No te atrevas a hacer esa referencia!
—¡Pero queda bien! —replicó Izuku.
—Esto... ¿Chicos? —Ochako miraba todo con una pequeña gota de sudor en su cabeza.
—¿Por qué no dejas que Uraraka y yo contemos nuestra historia primero? Digo, para variar un poco —se cruzó de brazos.
—Suena bien, ¿Pero cómo decidirán quién contará la historia primero?
—Que Monoma cuente la suya primero, yo no tengo problema.
—Normalmente aceptaría algo como eso... —el rubio sonrió con confianza —... Pero quiero humillar a Uraraka por ser de la clase A, así que prepárate...
—¿Pelearán con sus dones? —Izuku miraba sorprendido al rubio.
—¿Qué? No —Neito miraba con confusión al pecoso —, solo haremos un pequeño juego amistoso, nada del otro mundo.
—¿Qué clase de juego?
—Piedra, papel y tijera —determinó Monoma.
—Bueno, pero no quiero verte llorar cuando pierdas —Ochako se levanta y se pone en posición con Monoma.
—¡Seré el juez! —Izuku se pone en medio de ambos —Quiero un duelo justo, no quiero que cambien al final sus elecciones y será de una sola ronda este juego, ¿Entendido?
Ambos competidores asienten mirándose con determinación, si ponías atención podías ver chispas en sus miradas.
—¡Piedra! —Monoma miraba de forma maníaca a la castaña.
—¡Papel! —Uraraka tenía la misma cara que su compañero.
—¡Tijera! —ambos comentaron al unísono y dejaron ver la elección de cada uno.
—¡La ganadora es Uraraka! —Izuku sentenció.
Uraraka había elegido papel mientras que Monoma eligió piedra.
—¡La victoria es para mí! —una pequeña sonrisa burlona se puso en su cara.
—¡No es justo! El mejor de tres, ¿Sí?
Izuku negó mirando al rubio —Acepte su derrota —sonrió un poco y miró a la castaña —. Adelante, Uraraka.
—Ejem, bueno... —Ochako se rascó la mejilla con nervios.
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Mi nombre es Ochako Uraraka, tengo 15 años, mi familia estaba conformada por tres personas, mi padre, mi madre y yo, desde que tengo memoria la falta de dinero siempre fue un problema para mí, pero todo lo malo que me pasaba intentaba ignorarlo con una sonrisa, pues no me quedaba de otra...
Tuve una infancia relativamente normal, nadie me molestaba mucho y si lo hacían solo eran tontas peleas de niños, pero todo se fue al demonio en la secundaria...
Creí que los amigos que tenía eran sinceros y jamás me juzgarían por absolutamente nada, que me apoyarían de forma incondicional, pues al final de eso se trataba la amistad, apoyo mutuo.
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Sin mas opción
Fanfiction¿Vale la pena defender esta sociedad? Si me hubieras preguntado en el pasado sin dudas te diría que sí, pero ahora todo cambio. Esa misma sociedad que buscaba defender me dio la espalda, me dijeron múltiples veces que no podía ser un héroe, me compa...