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Al día siguiente.
— ¡Revisa que nadie venga.!— Grite hacia mi mejor amigo.
Y ahí estaba yo tratando de meter la chocolatina con un pequeño papelito pegada en ella al casillero de Tamaki, la ranura era pequeña y estaba tratando de que esta entrara rápido.
Por otro lado Shoto estaba en el pasillo viendo que nadie viniera.
Cuando la chocolatina resbalo hacia adentro solte un pequeño grito de felicidad, mientras salia corriendo hacia donde Shoto tomando su mano en el proceso para sacarlo corriendo del lugar.
— ¡Fue un éxito.!— Solté abrazándolo, escuche una risita por parte de el recibiendo el abrazo.
Justo cuando ambos giramos pude ver como Nathalie estaba acorralando contra una pared a Tamaki.
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El por su lado se veía relajado aunque sus manos no tocaban la cintura de la rubia.
Shoto me vio con rapidez tratando de hacer algo.
Yo por mi lado solo me sentí miserable podía sentir como toda el aura oscura se alojaba en mi cuerpo y alma.
Pero ese era mi precio por intentar conquistarlo, antes de intentar hablar con el sabia que Nathalie vivia pegada a el y el no hacia nada para alejarla.
— ¡¡Maldito bastardo mitad mitad.!! ¡¡Demonio chupa sangre.!!.— Al grito de Bakugo tanto Nathalie como Tamaki voltearon a vernos.
— ¿Que paso bakugo?.— Hablo Shoto con tranquilidad.
Antes de girarme hacia Bakugo pude ver como Tamaki agachaba su cabeza al verme.
— ¡Tu imbécil padre te necesita.!— Shoto hizo una mueca yéndose del lugar.
Por otro lado yo me quede junto a Bakugo en la mitad del pasillo.
— Y a ti Kirishima quiere hablarte de algo importante.— Asentí caminando junto a el.
Ahora como saco una chocolatina de un casillero...
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