¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Puedo dormir contigo hoy?.— Después de que Mirio se fue, llame a Shoto para que habláramos.
— Si ¿Puedo abrazarte toda la noche?.— El me sonrió Abrazandome, le había contado todo lo que Mirio me había dicho antes.
Y prometió no dejarme sola y que hablaría con Kacchan sobre ese tema.
— Claro que si, me serviría algo de afecto...no a sido fácil con el viejo.— El llamado de hace días por parte de Endeavor habian sido unas vacaciones familiares.
Cortas, pero familiares.
Aunque su padre estuviera cambiando para Natsuo y Shoto era difícil olvidar los malos tratos por parte del mayor.
— Solo deja fluir las cosas, no quiero verte de mal humor.— Ambos nos sentamos en mi cama viendo por la gran ventana.— Ya has sufrido bastante, quiero que también seas feliz.— Ahora le sonrei abrazándolo, el acepto mi abrazo soltando un suspiro de frustración.
— Tampoco a ti, ya vi como te pones cuando la rubia esta cerca de Tamaki.— Hice una mueca recordando la horrible escena de la vez pasada.
— Ya no hablemos mas de males...¿Quieres algo de comer?, tengo algo de soba en el congelador.— Ambos nos separamos y levantamos de la cama acercándonos a el pequeño refrigerador.
Cuando lo abrió todo estaba perfectamente ordenado, en la parte de arriba las veinte bolsitas de sangre una tras otra, en la parte del medio los cupcakes para Tamaki y en la parte de abajo comida humana.
El saco el soba de la parte de abajo y yo una de las bolsitas junto con tokoyakis congelados.
— ¿Te lo caliento?.— Asentí pasándole los tokoyakis.
Ambos comimos mientras mirábamos crepúsculo exactamente la ultima película, reíamos y hablábamos sobre cosas de la película.
Ambos habíamos olvidado nuestros males gracias a la compañía del otro.
— ¡No! El lobito.— Hable viendo como Jane mataba al lobo marroncito.— ¡Me gustaba.! ¡Mi husbando.!— Escuchaba la risa de mi mejor amigo casi ahogandose.— ¡Nooo mi otro husbando se va a morir ahogado, piedad.!— Ahora empezo a toser asustandome.
Di pequeños golpesitos en su espalda para que dejara de atragantarse.
Cuando ya estuvo bien quito pequeñas lagrimitas de sus ojos gracias a casi morirse por reírse y a la situación anterior.
— Gracias Akira-san.— Lo mire haciendo que el me sonriera, quito los platos de comida y me hizo acostarme con el.— Por entretenerme y hacerme reír cuando estoy mal.— Me gire para quedar frente a el, pude ver como pequeñas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
— No me agradezcas, eres mi mejor amigo...Te ganaste mi cariño, además tuviste la confianza de contarme tu pasado, me ayudas también siendo feliz y ayudándome casi en todo.— Pase mis dedos por sus mejillas quitando las lágrimas haciendo que llorara con mas fuerza apegándose a mi.