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Capítulo 17: "Me odio"

"Pero no olvides que estar en la punta de la montaña rusa significa que la caída más fuerte está por venir"

[...] yo fui la primera en separarse de aquel beso, él me dirigió una mirada tierna y protectora, es como si por un segundo hubiera visto su alma dentro de sus ojos, y sí, me gustaba lo que veía. Hepburn era un chico excelente.

No podría decir con exactitud cuánto tiempo pasó desde que llegué a sentarme junto él hasta ahora, pero sí sé que fue una de las pláticas más largas de toda mi vida. Los temas de conversación salían solos; jamás me había sentido tan en confianza, salvo con mi hermana. Estábamos tan concentrados en lo que decía el otro que casi ni percibíamos el ruido de la gente, a pesar de que las bocinas retumbaban hasta nuestros tímpanos.

Poco tiempo después Hep recibió una llamada y salió unos minutos para atender porque en el ahí no escucharía nada. Cuando finalmente regresó me dijo:

- Ash, ¿Quieres que te lleve a casa?

- No hay problema Hep, vengo acompañada y me llevarán un poco más tarde- le dije restándole importancia

- Oh, ¿con quién vienes?- dijo tratando de sonar curioso pero logrando un tono un tanto celoso. Reí de forma risueña

- Con Andrew. Pero él está con sus amigos bailando- expliqué. Su rostro no se tranquilizó para nada, podía percibir su incomodidad.- Hep, él es solo un buen amigo- sonreí y él se dio cuenta de que con la expresión que llevaba en ese momento no ayudaba mucho. Relajó la mandíbula y estilizó el ceño.

- Claro- se talló ambos ojos con una mano como si fuese un empresario que lleva horas frente al computador- lo siento... yo, ya me tengo que ir. Mi hermano me habló diciendo que mi papá había preguntado por mí; no lo puedo hacer esperar- miré en su cara algo mezclado entre cansancio y pesar.

- Sin cuidado. Yo me quedaré aquí un rato más, no creo que Andrew se demore tanto- le aseguré.

- Bueno... adiós- él se mostró un poco nervioso y quizá yo me encontraba de esa forma se poder haber visto mi cara en ese momento quizá me reiría. Él me tomó del brazo para que me apoye de este al pararme del sillón y tan solo puso un poco de fuerza para lograr que me incorpore. Al estar de pie, nos encontramos a unos escasos milímetros que él cerró en un dos por tres. Nuestro beso de despedida fue incluso mejor que el primero.

El me miró unos segundos, me besó la frente y se retiró esquivando a la gente del local.

Yo permanecí en ese lugar por unos minutos y cuando me propuse a ir a buscar a Andrew lo encontré con la vista al momento que giré la cabeza hacia la multitud.

Se encontraba en el escenario bailando, era el único ahí por lo que lo hacía parecer un completo idiota. Cada vez que él se movía al compás de música una cantidad impresionante de chicas gritaba haciendo retumbar la pista.

Yo me encontraba muerta en risa desde mi sitio. Estaba alejada de los demás y veía todo desde ese punto.

Andrew alzó la mirada y me vio, intercambiamos miradas unos segundos y poco después se agachó para dirigirles unas palabras a unos chicos que estaban a sus pies abajo del escenario. Se trataba de los amigos que me presentó hace unas horas.

Los chicos pasearon la mirada por club en dirección mía en consecuencia de lo que les comentó Andrew. Todos me veían y asentían al mismo tiempo. Andrew continuaba hablando como si les estuviera dando instrucciones.

Cuando Andrew se incorporó de nueva cuenta y continuó con su serie de pasos estrafalarios que volvían histéricas a las chicas.

El grupo de amigos de Andrew se dirigió hacia a mí y no me perdía de vista dentro del círculo de personas. Yo me paralicé por un momento, no sabía si quedarme ahí o simplemente irme corriendo para evitar que lleguen hasta mí.