Capítulo 22: "Déjate querer"

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- Ashley, te buscan en la oficina del director- me dijo Blanda con cara de pocos amigos. Desde que entré a trabajar a la editorial no recibí lo que se puede llamar un "buen trato" de su parte. Puede que sean celos, aunque no la culpo, ella lleva trabajando en esta empresa varios años y yo llego de la nada, para ocupar un cargo más alto, en su lugar me sentiría igual.

- Toma asiento- me pidió el señor Müller, no sé si lo que me diría era algo bueno o algo malo, no es una persona muy predecible- Primero que nada debo decirte que no puedo estar más satisfecho con tu trabajo- sentí una paz y alivio interior- tu columna en la revista es de las más leídas por el público, de hecho el porcentaje de ventas aumentó y ni qué decir de las redes sociales, tenemos lectores en todas partes- finalizó con una gran sonrisa.

- Tenga por seguro que esto se va a mantener así, yo de verdad amo este trabajo- Me sinceré, él me sonrió.

- Sigue como hasta ahora, este mes fue de logros intensos, tengo fuertes expectativas en ti- me miró ausentemente, como padre que mira a sus hijos.

- Tómate el resto del día- me pidió

- Gracias señor Müller, tenga un buen día- salí de la oficina con la cabeza en alto, estaba orgullosa de mi misma.

Al llegar a casa todo estaba en silencio, lo cual se me hizo un poco raro porque normalmente Nathalie está haciendo algo en las mañanas por su horario vespertino del trabajo. Revisé todo el departamento y nada, no había nadie. Decidí tomar una ducha para dar tiempo para recibir noticias de Nath.

Al estar en el tocador escuché que alguien entró al departamento, era Nathalie pero había otras dos voces que no pude identificar aunque sé que se trataba de hombres. Me vestí rápidamente y bajé las escaleras para toparme con una Nathalie muerta a carcajadas con... ¿Tanner?

- ¡Tanner!- grité y fui corriendo a abrazarlo. Todo este tiempo me mantuve en contacto con él por medio de cartas y correos ¿Quién diría que una de las personas que más detestaba se convertiría en una pieza mtan importante en mi vida?- ¿Cómo es que viniste?- le dije mientras me separaba de él para esperar su respuesta

- En realidad... no fue mi idea- titubeó

- ¿Qué? ¿De quién?- le pregunté confundida

- De él- me contestó señalando a un chico que salía en la puerta de la cocina. Hepburn.

- Eh, yo mejor voy a ver qué vamos a cenar- dijo Nathalie en un intento por sonar casual

- Yo te acompaño- le dijo Tanner igualmente.

Ambos se fueron dejándonos a Hepburn y a mí completamente solos. Era una situación bastante incómoda a pesar de que nos despedimos bien, los dos estábamos conscientes de que no era lo mismo.

- Así que... trabajas en una editorial- me dijo para romper el hielo de alguna forma- tu hermana me contó mientras te esperábamos.

- Sí, así es. Es increíble trabajar ahí, me gusta mucho- le dije con cierta timidez en mi voz.

- Me alegro, me contestó y sonrió

- Y... ¿Por cuánto tiempo te quedarás aquí?

- Esa es otra sorpresa- pausó- ¿Recuerdas la convocatoria de intercambio en la escuela?- me dijo con un aire de picardía

- Sí

- Adivina quién lo ganó- me sonrió

- Me... ¿me estás diciendo que vivirás acá hasta que termines la universidad?

- Le pregunté atónita

- Exacto- rió. Lancé un peque{o grito y en un impulso me tiré a sus brazos pero al darme cuenta de lo atrevido que fue eso me separé- lo siento, me dejé llevar- le dije sonrojada

- No es nada Ashley, al contrario, ya necesitaba un abrazo así- me contestó tierno

- Hep ¿por qué me tratas tan bien? Digo, con todo lo que te he hecho pasar no es para menos que me odies.

- Ese es el problema Ashley, uno no puede amar y odiar a alguien al mismo tiempo, es por eso que contigo solo aplico la segunda- suspiró- Te amo Ashley- me dijo mirándome a los ojos. Al principio mi corazón latió tan rápido del susto que pensé que me caería,

- Hep... yo no quiero hacerte daño. Tu sabes que aún siento algo por Andrew y aunque nunca lo veo...

- Shhh...- me silenció tranquilamente- yo no te obligaré a que me quieras porque estoy más que consciente de que el cariño se gana. Solo dame la oportunidad de ganarme el tuyo, por favor- finalizó con una cara de cachorro triste

- De acuerdo- Le dije en voz casi inaudible y quizás sonando muy poco convencida, pero al ver cómo se le iluminaron los ojos supe que darle una oportunidad no sería nada malo.

Nath y Tanner llegaron minutos después con la cena, la noche estuvo llena de risas, pláticas muy animadas, fue genial volver a compartir con ellos después de un largo tiempo.

"Date la oportunidad de ser querido y quiere a los que te den la oportunidad de hacerlo"


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