Capitulo 20: "Adiós"

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Barcelona. Ciudad y municipio de España

Extensión: 15 685,06 km2

Población: 1,602,386

Ubicación: Orillas del mar Mediterráneo y a miles de kilómetros de casa.

Ya pasó una semana desde que mamá despertó, platiqué con ella. Su voz aún sonaba débil pero conservaba un toque de dulzura. Apenas tuve la oportunidad fui corriendo a sus brazos y llore cual niño pequeño. Vaya que la extrañé.

- Señorita, ya es muy tarde, su madre tiene que dormir- me dijo la enfermera encargada de cuidar a mi mamá utilizando un tono de voz un tanto fingido de amabilidad. Volteé la cabeza hacia mamá y sonreí; no la quería dejar sola pero sabía que tenía que guardar reposo. Me levante de la silla que minutos antes había colocado a un costado de su camilla, me despedí de ella y salí de la recámara. Nathalie me esperaba fuera.

- ¿Cómo está?- me preguntó de lleno apenas me vio

- Pues se encuentra mucho más animada, su semblante ha cambiado notablemente- le comenté pacíficamente

- ¿Ya sabe lo del viaje?

- Aún no- le contesté en voz baja

- Hoy fui a tu colegio para darte de baja, la semana que viene será tu última semana ahí. También compré los boletos de avión y conseguí averiguar sobre unos departamentos bastante económicos- respiró hondo después de haber hablado tan de golpe.

- Nath, tómate un respiro. Toda la semana has estado de aquí para allá- le dije intentando relajarla mientras le tocaba el hombro.

- Lo sé pero, Ashley no podemos seguir perdiendo el tiempo, se trata de la salud de mamá dijo en un intento de justificarse pero sonando bastante tensa

- Y a todo esto ¿Cuándo nos iríamos?

- Puede que dentro de quince días, todo depende de las posibilidades que hayas de trasladar a mamá- Dejé de escuchar y prestar atención apenas dijo "quince días", en dos semanas abandonaremos este lugar, su gente, comenzaremos desde cero. Pero antes tengo dos asuntos pendientes.

Segunda hora del colegio. Definitivamente la química no es lo mío. Y si por alguna razón en la vida has experimentado la incomodidad no creo que se compare con la que siento en estos instantes en un salón con dos chicos que te quieren pero al mismo tiempo te detestan. Andrew se ubicaba en la silla diagonal la mía, estaba lo suficientemente cerca como para que le pueda copiar las respuestas del examen. Mientras que Hepburn estaba a dos lugares por delante.

No puedo decir con certeza cómo es la nomenclatura de los alcoholes o los óxidos porque si soy honesta no le presté ni la mínima atención al hombre canoso de lentes y piernas chuecas que se hacía llamar mi maestro.

Sonó el timbre.

Un alivio.

Sé que será difícil hacer las pases con Hep y Andrew porque lo más probable es que ninguno de ellos me quiere dirigir la palabra. Creo que por ahora me concentraré en Hepburn, él fue el más afectado en toda esta situación.

A la hora de receso (o la gran mayoría) de los alumnos se dirigieron a la cafetería, yo buscaba a Hepburn con la mirada pero no daba con él. Normalmente se sienta en la mesa de "lod deportistas populares", pero desde hace días que su silla ahí queda vacía.

Salí a las canchas de fútbol con la esperanza de encontrarlo fuera, pero lo único con lo que me topé fue a Andrew desayunando en las mesas de exterior con varios chicos a su alrededor; él reía a carcajadas seguramente por un comentario que habrán hecho ahí; pero al momento en el que su mirada se posó en mi dirección, su sonrisa de desvaneció por completo y me miró por varios segundos. Las ganas de ir en ese momento a explicarle que todo esto había sido in malentendido eran inmensas, pero primero lo primero. Hablar con Hepburn Me di vuelta con la intención de salir de ahí lo más pronto posible, sin embargo al girar, el peso de mi mochila me ganó y choqué con alguien.

- Disc...- no pude terminar la frase ya que fue interrumpida por la persona.

- No pasa nada- me contestó. Era Hepburn.

- ¡Hep! Te estuve buscando toda la mañana, da verdad tenemos que hablar, es urgente- mi voz tenía cierto toque de súplica e inocencia.

- Ashley, no estoy de buenas, por favor dejemos las cosas como están. Se acomodó la mochila en el hombro y se fue dejándome con la palabra en la boca.

"El universo es infinito; en él habitan seres extraordinarios de distintas especies, tamaños y formas. Cuando eres una persona de bien, el universo conspira para que alcances tus sueños. Pero de lo contrario, el karma se encarga del resto"

Faltan dos días para que me vaya definitivamente a Barcelona y el asunto con Hepburn y Andrew sigue igual, por más que he intentado hablarles para decirles cuanto lo siento ambos me evaden sin más.

Viernes y toca la campana para finalizar el último módulo, eso se llama relajación.

Hepburn se encontraba recargado de espaldas sobre su casillero jugueteando hábilmente su celular. Es ahora o nunca. Me dirigí hacia él con la frente en alto.

- Tenemos que hablar- le dije desde el segundo en el que llegué a su lado. Estoy segura de que mi voz sonó demandante pero no le tomé importancia.

- Bien, ¿de qué quieres hablar?- me cuestionó indiferente y con una mirada inexpresiva.

- Por favor, no finjas que me evitaste todo este tiempo- le pedí de cierto modo un poco más tranquila- Hepburn, debo decirte algo muy importante. Puedo entender que en estos momentos de detestes pero necesito dejar las cosas en paz y despedirme.

- ¿Despedirte?- su semblante cambió pero así fue como supe que de verdad me estaba prestando atención.- ¿A dónde te vas?- arrastró las palabras

- A Barcelona- hice una pausa para ordenar las palabras en mi cabeza- Como ya sabes mi mamá está enferma y el tratamiento que puede curarla es disponible en una clínica de ahí. Es por eso que debó irme.- concluí con una voz un poco apagada. Él se mantuvo en silencio varios segundos.

Me abrazó.

Fue un abrazo cálido y lleno de emociones, vaya que necesitaba uno así. Sentí lágrimas recorrer mis mejillas y escuché su entrecortada respiración en mi oído.

- Te deseo lo mejor, Ashley- me dijo aún entre sollozos y se marchó de prisa como para evitar que lo vean en ese estado.

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¡Hola! ¿Cómo están? Yo estoy mucho mejor ahora.

Gracias por leer. No olviden comentar, votar si les gustó. Los quiero mucho.

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