- ... y luego me dijo que ella se podía ir sola de tan enojada que estaba y se fue corriendo con un tacón roto y con la ropa embarrada de excremento de perro- dijo Hupburn casi sin poder hablar, estaba tan rojo como un tomate y las lágrimas de risa no tardaron en salir.
¡Dios! ¡Yo no podía reír ni un poco más! ¡Estaba a punto de orinarme! Estos chicos son las personas más graciosas que he conocido en toda mi vida ¿Cómo pueden estas increíbles personas ser amigos del cretino de Tanner?
- Lo mejor fue que cuando volteó y notó que todos se reían de ella se enojó tanto que corrió y terminó cayéndose a media calle- concluyó entre risas Robitaille
- Solo de imaginármelo me muero, no creo haber podido soportar verlo- les comenté con la mano en el estómago que ya me dolía de tanto carcajearme
Tanner llevaba varios minutos en el mismo lugar, viéndonos fijamente, más serio que nunca. Desde el momento en el que los chicos se acercaron a mí para sacarme plática, él se mostró muy molesto e incómodo.
- Emm... chicos fue un gusto conocerlos, pero ya tengo que irme- les dije a los dos muchachos seguido de una leve sonrisa
- Qué pena que tengas que irte, espero que esto se repita pronto. Tanner no nos contó que tendría a una belleza hospedada en su casa- me dijo Robitaille, lo cual me hizo sonrojarme un poco
- Basta, la vas a espantar- lo empujó Hepburn y se despidió de mi con un beso en la mejilla- De todos modos nosotros igual ya nos íbamos- miró a su amigo y le hizo una seña para que lo siguiera a la salida
- Adiós Ash- me dijo Rob y se dio un beso
- Adiós- les sonreí
Ellos salieron antes que yo y justo cuando estaba por irme Tanner me habló.
*Hace unas horas
- ¿Quién es ella?- le dijo un chico pelirrojo a Tanner, mientras me veía
- No nos dijiste que tenías visitas- le dijo el otro que los acompañaba y me sonrió- Hola- me dijo amablemente
- Hola, mucho gusto- le contesté. Yo ya había dejado de caminar hacia mi habitación, estaba a medio pasillo contemplando a los tres chicos más guapos que podría conocer. Uno de ellos se acercó a mí, era muy alto, no tanto como Tanner pero tan solo le llevaba unos centímetros, era tan elegante como él. A decir verdad ambos iban muy bien vestidos y no hay nada más sexy en un chico que se sepa vestir bien.
- ¿Cómo te llamas?- me preguntó clavándome sus hermosos ojos verdes y sonriéndome dejando ver un hoyuelo en su comisura derecha.
- Ashley, pero puedes llamarme Ash- le contesté devolviéndole la sonrisa
- Qué bonito nombre. Bueno, yo estoy acostumbrado a que todos me llamen por mi apellido, Robitaille, pero mis amigos me dicen Rob- me comentó
- Pues yo también me acostumbraría si tuviera un apellido tan lindo... es muy elegante- señalé
- Gracias, Ash- me dijo ¿Cómo es posible que mi nombre suene tan bien cuando él lo dice? Definitivamente me iba a desmayar.
- Bueno, yo no me he presentado. Al igual que a él, llámame por mi apellido, soy Hepburn- indicó acercándose a nosotros y tengo que decir que conforme iba caminando hacia mí podía notar lo hermoso que era ¿De dónde coño vienen esos hombres? Él tenía una estatura promedio entre Tanner y Robitaille, unas pestañas enormes que tal vez eran un desperdicio en un chico y unos ojos que mataban a cualquiera que ose verlos, su nariz era envidiablemente perfecta y sus labios eran de un color rosa que hacía que su piel se vea aún más blanca en comparación. Sólo... ¡Wow!
- Ho...hola- tartamudeé ¡No puedo ser más obvia!
- Y bien ¿Cómo es que estás aquí?- me preguntó
- Ella es mi nueva "asesora". Como si mi papá no fuera lo suficientemente sobreprotector, me quiso contratar una niñera- le respondió la voz de Tanner a sus espaldas, al mismo tiempo que se nos unía. Bueno, su comentario dolió un poco para ser honesta, pero prefiero ignorarlo.
- ¿Asesora? O sea ¿de la escuela?- frunció el ceño Rob
- Sí- le contesté
- ¿Habría algún problema con que yo venga a esas clases?- se interesó Hepburn
- Sí, a mi igual me gustaría- dijo Robitaille
- ¿De cuándo acá a ustedes les importa sacar buenas notas?- les reprochó Tanner
- Desde que las profesoras son así de lindas- susurró Hepburn para sí mismo pero aun así pude percibir lo que dijo e hizo que me sonroje un poco
- Bueno, yo digo que es una buena idea. Creo que te hará bien el tener compañía en las asesorías- le comenté a Tanner y el rotó los ojos
- Como quieran, solo avísenle a mi papá- les contestó disgustado y al mismo tiempo molesto. Claramente él no está de acuerdo con que su papá me haya pedido el favor de ayudarlo
Los chicos se fueron y al cabo de unos minutos volvieron con una expresión satisfecha.
- Tu papá nos dijo sí. A partir de mañana vendremos en la tarde para tomar las clases con nuestra nueva maestra- dijo Rob sonriendo
- Me alegro- les dije a ambos
- ¿No tienen hambre? Yo me voy hasta dentro de dos horas porque mis papás fueron a una reunión- nos contó Hepburn
- Yo si tengo hambre. Hey, Tanner ¿Podemos pedir unas pizzas?- le preguntó Rob
- Hagan lo que quieran- le contestó mientras entraba de nuevo a la habitación de la que habían salido
- Claro, "Mr. Que-buen-carácter-tengo"- se burló Hepburn haciéndome reír
Nosotros también entramos al cuarto, que al parecer era una clase de estudio. Tenía un televisor enorme, una gran mesa de billar y varios estantes repletos de libros. Era algo muy moderno a diferencia de toda la casa que conservaba su estilo un poco antiguo.
Yo no me sentía nada cómoda con tres chicos de mi edad que en realidad ni conocía. Pero poco a poco ellos fueron sacando temas de conversación y me fui incluyendo en su plática. Pronto llegaron las pizzas y la convivencia fue mucho mejor.
¡Eran geniales! Llevábamos fácil, como hora y media hablando de distintas cosas y vaya que lo estaba disfrutando ¡Me estaba divirtiendo como nunca en mi vida! Jamás me habían hecho reír hasta llorar.
Aunque claramente a alguien no le estaba gustando nada esta situación. Desde el momento en el que entramos a la recamara, Tanner no habló ni una sola vez; solo jugueteaba su celular y en ocasiones nos miraba, pero ni siquiera comió nada.
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Blogger [#wattys2015]
Ficção AdolescenteAshley con escasos dieciséis años ha pasado por muchas situaciones en su adolescencia, y no todas precisamente buenas. Como la enfermedad que deja en estado crítico a una de las personas que más ama y la pérdida de su hogar. Sin embargo encuentra un...