Al abrir los ojos de golpe una luz blanca me cegó la vista. Cuando reaccioné pegué un salto poniendo mis brazos a los costados de mi cuerpo y pegándole con la palma de mi mano al colchón.
Una jovencita de rostro dulce se acercó a mí
- Tranquila, tranquila- me dijo mientras me ayudaba a volver a mi posición inicial
- ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó?- terminé de decir y las imágenes se desenvolvieron en mi cabeza como un rollo de película. Me lleve la mano al cuello, tenía puesta un venda y me dolía bastante esa zona.
- Tuviste un accidente. No te preocupes, no tienes nada grave, de no ser por el cinturón de seguridad quién sabe qué te habría pasado- hizo un pausa- Por suerte solo fue el golpe, tienes algunos moretones y varias cortadas el brazo derecho pero desde que llegaste te atendieron con sumo cuidado y verificaron que no pasó a más- concluyó con el mismo tono de serenidad desde el principio.
Yo no dije nada más, tan solo asentí con la cabeza y le sonreí a la muchacha en forma de agradecimiento. Ella salió y minutos después entró un doctor de edad mediana a la recamara.
- Buenos días Ashley ¿Cómo te sientes?- me preguntó mientras se acercaba a la cama donde me encontraba.
- Bien, dentro de lo que cabe- reí sin gracia
- Bueno, voy a registrar tus signos vitales y te recetaré algunos medicamentos para el dolor muscular- explicó mientras sacaba de un maletín sus aparatos médicos.
Una vez concluida su tarea me dijo:
- Ya estuvo señorita, le tengo una buena noticia. Al parecer podrá salir hoy en la tarde si así lo desea, solo tengo que firmar lo papeles y yo le aviso cuando a esté todo listo para que se dé de alta- agarró su maletín de nueva cuenta y abrió la puerta de la habitación- Oh, casi lo olvido. Tiene visitas- guardó silencio- y lo siento mucho Ashley- me miró apenado y por su tono de voz deduje que algo andaba muy mal.
¿Qué era lo que sentía?
Tocaron la puerta y me salí de mis pensamientos
- Adelante- dije y la misma se abrió dejando ver a un Hepburn desanimado.
- Hola Ashley ¿Cómo te sientes?- me preguntó y al mismo tiempo se sentó en un sillón del cuarto.
- Pues... regular- me sinceré- odio los hospitales
- Sí, yo igual- levantó la mirada y pude ver sus ojos hinchados y las mejillas rojas
- ¿Qué te pasa Hep?- le dije preocupada
- ¿Qué, no te dijeron?- me vio fijo y habló mientras se le quebraba la voz. Yo me senté en la cama aún más confundida que antes, el comenzó a llorar y me sentí extremadamente culpable.
- Hep, ¿Qué pasa?- él se paró del asiento, dio algunas vueltas en el lugar y se frotó la cara- Hep- le dije para calmarlo y al mismo tiempo para que me diga. Él respiró hondo
- Es Rob- me dijo y nuevas lágrimas asomaron por sus mejillas, me miró fijo. Yo pensé lo peor pero decidí no precipitarme al negativismo, me relajé y le pregunté
- ¿Qué le pasó a Rob?- él guardó silencio y cerró los ojos
- Falleció en el accidente
De todo lo que pasó por mi cabeza, justo lo que no quería que fuera verdad, lo es.
¡¿Por qué?! ¡Odio que pase esto! Ya no soporto el hecho de que todas les personas que aprecio se vayan alejando de mí poco a poco, estoy harta.
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Blogger [#wattys2015]
Teen FictionAshley con escasos dieciséis años ha pasado por muchas situaciones en su adolescencia, y no todas precisamente buenas. Como la enfermedad que deja en estado crítico a una de las personas que más ama y la pérdida de su hogar. Sin embargo encuentra un...