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Capítulo 4: "El nuevo hogar (parte 1)"

Me levanté muy temprano al día siguiente, era sábado y eso era muy raro en mí, pero tenía que preparar mis cosas para la "mudanza". Hice una maleta con la mayor parte de mi ropa y otra para mis cosas personales, útiles escolares, mi laptop, etc. Al fin y al cabo Nathalie me dijo que después vendríamos por ldemás.

Bajé y noté que mi hermana no estaba, pero recordé que ayer en la noche había dicho que iría a pasar la noche en el hospital para ver a mi mamá.

Fui a la cocina y me serví el desayuno. En eso escuché a mi Nath llegar, le abrí la puerta y la saludé.

- ¿cómo pasaste la noche?- pregunté

- Regular, odio los hospitales pero me tranquilizó mucho ir y que me hayan dado noticias de mamá

- ¿Qué noticias?- dije sorprendida

- Bueno, lo que pasa es que resulta que el doctor le realizó más análisis y me dijo que ella es candidata al tratamiento que le brindarían al hospital. Porque ya sabes, ese hospital por ser de gobierno no cuenta con la tecnología más avanzada de digamos, pero mínimo ahora estaremos seguras de que mamá está en buenas manos y a nosotras no nos costará el tratamiento- dijo normalmente

- ¡Eso es muy bueno! Oye Nath, antes de que nos venga a buscar el señor Kennedy ¿puedo ir a ver a mamá?

- Claro, lo único es que tienes que irte en camión porque yo no he preparado mis cosas y tampoco le he hablado al señor Bradley para avisarle acerca de la mudanza

- No hay problema, haz lo que tengas que hacer y yo estaré aquí antes de que no pasen a recoger.

- Hecho- dijo al tiempo que se sentaba y se llevaba una tostada a la boca

Terminé de desayudar y me cambié para ir al hospital.

Salí de casa y fui a la parada del camión, en el camino escuché música y el trayecto se me hizo muy corto, llegué a la clínica y pregunté por mi mamá

- Lo siento señorita pero el horario de visita empieza en media hora, puede sentarse a esperar, si no tiene ningún inconveniente- dijo la enfermera del pasillo

- No, claro que no hay problema- le respondí

Me senté en una de las sillas de la sala de espera, agarré mi celular y desde ahí entré a mi blog. Todo eso era simplemente genial, todas mis publicaciones tenían respuestas, es asombroso como la gente que no conoces te entiende mejor que los que te rodean. Yo digo que debería de haber un lugar donde solamente te encentres con la gente que conoces por internet, ya sabes, esa gente que se encuentra lejos de ti pero sabes que tiene el mismo modo de pensar que tú y te hace sentir que no estás solo en el mundo.

Cuando estaba explorando dentro de mis notificaciones, me di cuenta que desde que me creé esa red social no había checado mis mensajes directos. Entonces abrí mi bandeja, pero no había nada importante, fui bajando y noté que todos eran spam de mis nuevos seguidores algo así como "Gracias por seguirme" o "Si quieres más seguidores entra a: (link)", todos los leí pero no contestaba nada, no importa, seguramente la mayoría de los que me lo mandaron tienen algún programa que hace que le llegue instantáneamente la información a la gente que siguen. Cuando ya estaba por llegar al final de los mensajes había uno que me llamó mucho la atención, era de un chico y decía:

"Hola, lo más probable es que ni veas este mensaje, pero mínimo lo intenté. Solo quería decirte que realmente me gusta como escribes, por primera vez me siento tan identificado con alguien. Siempre escribes lo correcto, últimamente he abierto tu perfil cada vez que paso por un mal momento y parece como si a ti te pasara lo mismo o algo muy parecido porque concuerda con todo lo que me sucede. No sé cuál es la razón por la que te expresas de esa forma y lo más probable es que no sea nada bueno, pero déjame decirte que no estás sola. Siempre hay alguien que está para apoyarte... como yo, por ejemplo. Y sé que suena un poco raro porque ni nos conocemos pero si necesitas algo, avísame.