Capitulo XVIII

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Hola chic@s quería agradecerles por el apoyo que le han brindado a la historia con sus votos y comentarios. También aclararles que esta historia es completamente creada por mi mente, los episodios que se exponen algunos guardan algo de relación con la realidad pero lo demás es ficticio. Quiero dedicarle este capítulo a una hermanita mexicana que me lo pidió hasta el cansancio que actualizara @ABIGAILEVORARUFFO Espero que me perdonen por la tardanza no me encontraba en condiciones de escribir. Besitos desde Cuba. Ahí les va...

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Una frialdad en mi cuerpo me hizo despertar, veía una luz proveniente de una lámpara que estaba encima de mí, mientras yacía en una camilla con cables y una mascarilla de oxígeno puesta. Como un deja vu los recuerdos se me agolparon en mi mente, la pelea entre César y Omar, luego en el suelo y mucha sangre, recordaba vagamente, la desesperación se apoderó de mí, traté de levantarme pero estaba demasiado débil... Tenía que saber que me pasaba, dónde estaba César, mis hijos...

V- ¡César!.- exclamaba tan fuerte como mi garganta me lo permitía, apartando la mascarilla de mi cara.

Veo que una enfermera acerca.

V- ¿Señorita que me pasó?- desesperada.- ¿Dónde está César?- trataba de incorporarme.

Enf- Señora todo está bien debe guardar reposo por favor.- me acomodó en la cama y me volvió a colocar la mascarilla.- Ya le aviso al señor César que usted ha despertado.- salió de la habitación.

Estaba ansiosa por verlo necesitaba asegurarme que todo estuviera en orden con él y con mis hijos.

Entró prácticamente corriendo al cuarto, tanto así que se tropezó con una banqueta que había en el suelo, con todo y eso no impidió que siguiera avanzando. Su cara denotaba que había llorado y la preocupación latente en su mirada, esa mirada que aún con la sombra de la preocupación era la más hermosa y cálida que mis ojos no dejarían de observar nunca.

C- Mi amor.- con voz rota a punto de quebrarse.

V- Ven aquí corazón.- le abrí mis brazos tanto como pude para que se refugiara en ellos y me retiré la mascarilla.

Lloró como si de un niño pequeño se tratase, mientras estaba recostado en mi pecho.

V- Ya mi amor.- levantó su cabeza he hicimos contacto visual, su cara estaba mojada de tanto llanto.- ¿Me puedes explicar como sucedieron las cosas?- el tomó asiento al lado mío y me sostuvo las manos entre las suyas.

C- Mi Vicky pensé que te perdía.- volvió a quebrarse.

V- Amor pero ya ves aquí estoy, no llores más por favor.- le secaba las lágrimas de sus mejillas con mis manos y el se inclinó y depositó un suave beso en mis labios.

C- Después de que te desmayaste te agarré en mis brazos y salí corriendo hacia el auto.- sollozaba.- No sabía que hacer, estaba desesperado, ver que tú, el amor más grande de mi vida estaba en esas condiciones me desgarraba el alma.- suspiró con dolor, yo solo lloraba con el porque era como si estuviera reviviendo todo de nuevo, sus ojos estaban clavados en un punto fijo de la habitación y su cara reflejaba terror, continuó.- En impulso cogí tu teléfono y busqué a Rubén y le dije lo que estaba pasando, me sugirió que te llevara con urgencia a algún hospital para que te detuvieran la hemorragia, el hospital más cercano era aquí en Pachuca, no lo pensé dos veces y me fui para allí, sabía que era un riesgo ya que era exponerte a que te reconocieran eres la primera dama quien no se daría cuenta que eres tú y más llegando en ese estado.

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