Amor de Perú

Capítulo XXIII

"La vida, montaña rusa de sucesos, algunos llenos de felicidad otros llenos de tristeza, pero hay que vivirlos cada uno porque la vida perfecta no existe."

*Flash back*

─¿Victoria estás segura?

─Si Rubén, es bueno siempre tener una reserva, además sabes que por mi enfermedad es lo más recomendable. ─él médico asintió y se retiró a hacer el papeleo suficiente para proceder a la extracción.

¿Sería posible? ─me preguntaba una y otra vez.

Hice la llamada pertinente que me sacó de la duda que me estaba navegando por la mente. Ahora solo faltaba hablar con César para saber que me decía.

─Hola mi amor. ─entró César con su gran vozarrón al cuarto donde estaba.

Yo lo miré y me paré de donde estaba. Lo abracé muy fuerte.

─¿Te gustaría tener un hijito conmigo?

César se separó y me miró con una mezcla de inseguridad, duda, titubeo... Me miraba como si estuviera loca.

─¿De que hablas? ─sin entender.

Lo tomé de la mano y avancé hasta sentarnos en un mueble.

─Hace años, después que sufrí el aborto de nuestro hijo, hablé con Rubén para congelar mis óvulos, temía quedarme solamente con José Eduardo y debido a la enfermedad que tengo era lo más seguro para garantizar de alguna manera mi descendencia. ─él aún me miraba incrédulo. ─Entonces hoy mirando unos links en mi celular me encontré con unas mujeres que a través de esa técnica y con la fecundación in vitro lograron quedar embarazadas en la etapa de menopausia y hasta más grandes, pudieron tener sus hijos sanos y salvos y ellas encontrarse bien y felices. Entonces, pensé en nosotros, deseo tener un hijo contigo, desde siempre, desde aquella vez. ─bajé la cabeza y mi corazón se arrugó un poquito al recordar aquella dolorosa pérdida.

César suspiró y caviló lo antes dicho por mí.

─¿Estás segura mi amor? ─con un deje de temor.

─¿Quieres tener un hijo nuestro?

─Claro que sí Victoria pero ese no es el punto, de querer quiero todo contigo. ─sonreí. ─El problema principal eres tú, ¿Crees que puedas llevar un embarazo a cabo sin ningún tipo de complicación? Porque de una vez te digo que si vas a estar en riesgo no voy a acceder a eso, lo otro es nuestra situación social, estoy en trámites de divorcio, tú marido ni las luces desde aquel día, ¿Será conveniente ahora ponernos a pensar en un embarazo de alto riesgo?

─César...─lo interrumpí. ─Mi amor, no me importa la vida social, me vale pero toneladas, si nunca me ha importado ahora menos que estoy con el hombre que amo y que quiero tener a mi lado cueste lo que me cueste, quien lo tienen que saber lo saben y gracias a Dios lo aceptan. ─hice una pausa. ─Con respecto a Omar y a Vivian me importan un chingo los papeles que nos unen a ellos, estamos juntos tú y yo, estamos estables, tenemos casa, dinero suficiente para todo lo que respecta incluyendo tratamientos a los que me tengo que someter, estamos juntos unidos por amor y lo que más anhelo hoy es ver el fruto de nuestro amor, algo tuyo y mío, la bendición más grande para ti y para mí, un bebé. Y con el tema a mío y el embarazo consultemos a Rubén y él nos indicará, además no recuerdas lo que él nos dijo cuando lo del fibroma. Yo aún puedo con un embarazo mi amor, gracias a Dios estoy saludable. ─le sonreí con todos mis dientes, estaba feliz con solo pensar en la posibilidad de un hijo nuestro.