Predestined

2.Es un sueño.

Al día siguiente todo volvió a la normal, o por lo menos eso parecía.

En el recreo Azahara estuvo con Debby y con Lara. Todos comentaban y murmuraban a sus espaldas, pero nadie se atrevió a decirles nada. El día era normal, demasiado normal, demasiado...tranquilo.

A Dylan no le afectó en absoluto el sueño, para él era solo eso, un sueño, un poco raro y realista, pero simplemente un sueño, puesto que él no había estado el día anterior cuando pasó lo de Natalie. Pero Azahara, Félix y Debby sabían que había sido verdad, aunque por miedo o desconfianza o inseguridad, no comentaron nada los unos con los otros e hicieron como si lo del día anterior no hubiera pasado nunca.

Samuel, y Alma se dieron cuenta de que estaban raros.

- ¿Qué les pasa? los noto...extraños.

"Es la niña, ella ha dicho o hecho algo"

-Eso es ¿bueno o malo?

"No lo sé"

-Esperemos a esta tarde a ver qué pasa.

"Está bien"

Las clases se acabaron y a la salida Debby, Félix y Azahara se juntaron para hablar.

-Chicos, ¿soy la única que ha soñado con la profecía? - soltó Debby yendo al grano.

-No...yo también- confesó el chico.

-Yo también, y creo saber por qué.

- ¡Hey! ¿De qué hablabais? Yo también he soñado con una cosa rara, una especie de...-sonó una voz a sus espaldas pillando a los tres por sorpresa.

- ¿Profecía? - dijo Debby tragando saliva.

-Si, eso, una profecía.

-Ahora sí que estoy segura de porque hemos soñado todos con ello- dijo segura Azahara.

-Di- dijeron al unísono Félix y Debby.

-Natalie, ha sido ella.

-Pero no creo que ella se atreviera, la conozco bien, desde lo que pasó la última vez le da miedo.

- ¿Qué pasó?

-Cuando ella era pequeña y vivíamos juntos en el centro de acogida...

- ¡¿Ibais al mismo centro de acogida!?- le cortó Debby.

-Sí, pero a los quince me trasladaron.

-Ah, vale- suspiró aliviada, Félix le miró extrañado- lo siento- Félix se río divertido.

-Da igual- le dirigió una sonrisa dulce- bueno, sigo.

>Un día fui a ver a Natalie para ver cómo estaba, me la encontré en un rincón de su habitación, acurrucada y llorando, diciendo que era culpa suya que ella le había matado, pero en ese entonces yo no podía creerla, pero sentía un gran aprecio por ella por lo que decidí escucharla. Me contó que ella se había metido en los sueños del chico que le gustaba para conseguir que él pensara en ella, pero se le fue de las manos y le había inducido un sueño muy profundo. Desde entonces juró no volver a hacerlo y se sigue culpándose por la muerte de ese chico.

-Pobre Nat, ella nunca me ha contado nada, ni ella ni mi hermana.

-Pobre chico, debe ser horrible intentar despertar y darte cuenta de que no puedes.

- ¡Qué miedo! - todos le miraron con mala cara- ¿Qué? ¿Soy al único al que le mal rollo que una niña se meta en mis sueños a lo Freddy Krueger? - nadie le hizo caso e hicieron como si nada.