18. LA CURANDERA

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La alarma del móvil sonó.

- ¡Mierda! ¡La entrevista! - saltó de la cama al baño, se duchó y se vistió.

Corrió a la cocina y se preparó el desayuno.

- ¿Por qué tanto escándalo? - salió de la habitación desperezándose.

-Voy a llegar tarde a la entrevista de trabajo- dijo corriendo de un lado para otro.

-Son las seis de la mañana, además es domingo... la entrevista es el lunes a las ocho.

-Lo siento Debby.

-No pasa nada Trent.

-Es que me quiero ir cuanto antes para no molestar.

-Tranquilo no molestas. Ahora, vuelve a la cama y descansa.

-Vale- sonrió y volvió a entrar a la habitación.

Debby se quedó dando vueltas, una vez que se despertaba no podía volver a dormir. Se fue a la cocina a prepararse un café, encendió la tele y se recostó en el sofá.

Se sentía cansada pero no podía dormir.

- ¿Qué tal? - se colocó detrás del sofá intentando asustarla.

-Buenos días, Félix, y bien, aquí viendo la tele- respondió como si hubiera sabido desde siempre que él estaba ahí.

-Qué divertido, ¿me puedo unir?

-Por supuesto, la tele es para todos.

Félix dio la vuelta al sofá y se sentó a su lado colocando las piernas de la chica sobre las suyas.

- ¿Qué ves?

-La verdad ni lo sé, la encendí y estaban dando esta película. Es una de las típicas películas de bajo presupuesto que no las conoce ni su abuela.

-Ah, esas son las mejores- el marcado sarcasmo provocó una sonrisa en Debby.

Se quedaron un rato viendo la tele los dos juntos.

El móvil de Debby sonó de repente. Esta corrió a contestar.

- ¿Hola?

-Deb, soy James.

-Dime James.

-Necesito hablar contigo.

-Y yo contigo.

- ¿Qué te parece en una hora en el Tommy Mel's?

-De acuerdo, ¿desayunamos juntos?

-Si...- su voz sonó nerviosa.

- ¿Estás bien?

-Si, sí, estoy bien, ah, ven tu sola.

-Vale... me estas dado miedo, ¿qué pasa?

-Nada, en serio, solo es que quiero contarte algo.

-Vale, a las ocho en el Tommy Mel's entonces.

-Si, adiós.

-Adiós...- colgó extrañada.

- ¿Quién era? - intentó camuflar los celos, pero se notaba la rabia interior.

-No, nadie, James, quiere hablar conmigo.

-Okey, y... ¿vas a ir?

-Si.

- ¿Voy contigo? - se levantó del sofá.

-No, él quiere que valla sola.

-Vale...

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