21.Para de autocompadecerte

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Todos acudieron lo antes que pudieron.

- ¿Lydia? - preguntó alguien en la entrada.

-Arriba.

- ¿Y Natalie? - preguntó Niccole al llegar a donde estaba Lydia.

-Dijo que se iba.

- ¿¡A DÓNDE?!

-No lo sé, se encerró en el baño y no responde, dijo que quería irse.

Félix subió corriendo y tiró la puerta abajo.

- ¿¡NATALIE?!

Revisó toda la habitación, estaba oscura y no había indicios de que hubiera salido, corrió a la bañera. Natalie estaba metida por completo en la bañera con las muñecas heridas y la cara pálida. Félix la sacó rápidamente y la bajó a la sala principal donde estaban todos, seguido de Niccole y Lydia.

- ¿¡Qué ha pasado?!

-Se lo ha hecho ella- explicó Lydia.

- ¿Tiene pulso?

-Dejádmelo a mí- les apartó Lydia.

De nuevo su cuerpo emanaba luz blanca, aunque cuanto más pasaba el tiempo empezaba a enrojecerse. De repente Natalie tosió sacando toda el agua, se fue despertando lentamente recuperando su temperatura y color natural.

- ¿¡QUÉ HAS HECHO?!

-Soy una carga, no hago más que cagarla, soy un peligro, y no soy útil.

-Nada merece que tus mueras, escúchame bien- eres única, y extraordinaria, con tus defectos y virtudes, todos metemos la pata, pero la vida no consiste en no caerse, consiste en saber levantarse cuando lo haces.

-Casi mato a alguien.

-Pero no ha sido así.

-Gracias- abrazó con fuerza a su hermano.

-Natalie, tengo que hablar contigo- entró alguien de golpe.

- ¿Te ha mandado tu novio?

-Deja ya eso, se perfectamente que ya sabes que a quien viste es a su hermano gemelo.

-Ya estoy harta, ya no me importa a quien besaste, no es la primera vez que me hace daño, solo alejaos de mí, no soy buena compañía en estos instantes...

-Como quieras, pero no eres la única "especial" así que deja de autocompadecerte y abre un poquito los ojos- con un gento ligero elevó a Natalie y la lanzó sin tocarla. Natalie se deslizó por el suelo y solo la pared consiguió pararla- solo quería que dieras una oportunidad a Tobías para explicártelo.

- ¡Natalie! - corrió Félix hacia ella.

-Estoy bien, y Aria, de acuerdo os escucharé.

-Lu ¿por qué no me dijiste que podías...? - dijo Dylan impresionado.

-Nunca preguntaste, y Natalie, gracias y lo siento.

-Quédate, eres uno de nosotros- propuso Natalie.

Todos se sentaron en circulo y Samuel les explicó el origen de sus poderes. Les contó que todos pertenecían a otro mundo llamado Sunnaries, que pertenecía a otra dimensión.

-Vaya, o sea, que hemos estado toda la vida creyéndonos únicos y ahora resulta que somos uno más en otro mundo lleno de personas como nosotros...

-Si, supongo que sí.

-Sam, tenía que decirte una cosa...cuando fui al hospital...vi a Alma.

-Imposible, ella está en Sunnaries, si estuviera aquí me habría avisado.

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