Capitulo 18

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Ella

Llegué a mi departamento después de dejar a Adrien en el aeropuerto, aunque la verdad es que me quedé en el auto de lunas oscuras y él bajó solo con su maleta, pues aún no podemos dejar que nadie nos vea juntos.

Su esposa tiene «la sartén por el mango» en lo que se refiere a la tenencia de Amy, así que hasta que su divorcio no salga por completo, debemos cuidarnos.

Lo mejor de todo es que en estos dos días juntos logré que él se calmara un poco y vuelva a Barcelona con muchas ganas de jugar fútbol. Su actitud cambió considerablemente, así que pienso que todo estará bien muy pronto para él.

Tomé mi celular y me senté en la sala para tratar de hacer una videollamada con Camille, ya que en estos días no he podido hablarle y la extraño mucho. Además de que me preocupa cómo le está yendo en Qatar con el equipo, sobretodo porque Gabriel también está ahí.

—¡Elly! —exclamó mi mejor amiga a la primera timbrada.

—Hola Cami. ¿Cómo estás, cómo va todo? —pregunté sonriendo.

—Elly, no tienes idea de la alegría que me da verte. Han sido dos días demasiado difíciles. —respondió con expresión de tristeza y estoy segura de que Gabriel tiene mucho que ver con esto.

—¿Qué pasó? Cuéntame. —pregunté, acomodando el celular sobre la pequeña mesa que tengo frente a mí en la sala de mi casa, luego me senté en la alfombra.

Camille me contó todo lo que pasó desde que llegó a Qatar, me habló de cuando se encontró a Gabriel en la piscina y también cuando discutieron en la puerta de su habitación.

Sin embargo, lo peor fue lo que pasó en el desayuno que tuvo con Louis, sentí mucha tristeza al escuchar lo que pasó con Miguel, el pequeño bebé llamó «papá» a Gabriel y él no pudo reaccionar.

—Camille, por favor tienes que alejarte de Gabriel. Eso es lo mejor para Miguel y debes pensar en tu hijo.

—Eso es exactamente lo que trato de hacer, pero cada vez que intento olvidarlo él aparece nuevamente y me recuerda que alguna vez fuimos muy felices.

—También deberías recordar que te lastimó muchísimo, debes recordar que no puede aceptar a tu hijo.

—Lo sé, Elly. Sin embargo, ayer en el entrenamiento fue diferente, él dijo que lo siente y parecía sincero, yo...

—Camille, solo te pido que tengas cuidado, por favor no arriesgues tu corazón otra vez, la última vez fue terrible.

—Tienes razón, no puedo dejar que me lastime otra vez y lo más importante, no puedo dejar que lastime a Miguel.

—Está bien cariño y cuéntame, ¿cómo va el trabajo? Vi en las noticias que ganaron el primer partido.

—¡Sí! La verdad es que el equipo es increíble y estoy segura de que ganarán el campeonato. Todos son excelentes jugadores. —afirmó con expresión de alegría.

—Me alegro mucho. ¿Cómo está mi pequeño príncipe? —pregunté emocionada y mi amiga sonrió ampliamente al oírme.

—¡Él está muy bien! Justo aquí a mi lado. Bebé, ven a ver a Elly, ven aquí cariño. —el pequeño bebé apareció en la cámara sentado en las piernas de mi amiga.

—¡Hola mi pequeño príncipe! ¡Estás más grande! —exclamé de alegría al verlo.

—¡Elly! —exclamó el pequeño al verme, sentí tanta alegría que empecé a reír con el corazón lleno de amor por este pequeño al que adoro como si fuera mi hijo.

The Sweetest Dream - Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora