—¡Bienvenidos, mis amores. —exclamó Gabriel en cuanto entramos a la casa.
Tiene a Miguel en sus brazos y Joe me ayuda a caminar porque tengo dificultad por la cesárea. El doctor me recomendó que tratara de tomarme las cosas con calma y pronto estaré bien.
La verdad es que después del accidente que casi me costó la vida, mi útero quedó muy delicado y ahora después de esta operación debo intentar escuchar a mi médico para no tener complicaciones después.
—¡Gracias, mi amor, esto es hermoso!. —respondí asombrada por la recepción que nos preparó mi novio.
Toda la casa está llena de globos celestes y blancos, hay rosas blancas por todos lados y un cartel enorme que dice «Los amo por siempre» es simplemente lo más lindo que he visto.
—Me alegro que te guste mi amor. —respondió acercándose para darme un beso y luego le dio un beso a nuestro bebé que está en sus brazos. - Los amo mucho, son mi razón de vivir.
—Te amamos mucho, cariño. —respondí sonriendo.
Miguel empezó a llorar y definitivamente es porque ya tiene hambre.
—Oh cariño, ya tienes hambre. —susurré acercándome.
—¿Cariño, necesitas que te ayude a subir las escaleras? —preguntó Joe todavía sosteniendo mi brazo.
—Sí, Joe, muchas gracias, debo alimentarlo. ¿Gabriel, podrías traer al bebé?
—Por supuesto, vamos.
Subimos las escaleras y entramos a la habitación del bebé. Gabriel se encargó de terminar los detalles que estaban pendientes e hizo un trabajo increíble, pues todo luce perfecto y hermoso.
—¿Angel, necesitas que me quede aquí contigo? —preguntó.
—No cariño, estaré bien y deberías ir a entrenar porque el equipo te necesita.
—Está bien, preciosa, Joe está abajo en caso de que necesites algo. Por favor ten cuidado y no te estreses demasiado. —pidió dejando un beso en la frente del bebé, mientras yo me siento en la mecedora para darle de comer.
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The Sweetest Dream - Libro 3
RomanceOcho meses han transcurrido desde que el tiempo comenzó a tejer un nuevo relato en la vida de Camille. Vivir su «cuento de hadas» junto a Gabriel, mientras aguardan con anhelo la llegada de su bebé, parece un sueño encantado, pero bajo la superficie...