La historia gira al rededor de los personajes de Naruto, si bien no está situada en el mundo de los ninjas, es un fanfic de vida cotidiana, espero sea de su agrado.
Ah... He olvidado cortar mi cabello, esta más largo de lo que acostumbro a traerlo.
—Si la divido y después...
Ha pasado una semana desde lo sucedido con Ten-ten, no volví a acercarme a ellos y como era de esperarse contó una historia completamente diferente a la realidad, lo que hizo que quedara como una loca maniática, en realidad ya no me importa, no después de el infierno que pase en ese sótano.
—Umm... Esto no va...
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Me encuentro en exámenes, a final de semestre y año, el próximo estaré entrado a 3er semestre que en si es 2do año, si es un poco complicado y estúpido pero así se maneja.
Realmente no quiero seguir viéndolos así que ya solucione ese problema, solo espero que todo siga de acuerdo a mis planes, que últimamente, no sucede.
...
Bostece cubriendo mi boca con una de mis manos, últimamente dormía muy poco por estar estudiando.
—Oye.
Seguí caminando, era muy extraño que alguien se dirigía a mí así que no le tomé importancia, sin embargo...
—Sakura-chaaan.
Un chico de cabellera blanca que claramente había visto antes, salto frente a mi.
—¿Si?
—Woah, realmente eres linda.
Mi expresión seria no cambio, tan solo me quede esperando a que dijera lo que fuera que diría.
—¿Sabes que pasará hoy?
Suspire, además de los exámenes no tenia idea de nada, no es como que prestará atención a mi al rededor.
—Ah decir verdad yo no quiero hacer esto, de hecho estoy en contra pero... Ella me lo pidió, y si ella me lo pide, no puedo negarme.
Suigetsu, finalmente había recordado su nombre. Aquel chico intentó rodearme por el cuello con su brazo sin embargo le di un golpe para que lo alejara.
—No me toques.
—Ah, lo siento pero entonces ¿Puedes seguirme?
Frunci el ceño, en realidad no quería, tan solo quería ir a la biblioteca y estudiar para el examen que se aproximaba.
—Vamos, si no lo haces, no parare, y estaré a lado de ti todo el día.
Ah rayos...
—Bien, pero no te acerques.
El chico peli blanco empezó a caminar frente a mi de espaldas, en todo momento mantenía esa sonrisa suya fanfarróna. Subíamos las escaleras y caminamos por varios pasillos hasta que finalmente llegamos a donde quería llevarme.
