Capítulo 38

18 2 0
                                    

Sabado, eran las 5:23 am y Sakura seguía despierta, no había podido dormir en toda la noche, escucho como la puerta principal se abrió y Suigetsu salió del lugar, Sasuke había abierto para que se fuera. La pelirosa se cobijo hasta la cabeza y solto un leve suspiro, no dejaba de pensar en aquellas palabras que Suigetsu le había dicho, además de todo le daba curiosidad saber con quién él se había sentido así.

Después de media hora había podido conciliar el sueño, y a las 8am su alarma empezaba a sonar, de mala gana la apago y abrió los ojos, sentía todo su cuerpo pesado, estaba agotada. Contra su voluntad y con mucho esfuerzo se puso de pie y bajo las escaleras levemente. Se encontró con Sasuke sentado en el sillón con un libro y una taza de café.

–Te ves mal, Sakura ¿No dormiste?

Ella hizo gestos de desagrado y paso directo a la cocina, él se levantó y fue detrás de ella.

–¿Te sirvo café?

–Si – dijo ella sentándose en el comedor, bajo la cabeza hasta la mesa y cerró los ojos.

–Duerme más si tienes sueño.

–Estoy bien, además tengo planes.

–¿Planes?

–Si, con Ino, saldremos más tarde.

–Vale, entonces definitivamente debes dormir y más si piensas salir más tarde con ella.

–Estoy bien Uchiha.

Sasuke dejo el café sobre la barra, se acercó hasta ella y la levanto cargándola con ambos brazo.

–¡O-Oye! – se quejo ella pero él hizo caso omiso.

El pelinegro la llevo hasta la sala de estar y la acostó para después recostarse a un lado de ella.

–¡Sasuke!

Él clavo su mirada en ella y se acercó lo suficiente para que pudiera sentir su aliento.

–Duerme – le ordeno Sasuke.

–Pero yo...

–Solo duérmete, Sakura.

Ella asintió levemente y se acurrucó en los brazos del pelinegro, podía escuchar su corazón latir y como si de un ruido de relajación se tratara, se quedó dormida, Sasuke la rodeo con sus brazos y tomó su libro el cual había dejado a un lado, comenzó a leer mientras ella descansaba plácidamente.

***

7:35 pm Sakura abrió los ojos levemente, el aroma de Sasuke invadió su nariz, cuando levantó el rostro vio el mentón del pelinegro, el cual estaba dormido. Con lentitud se levantó para no presionar más su pecho, era irónico ya que llevaba casi 12 horas sobre él.

–Sasuke – Murmuró pero él no respondió –Sasuke... – dijo nuevamente – Sasu... – redujo la distancia entre ellos y junto sus labios con los de aquel pelinegro, fue entonces cuando él abrió los ojos.

Ella se alejo de él rápidamente y se puso de pie.

–Ah... yo, lo siento... es solo que... bueno, es que tu y... no se que me paso.

Sasuke sonrió a la vez que se sentaba en el sofá.

–No tengo problema si me quieres besar, pero de preferencia dimelo para corresponderte.

El rostro de Sakura se enrojecio.

–Debo ir a bañarme, se supone que veré a Ino en menos de media hora ah... y tu también báñate, iras conmigo.

–¿Por qué?

–Por que si.

A sasuke le resultó extraño la petición, normalmente no lo quería cerca si tenía que verse con alguien más, pero no objeto e hizo lo que le pidió.

Después de unos cuantos minutos ambos estaban listos, ella vestía unos jeans y un top qué dejaba ver su abdomen, por otro lado él llevaba una camisa arremangada y un pantalón negro.

Sakura abrió la puerta y salió de la casa junto con Sasuke, cuando Ino la vio se sorprendió pero Shikamaru sonrió.

–Si que es una sorpresa verlos juntos – Decía la rubia.

–¿De verdad? – pregunto Sasuke.

–Poquito, creí que estarías con la fastidiosa pelirroja.

Sakura frunció el ceño, estaba al tanto que Ino no quería a Karin en su adolescencia pero creía que ese sentimiento ya se hubiera ido, cosa que no era así.

–Como sea, me alegra que estés aquí, vayamos a comer algo y a divertirnos.

Sakura y Sasuke agradecian que una parada fuera la comida, ninguno de los dos había comido por estar dormido.

***

Los cuatro llegaron a un restaurante, pidieron una orden de comida grande y mientras hablaban aprovechaban la noche, las chicas se ponían al día, Sasuke escuchaba atento la vida de Sakura los últimos años, lo que había hecho en USA y a las personas que había conocido, Shikamaru noto como aquel pelinegro estaba un poco celoso de haberse perdido esos años lejos de ella.

–Y finalmente volví – termino de decir Sakura.

–Es bueno tenerte en casa, Sakura – siguió Shikamaru –se te extrañaba por acá.

La pelirrosa sonrió levemente y volteo a ver a Sasuke esperando su afirmativa, el cual no dudo asentir levemente. Shikamaru e Ino se daban cuenta de las enormes ganas que ese pelinegro reprimir para no besarla, la única persona que no se había dado cuenta de lo enamorado que estaba, era Sakura.

–Como sea ¿bebemos? – rompió el silencio Sakura.

–¡Si, si! – Dijo animada Ino mientras llamaba un mesero.

Un Cerezo en el centro 🌸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora