Cap 5

378 21 2
                                    

- ¡Ya estamos aquí, mamá!- dije entrando a mi casa, y ella se asomó desde la cocina-
- ¡Hola!- sonrió- ¿Cómo estás, Bill?-
- Muy bien, señora Schmidt- le respondió él- ¿Y usted?-
- Muy bien también- sonrieron- ¿Cómo os fue, cariño?-
- Muy bien, mamá-
- ¿Sirvieron las clases de ayer, muchacho?- me sonrojé al recordarlo, nos reíamos por todo-
- Desde luego. Es que, el problema no es que lo entienda, es la profesora. Se lo explica de aquella manera, y claro, el angelito mío no se entera de nada. Pero, se quedó rápido con lo que le expliqué- sonrió de nuevo- Es una de las cosas más fáciles del inglés-
- La verdad es que con él me entero mucho mejor, mamá- dije poniéndome a su lado, aunque, me sentía realmente pequeña-
- Me alegro. Hoy no tuve tiempo de preparar la comida, estuve limpiando y ordenando. Ayer pillaste la casa patas arriba, muchacho, y hoy tenía que estar bien-
- Usted sabe mantener una casa. Si viera mi habitación, tiene ropa por guardar- reímos los tres- ¿Necesita ayuda con algo?-
- No, cariño. Vosotros id a hablar o a hacer lo que quieran, pediré pizzas-
- ¡Sí!- dijo él contento- Es que, me encanta la pizza-
- A mí también- le dije, y sonreí- En fin. Estamos en mi habitación, mamá-
- Vale. ¡No digo nada!-
- ¡Mamá, por favor!- él rió-
- Salió muy tímida- dijo él riendo-
- Mucho, muchacho- mi madre también rió. Cuando llegamos a mi habitación, solté mis cosas y me quité la chaqueta dejándola en la silla del escritorio. Él se sentó en mi cama como ayer, y yo en la silla-
- ¿Estás bien?- me miró-
- Sí, perdona. Estoy pensando solo- sonrió de labios cerrados- Te voy a enseñar una cosa-
- ¿Qué cosa?- me hizo un hueco a su lado, y yo me senté-
- Toma- me dio su móvil. Vi a un chico rubio, alto, con barba pero bien perfilada, y estaba sonriendo. Al lado de él una mujer, cabello rubio también en forma de flequillo, y el chico le sacaba una cabeza y algo-
- Me gusta- sonreí- ¿Quiénes son?- lo miré- ¿Tus padres?- sonrió-
- ¿Te acuerdas que te dije que yo era rubio?- abrí la boca sorprendida-
- Eres tú- asintió-
- Yo tenía quince años- sonreí-
- Que mono- pensé sin querés en voz alta, y él rió-
- Era de todo menos mono- suspiró- Fue antes de...ya sabes- asentí- Así era yo-
- Pero, sales muy mono- sonrió tímido-
- Gracias- le devolví el móvil- Y ella era mi madre-
- Era muy guapa- asintió, y volvió a suspirar- ¿Un abrazo?- abrí los brazos esperando su respuesta, él sonrió y me abrazó- Aish, que tiernito eres- rió-
- Eso lo serás tú-
- No, tú- le dije picando sus costados con cosquillas, y empezó a reír más- ¡Ríe y sé feliz!-
- ¡Para, para!- dijo riendo mientras se retorcía separándose de mí, y cayó al suelo y todo-
- ¿Estás bien?- pregunté preocupada, pues se tapó el rostro con las manos- Billy, dime algo- me miró de reojo, y empezó a reír de nuevo-
- Te lo crees todo- reí yo también- ¡Venganza!- dijo levantándose, y me hizo cosquillas a mí también- ¡Ahora sí!- los dos acabamos riendo a más no poder sentados en mi cama, y cuando nos mirábamos, volvíamos a reír-
- Por dios, que loca estoy-
- Me gusta que una chica sea así- lo miré algo nerviosa, pero sonreí nerviosa-
- ¡Ls comida!- escuchamos a mamá, y los dos nos levantamos-
- Tengo que vengarme, eh- dije haciéndole cosquillas de nuevo- ¡No, no, vale!-
- Sabes que yo ganaré- me dijo, y bajó rápidamente-
- ¡Eso no vale, yo soy la menor!- rió y se encogió de hombros- ¡Tramposo!- dije haciéndole cosquillas de nuevo, y reímos-
- Déjalo, Ginny- dice mi madre-
- Es un tramposo- le dije riendo- Sabe que tengo las de perder porque es más fuerte que yo, y e hace más cosquillas que yo a él- él rió sin control, lo que provocó que mamá también se riera-
- Tu risa es contagiosa- dijo mi madre mirándolo-
- Me dijo lo mismo- dijo mirándome, y yo reí más- Mírala, le dio el ataque de risa-
- Mucho- dije calmandome, y los miré- Lo siento, culpa mía. Ya estoy mejor- los dos nos miramos, y soltamos unas pocas más de risitas-
- Madre mía, que pavo- dijo mi madre- En fin. La pedí de barbacoa y carbonara, una de cada-
- Que rico- dijo él frotando sus manos- Me encantan ambas-
- ¡Genial, no me he equivocado!- sonrió. Cuando estábamos almorzando, empezamos a hablar, y yo me comí tres cachos-
- Que buenas estaban- él me miró-
- ¿Ya has comido?- asentí- Comiste muy poco. Tienes que crecer, pequeña-
- No puedo más, Billy- le dije- Estoy llena-
- Tienes que crecer- ne volvió a repetir- ¿Acaso quieres convertirte en una niña pequeña y que te dé el avión?- reí-
- No, no hace falta. No quiero más- al final acabó dándome de comer, no sé ni por qué se lo permití. Mi madre rió al vernos así, y sonrió dándome una mirada de "Le gustas"-
- ¡Se acabó!- dijo echando el borde a un lado- ¿Quieres un biberón de chocolate calentito?-
- No, papá Billy- dije rodando los ojos, y él rió-
- Voy a ayudar a tu madre con la mesa- dijo levantándose, y los dos la ayudamos-
- Muchas gracias, chicos. Ginny, ¿puedo hablar un momento contigo, cielo?- asentí-
- Espérame arriba, Billy. No tardaré nada, ¿vale?-
- Está bien. Voy a ir sacando las cosas del inglés y ya lo tengo todo- nos sonreímos, y él subió a mi habitación-
- ¿Qué pasa?- le pregunté, y ella me miró- Mamá, sé que me saca dos años. Pero, él no es como la mayoría de chicos, él es diferente-
- Ni yo he dicho lo contrario. Ves, te acabas de delatar tú solita- sonrió, yo suspiré- ¿Te gusta?- reí irónicamente mientras giraba mi mirada-
- Un poco- le respondí-
- ¿Sólo un poco?- sonreí tímidamente-
- Sí, solo un poco. Aún debo conocerlo más-
- Cariño, solo quiero verte feliz. Escúchame bien: Tiene dieciocho años, está empezando su vida. Sólo te pido que, si intenta hacer algo contigo que tú no quieras y te obligue, me lo digas, por favor. Le estoy dando un voto de confianza, y espero que siga así de bien. Pero, os gustais, yo sé muy bien cuándo un chico intenta conseguirte. Sí él sigue así de tierno, cariñoso, y servicial contigo, lo añado a la familia. Si no, lo alejaré de tí. ¿Entendido?- asentí- Te quiero, pequeña. Como él te llama- sonreí- Ve, anda. Te estará esperando-
- Sí- le sonreí, y subí a mi habitación- ¡Ya estoy aquí! Perdón por haber tardado-
- Tú tardas lo que tengas que tardar, y más si es para hablar con tu madre. Tranquila, pequeña- sonrió- A ver, ¿lista?- dijo, y se puso unas gafas que le quedaban super bien-
- ¡Me encantan!- dije sentándome a su lado, y él me miró- Te quedan muy bien-
- Gracias- me sonrió. ¿Quién diría que lo entendiera? A la primera, este es el mejor profesor. Hicimos lo demás juntos, incluso fui yo la que le tuvo que ayudar con matemáticas- Ok, vale. Quedaría así entonces-
- ¡Muy bien!- sonreí- Pues, ya hemos terminado-
- Gracias por ayudarme- chocamos las manos- ¿Qué hacemos?-
- Relajarnos. Mira, tengo películas- le dije, y me levanté sacando una caja llena de películas de debajo de mí escritorio- ¿Cuál quieres?- pregunté poniendo la caja en la cama-
- No veas, cuántas hay- se sentó mejor, y los dos buscamos hasta dar con una. Hicimos palomitas en el microondas y subimos de nuevo. Nos me dió tumbamos en mi cama, pues nos sentamos pero con las piernas estiradas en el colchón, y vimos la película. Me asusté un poco, igual que él, que se escondía en mi hombro de vez en cuando- Joder, su madre. Me va a sacar la patata del pecho- reí- Por reírte, te robo palomitas- dijo cogiendo de mi cuenco, y se metió dos en la boca-
- Muy bien- yo cogí del suyo, y él rió-
- ¿Puedo quedarme así?- me preguntó, y se abrazó a mí-
- Vaale. Pero, no te duermas-
- No- me respondió-

***

- Gracias, otra vez- dije acompañándolo abajo, ya se iba-
- Gracias a tí, me ha encantado ver la película contigo- sonrió-
- Gracias por venir, Bill- dijo mi madre, y sonrió- Y, por ayudarla tanto-
- Gracias a vosotras. Por cierto, tenía que hablar con usted-
- Dime- dijo mi madre-
- El sábado, como no hay nada que hacer normalmente, ¿queréis venir a cenar? Yo os invito- mi madre sonrió- - ¿A qué hora sería?- él sonrió-
- A las siete os recogería- la miré con mirada de "Por favor, mami guapa. Di que sí"-
- A las siete estaremos esperándote- sonreí-
- Estaré aquí- sonrió de nuevo- Nos vemos mañana, pequeña. Duerme bien-
- Igualmente- nos abrazamos por un rato- Hasta mañana-
- Hasta mañana- le di un beso en la mejilla dejándole marcado el brillo labial, y él se fue-
- ¡SIII!- dije contenta- ¡TE QUIERO, MAMÁ! dije dando saltos de alegría, iría a cenar con él-

Bill
- ¡Ya estoy aquí!- dije entrando a casa, y dejé las llaves en el mueblecito de la entrada-
- ¡Hola!- asomó mi hermano- ¿Cómo te fue?- me miró sonriendo- Uuh, ha habido beso por lo que veo-
- En la mejilla, no te pases- dije sonriendo- Fue genial, es tan mona. Hemos estado viendo una película, y me ha dejado abrazarla mientras la veíamos. Por dios, ¿qué hago? Encima....- me miró esperando algo que saliera de mi boca-
- ¿Y bien?- noté que me sonrojaba- Se está poniendo rojo el oso amoroso-
- Es que, el sábado ceno con ella...- me tiré a mi cama riendo- ¡Tom, voy a cenar con ella!-
- Relájate por dios-
- ¡No puedo!- dije sin dejar de reír, y mi hermano bufó riendo también-
- Estás coladito-
- ¿No me digas?- sonreí- No sabes lo que hubiera hecho de no ser por su madre- me miró-
- ¿El qué?- lo miré-
- Dejarla sin boca- rió de nuevo- Me encanta, Tom. No podré aguantar mucho más-
- Tienes que hacerlo, la madre te tiene fichado, y más sabiendo que eres mayor de edad- suspiré-
- Lo sé. En fin, me iré a duchar- después de duchar, cogí cualquier cosa para cenar. Se preguntarán, ¿mi padre? Se pasa el día de fiesta y solo Dios sabe dónde. En resumen, está todo el día fuera, no nos ve a penas. Desde que mamá se fue, todo ha ido a peor. Pero, veo un rallito de esperanza, y es ella. ¿Por qué no puede salir de mi cabeza? Es que, me siento tan lleno cuando estoy con ella, tan querido, siento tanta confianza. Después de cenar lavé mis dientes y me acosté, no sin antes darles las buenas noches a mi madre. Volví a llevarme la almohada de Tom, y abrí la ventana de mi habitación. Estaba al lado de mi cama, y se veía el cielo perfectamente. Esta noche tardé un poco más en dormirme, estuve escuchando un poco de música para coger el sueño, pero ella me distraía. Ella, ella, ella. ¡Santo cielo, Bill! ¡Deja ya de ser tan obsesivo!-

Black. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora