Black. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)

Cap 26

- Tom, mira que como le pase algo...

- Descuida, hermanito. Tengo todo lo necesario.

- Te rajo el cuello- Tom se ríe. Sí, que se ría, pero como algo le pase a mi niña se va a enterar.

- Pañales, polvos talcos para el culete, toallitas, biberón, agua, leche en polvo y babero. Todo lo llevo, Bill, tranquilo- asiento.

- Ten cuidado. Ginny volverá sobre las tres y algo. Como nuestra niña no esté aquí, te mato.

- Que sí, que sí. He captado el mensaje, papi sobre protector. ¡¿Dónde está mi cosita?! ¡Ay que mona!- la verdad, mi niña es preciosa.

- Por supuesto que es mona, ha salido a Ginny- mi hermano se ríe- Tened cuidado.

- Sííí, pesado- antes de que salgan le paro el carrito, Tom me mira.

- Si el tito se porta mal dímelo después, eh- ella me mira con sus ojitos super abiertos- Te quiero, renacuaja- le doy un beso en la frente, ella se ríe mientras me mira. Tom se va con su sobrina a dar un paseo por el parque, espero que no les pase nada porque como sea así, alguien se va a quedar estéril toda su vida esta tarde.

Tom
- Bueno, bueno. Mira qué chati- la chica es guapa, y parece ser simpática. Mi sobrina se ríe haciendo que la mire de reojo. Espera un momento...- Oye, sé que tu padre me mata como se entere pero, juego con ventaja. Aún no sabes hablar. Así que chiton- me mira mientras le hablo, me acerco un poco a él de está esa chica sentándome en el banco de al lado. Cojo a Lily jugando con ella al sacarla del carrito, ella se ríe conmigo consiguiendo captar la atención de esa chica. ¡Genial!

- Hola- levanto la vista un momento viéndola delante de mí- Siento molestarte, pero, me encantan los bebés y este es muy mono.

- Mona- ella asiente sonriendo.

- Es una nena- asiento sonriendo- ¿Eres su padre?

- Sí. Ella es mi pequeña Lily. Saluda, pequeñaja- levanto su mano haciendo que la nueva en forma de saludo, ambas se ríen.

- Hola, Lily- acaba por sentarse conmigo, hablamos mientras ella sujeta a Lily y juega a darle el sonajero mientras se ríe, que mona es- Sabes, me encantan los papás solteros- uf, vaya. Me ha entrado calor y todo- Llámame- me da su número, no me lo puedo creer. Me devuelve a Lily, me sonríe y se va. Miro a la pequeña, ella mira a su alrededor.

- Me ha dado su número- miro a Lily de nuevo- ¡Me ha dado su número! ¡Eres milagrosa, Lily!- le doy un besazo en la mejilla, ella me mira sonriendo- Ven, eres muy buena en esto- y así, conseguí diez números de teléfono. La pequeña es increíble. Qué calor hace, voy a por un refresco- Lily, ahora te hago un biberón. Un momento- paro en un quiosco con el carrito a mi lado- No te muevas eh- la miro un segundo acercándome un poco más.

- Buenas, chico. ¿Qué se te ofrece?

- Una Cocacola, por favor- me da la lata al fin. Por dios, ni yo tardo tanto.
- Dos euros- ¡¿Dos euros?! ¡¿Qué quiosco es este?! Pago la bebida, el viejo coge el dinero y me sonríe asintiendo- Y esto para la bebé- me da un chupete de caramelo para mi sobrina, asiento sonriendo y me giro para irme.

- Bueno, Lily. ¿Lista para continuar encantando a las mujeres?- miro al frente mía, el carrito no está- ¿Lily?- no está por ningún lado, ni siquiera la escucho de reírse. Siempre se está riendo- ¡¿Lily?!- mi hermano me va a matar- ¡LILY, POR FAVOR!- me pongo a buscarla como loco por el parque, ni rastro de ella. ¿Quién la habrá cogido? Estoy acojonado. Aunque me deje estéril, tengo que decírselo a mi hermano. Lo llamo por el ladrillo que tengo por teléfono, estamos en el setenta y seis y no hay mucha tecnología buena. Sí, mi sobrina hace el año dentro de tres meses- ¿Bill?- la voz me tiembla y todo- Oye, no quiero que empieces a liarmela, pégame un par de ostias porque soy muy mal tío- ya ha empezado a gritarme- Lily....ha desaparecido- me he tenido que despegar el teléfono del oído y todo- ¡No sé quién fue! ¡Estaba comprandome una Cocacola y cuando me giré no estaba el carrito! ¡Ayúdame! ¡ESTOY TAN HISTÉRICO COMO TÚ, BILL!- y me cuelga, que bien. Me pongo de nuevo a buscarla, nada, desaparecida total. Mi hermano me va a matar, y Ginny también. Me van a cortar en pedacitos. Anda, hablando del Rey de Roma. Uuuh, viene cabreado.

- ¡TOM, TE VOY A MATAR! ¡HOY TE MUERES!- y Ginny va con él. Joder, me la he cargado-

- ¡Bill, por favor! ¡Sólo me compré una Cocacola y desapareció! ¡No sé qué coño pasó!- menos mal que está Ginny porque seguro que sin ella se hubiera puesto a puñetazos con mi cara.

- ¿Porqué la has dejado sola?- Ginny la pobre está a puntito de llorar. Joder, ni que yo haya hecho lo imposible para que secuestraran a la niña.

- Ginny, no estaba sola. Estaba detrás de mí, a dos pasos, no sé cómo no me enteré. Lo siento.

- ¡¿Y si ella no está bien?!- Billy a veces asusta.

- ¡Intento ser un buen tío con ella! ¡Yo no quería que la niña desaparezca así como así!- mi hermano suspira.

- ¿Qué vamos a hacer ahora?- se sienta en el banco en el que yo estaba al hablar por teléfono con él, Ginny lo mira- Es mi hija.

- Tranquilo, la encontraremos. No te preocupes, mi amor- hacen bonita pareja, eso se ve a simple vista. Mira ese abrazo, mira esos besos, yo también quiero a alguien así. Alguien que me mime como Ginny mima a mi hermano. Estoy solito- Venga, trata de estar más o menos bien, piensa que vamos a dar con ella y que estará genial. Imagínatela con sus gorgoritos adorables que tengo te gustan- mi hermano sonríe, aún están en el abrazo- Te prometo que Lily aparecerá.

- Eh, no llores. Vamos, en busca de ella. No te desanimes, Ginny- le intento dar ánimos, ella asiente- Y seréis felices con vuestra niña. Habrá más, ¿cierto?- ambos me miran- Más niños. Hermanitos para Lily- los dos se miran de reojo haciéndome reír- Venga, anda. Hay que encontrar a una bebé- los tres nos ponemos en marcha, vamos a peinar todo Loitsche hasta dar con la niña. Y si no la encontramos, toda Leipzig. Alemania entera si hace falta. Pero mi sobrina vuelve a casa como que yo me llamo Thomas.