Cap 20

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***(7 meses de embarazo)
- Estoy muy nerviosa, Billy-
- ¿Por qué?-
- Pues, porque ya mismo viene, y no sé cómo me irá en el parto. Tengo miedo también- nos miramos- Ya solo quedan dos meses-
- Sabes que estaré contigo- le dije-
- Ya. Pero, ¿y si algo va mal?-
- No. Escucha, Ginny, intenta estar tranquila cariño-
- Vale- llegamos a la universidad donde fuimos aceptados este verano, ya llevamos yendo un tiempo. Nos miran raro, sobretodo a ella, por su barriguita, y eso me fastidia. Pero bueno, hay gente estúpida que hace cosas inexplicables, eso siempre será así. Ella está tan ilusionada, pero claro, tenemos miedo, me incluyo yo también. Hemos estado ahorrando y tenemos para un alquiler. Pero, sumemos los gastos nuestros y los del bebé. No sé qué hacer, sinceramente, aunque ella me diga que me iré con ella a su casa o que ella se vendrá a la mía. Ya tenemos casi todo listo, solo nos falta un poco más de ropita y papales, fin. La madre de ella nos está ayudando mucho, y Tom también. Me lo veo siendo el tito que se lo mima todo, le compra ropita nueva cada dos por tres, juguetes, y la lleva al parque. Yo conozco demasiado bien a mi hermano, y me lo veo de venir. En fin. Esto es muy bonito, pero no paras de comerte el coco. No paras de preocuparte, de preguntarte cómo lo harás porque no sabes un carajo de bebés, y porque todo se basa en el dinero- No me sueltes-
- No, pequeña- la pegué a mí para que tuviera menos contacto con la gente- Un momento, voy a mi taquilla y vengo. No te muevas-
- Vale- fui rápido, la dejé ahí un momento porque donde estaba mi taquilla había más gente, y no quería que le hicieran algo- ¡EH!- grité cuando vi que un grupo de chicas se le acercaba, y cerré mi taquilla rápidamente- ¡DEJADLA EN PAZ!-
- ¿Y tú quién eres?- preguntó una de ellas- Ooh, es el marica de la universidad-
- Soy su novio. Dejadla en paz, en serio-
- Uuuh, mira como tiemblo- ellas rieron- Eres una maricona con patas, niñita. Y esta nena seguro que se ha quedado embarazada de otro, sabiendo lo maricon que eres y lo zorra que ella es-
- Que bueno- dijo una, y todas rieron-
- No os hemos hecho nada- dijo ella escondiéndose detrás de mí-
- Tú sí. Existir es tu mayor error, zorrita- todas empezaron a reír,pero a mí ya me cansaron. Cogí a la que le dijo eso del cuello y la apoyé en la taquilla de detrás de mí-
- Escúchame bien, estúpida mocosa- le dije, me cabreó que dijera eso de mí Ginny- Como tú vuelvas a decirle algo más a mi novia o a mi bebé, te vas a tener que ir al hospital. Doy dos avisos, al de tres tienes la nariz rota. Tú verás si quieres que los chicos vean lo zorra que eres, porque tú eres la verdadera zorra. Te lo digo una vez más: como vuelvas a hablar así de ella, o insultes a nuestro bebé, te vas a quedar fea para siempre- la solté al verla roja, le faltaba el aire- ¿Lo has entendido?-
- Seguirás siendo una maricona, y ella una zorra. Me da igual lo que me digas. Yo soy menor que tú, tú vas a salir perdiendo- sonrió-
- Saldré perdiendo. Pero, el puñetazo te lo llevas- me di cuenta que era una falsa, se le veía el relleno del sujetador, así que tuve el plan perfecto-
- ¡Eh!- dijeron todas incluida mi novia cuando le saqué el relleno, y se lo enseñé-
- Y luego ella es la zorra, ¿no? Ve a tomar por culo, que te encanta- le tiré el relleno a la cara, y cogí a mi novia yéndome de allí- ¿Te ha hecho algo?- dije cuando ya había menos gente- ¿Ginny?-
- No, no me ha llegado a hacer nada. Estoy bien- me abrazó- Gracias-
- No hace falta. ¿Qué pensabas que haría al meter las manos en ese relleno? No siquiera tiene, está plana. Tú eres muchísimo más linda que ella de aquí a Lima- rió-
- Oye, calla. Me da vergüenza- reí- Está bien- dijo sobando su barriguita- No le ha pasado nada-
- Como te toquen, les corto las manos-
- Qué dolor- rió-
- Para que aprendan la lección- la miré- Si te vuelven a decir algo, quiero que me lo digas-
- Está bien- puse mis manos a los lados de su barriguita, y me acerqué a ella para darle un beso-
- ¿Lo notas?- le pregunté sonriendo, y ella asintió- Le gusta cuando mamá y papá se dan amor-
- Que bonita nos va a salir- sonreí de nuevo- Corre, llegamos tarde-
- Sí- fuimos a clases, llegamos a tiempo-

***
- Eh, zorra- la llamó la de esta mañana- ¿Qué tal si tú y tu novio maricona desapareceis?- no le dije nada, solamente le metí el puñetazo en la nariz-
- Te lo he avisado- empezó a salirle un río de sangre manchando su camisa blanca-
- ¡Idiota!-
- ¡TÚ ERES LA IDIOTA!- le dije, y la miré furioso- Ahora te fastidias-
- ¡Estúpido!-
- ¡¿Quieres otro?!- dije levantando el puño en forma de amenaza, pero no pensaba volver a pegarle. Era para darle el sustillo-
- ¡No, no! ¡Está bien!- se levantó con ayuda de sus amigas mientras que nosotros nos íbamos- ¡Esto ha sido agresión a una mujer!-
- ¡Una mujer que ha amenazado varias veces a una pareja y ha hablado mal de su bebé!- le dije, y se tuvo que callar- Gilipollas-
- Ya- suspiró- Oye, lo siento-
- ¿Qué?-
- Por no poder defenderme sola, Bill- le di un beso en la mejilla, ella me miro-
- Para eso estoy, ¿no? Yo me sentía igual cuando se metían conmigo, y Tom siempre me defendía. Hasta que me cansé y les di una paliza-
- Que chungo eres- rió- Te quiero. Eres mi matón favorito- reí-
- Y tú mi gordita favorita- le dije poniendo de nuevo mis manos a los lados de su vientre, y ella sonrió-
- ¿Podemos coger el bus? Tengo dinero, Billy-
- ¿Estás cansada?- asintió- Vamos, venga. No quiero que hagas esfuerzos de más-
- Eres un cuidadoso conmigo, me encanta- sonrió. Cogimos el bus dirección a mi casa, Tom salió a almorzar con su "amiga", así que estábamos solos. Ella tuvo que ir al baño a soltar todo lo que comió, odio verla malita. Hice una sopita caliente para su estómago, le sentaría bien- Perdona, cariño- vino secando el agua de su boca con un clinex-
- Tranquila, no pasa nada- le dije, y soplé una cucharada de sopa para que no se quemara la boca- Prueba, a ver si te gusta-
- Vale- se la di, y ella sonrió- ¡Está buenísimo!-
- ¿De verdad?-
- Me encanta- me dijo, y se metió otra en la boca- Mmm... buenísimo-
- Oye, déjate para el almuerzo- dije riendo, igual que ella-
- Que buen cocinero- me guiñó un ojo-
- Soy tu cocinero personal- rió-
- ¡Malpensado!-
- Un poco. Puedo hacerte sopa en cinco minutos-
- ¡BILL!- me dijo algo sonrojada, a lo que yo reí-
- Era broma, boba. ¿No me conoces ya? Soy de gastar esas bromas- la abracé-
- Te quiero, tonto- me dijo sonriendo, pero no dejó su orgullo de lado-
- Eres la mamá más enfadona que existe- se cruzó de brazos con una cara seria- ¿Ves?-
- "Eres la mamá más enfadona que existe"- me repitió, y yo reí. Después de almorzar se echó un poco, y cuando asomé por la puerta de mi habitación, estaba dormida en el lado donde yo dormía-
- Descansa, Ginny- le dije, y me tumbé a su lado abrazándola por la espalda. Ella se movió un poco, pero no llegó a despertar. Yo también me dormí al rato, sintiendo como nuestra pequeña le daba patadas otra vez. Era tan adorable-

¡Abusones fuera del alcance de su novia!

Black. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora