Cap 3

647 36 9
                                    

- ¡Mira eso, Bill!- dijo mi hermano-
- Déjame, Tom- dije apagando mi cigarrillo con la suela del zapato-
- No. Mirala, es tu amiga, esa Jenny-
- Ginny-
- Eso- la miré-
- La madre que....- dije abriendo la boca, y me arreglé un poco- ¿Cómo estoy?-
- Fatal- bufé-
- Cállate ya, anda- la volví a mirar, por dios. Ese pantalón de cuero es tantísimo para mí, y va a juego con las botas y la chaqueta-
- Aquí va Tom a por su baby- dijo, y también se echó su espray para el aliento-
- Párate, amigo- dije cogiéndolo de la chaqueta, y él me miró- Relájate, anda-
- No. Déjame, es mi chica-
- De eso nada- le dije molesto- Ve a por ella cuando ames de verdad, no para una simple noche- tiré mi lata de refresco vacía, abrí mi espray echándome un poco también, y me seguí acercando a ella- ¡Hola!- dije sonriendo mientras me ponía delante, y ella se asustó-
- ¡Me has asustado!- reí- Justo iba a buscarte-
- Yo también te estaba buscando- entramos al recinto los dos- ¿Qué te pasa? Estás muy seria-
- No pasa nada- la volví a mirar, y vi que tenía su cabeza agachada-
- Se te da fatal mentir- paré, y ella también paró-
- Vamos, llegaremos tarde-
- Cuéntame prometo- suspiró-
- Me...me he peleado, ¿vale? ¿Contento?- me miró a los ojos, y vi su moraton en este-
- ¿Quién te hizo esto?- le pregunté preocupado-
- Nadie, déjalo. Venga, vamos- miré a Marcus, quien la miró sonriendo cuando pasó por nuestro lado, y luego la miré a ella. También lo miraba, y él le sacó el dedo del medio haciéndome enfadar-
- ¿Ha sido ese capu...-
- Déjalo, ¿vale? No quiero más peleas- me interrumpió- Por favor-
- No se quedará así- le dije, pero no fui en busca de él, ya iría este descanso-
- Bueno, tranquilo- me miró- Tienes...- dijo, y se puso de puntillas tocando mi cabello- No llego a penas- rió, y se volvió a poner normal- Tenías esto, maestro Bill- dijo enseñándome una hojita, y rió- Ya está-
- Gracias- le sonreí yo también-
- Oye- me dijo pasados unos segundos-
- Dime- se puso delante mía parandome, casi choco con ella-
- Estuve hablando con mi madre, y bueno- sonrió- ¿Quieres venir hoy a mi casa?-
- ¿A...a tu casa?- asintió- ¿Y eso?-
- Sabes por qué te he dicho maestro, ¿verdad?- negué, ella rió- Verás. Es que, a mi madre no se le da bien el inglés, y yo lo he heredado de ella. Le estuve contando mi día, porque soy nueva, y se me escapó que te tengo como amigo. Le dije al final que se te daba bien el inglés, y ella quiere que me des clases- empezó a reír- Lo sé, suena absurdo. Yo te las pagaría, de verdad, me ayudarías mucho. Pero, ¿tú quieres?- estaba en shock después de tanta información-
- ¿Precio?- asintió- Eres mi amiga, ¿cómo te iba a cobrar, pequeña? Yo...encantado- le dije notando mi sonrojo-
- ¡Gracias!- sonrió de nuevo- Entonces, mi madre te espera para almorzar-
- ¿En serio?- asintió- Vale- "Que fuerte", pensé para mis adentros.

"¿Será esto una oportunidad?"

"Cállate ya, mini yo"

"Podría ser, ¿no? Ella te invita a su casa, almorzamos juntos, y la ayudas con el inglés. Encima, a ella le gustan los chicos que saben hablar inglés. Y dice que apuntaría a sus hijos a tus clases"

"¡Que te calles! A ver, necesito un plan. Joder, es que está la madre. Me cachis, no tengo nada. Bueno, aunque, es demasiado pronto"

"Ataca, tigre. Venga, no seas cobarde"

"Llevamos conociéndonos una semana. No, un rotundo no. Fin de la historia"

"Que borde eres"

"Ssssh, silencio"

"Seco"

"Idiota"

"Aguafiestas"

- ¿Bill?- la miré-
- ¿Qué? Lo siento, está a en mi universo- rió-
- Da igual. Es que, te ibas a pasar de clase- me miró-
- Hoy me vuelvo a sentar contigo- le dije, y nos sentamos los dos-
- Amo tus pantalones- los miró- Me encantan los pantalones de campana- sonreí-
- Y a mí los de cuero- dije mirando los suyos, y me di cuenta que cruzó sus piernas. Por dios, nada me gustaba más que una chica con las piernas cruzadas, me parecían tiernas y sexys al mismo tiempo- Te quedan muy bien-
- Igualmente- los dos nos miramos- Esto es...- dijo señalando mi pecho-
- Un tatuaje- le dije- Próximamente quiero la mano- le dije- Pero, este me costó caro. Me ocupa todo el pecho-
- Cuánto dolor- reí-
- Pero, me encantan los tatuajes- me encogí de hombros- Estoy lleno de tatuajes-
- ¿Sí?- asentí, y me quité la chaqueta para que viera mis brazos- Ostras, me encanta- dijo acariciando los tatuajes, así que la miré. Me encantó la forma en la que me acarició, fue tan tierna. Por dios, luego me hacen daño. Normal, si me enamoré nada más conocerla- Yo también tengo un tatuaje- se quitó la chaqueta, y levantó un poco su camiseta dejando ver su vientre-
- Ese está muy chulo- sonreí-
- Me lo hizo mi abuelo. Si tú lo vieras, es un heavy. Está lleno de tatuajes, ya a penas le queda espacio- sonrió- Me encantan los tuyos- volvió a tocar mi brazo, y esta vez la miré a los ojos-
- Gracias- le dije, y le volví a sonreír. Los dos empezamos a reír, pues vimos a Tom pegándose un culazo en el pasillo después de la clase. Y, encima, después caí yo en el césped de afuera-
- ¡Billy, por dios!- dijo riendo a más no poder, y se tiró al césped. Yo también estaba riendo, y me estaba descojonando del todo- Se nota que sois hermanos-
- ¿No me digas?- volví a reír-
- Me gusta tu risa- fui bajando el ritmo de mi risa, y cuando dejé de reír, la miré-
- ¿Qué?-
- Me gusta tu risa- me repitió, y me miró- Es contagiosa, y alegra los oídos de cualquiera. Es agradable-
- Hoy me estás sorprendiendo- le dije algo nervioso- Me siento halagado- rió. De mientras escuchaba su risa, mi mente maquinaba todo, hoy estaba a tope.

Black. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora