Cap 13

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***(5 meses de relación)

- Billy, tengo calor- le susurré, y eché mi cabeza en su hombro un poco. Estamos a mayo, queda un mes para acabar el curso, y eso significa que llega el calor a Alemania-
- Y yo, me estoy asando- dijo moviendo un poco su camiseta, y me separé de él cuando la profesora se dio la vuelta. Sí, estábamos en clase a veintiséis grados, horrible-
- Toma- le susurré pasándole una nota bajo la mesa, y él la cogió. Mi Billy ha cambiado físicamente, y está mejor que antes. Está ganando músculo, no está tan delgado, se ha cortado el cabello, y se ha hecho nuevos tatuajes y piercings. Está más cariñoso, parecía imposible, pero es así. Se sigue quitando la barba, pero se la deja a partir de los miércoles. Sabe que me gusta con barbita, y mucho. Mi madre sabe de lo nuestro, y que Bill ha tenido valor de quitarme el honor, yo a ella se lo cuento todo. Pero, no le dije que fue en la fiesta de Georg, lo mataría. Todo nos va bien, y espero seguir así mucho tiempo. Terminan las clases, ¡al fin!-
- Me ha hecho gracia tu nota-
- Es verdad. La profesora está amargada, el marido le ha pedido divorcio. Estoy en el grupo de los cotilleos y me he enterado- rió- No te rías, es verdad-
- ¡Ginny!- dijo parandome, y me miró-
- ¡¿Qué te pasa, bobo?! ¡Me has asustado!- le dije-
- Así se te quita el hipo- me volvió a dar hipo-
- Pues no- lo miré-
- Aish. Toma ya- me dio un beso- ¿Contenta?-
- Ahora mejor- los dos nos reímos, y salimos del instituto- ¿Vienes a mi casa?-
- ¿Vienes tú a la mía?- me puso ojitos-
- No me pongas ojitos, amor- me puso más ojitos aún- Vaale. Llamaré a mi madre, espera un momento-
- ¡Bien!- sonrió-
- Dame un momento, cachorrillo- dije riendo, y le avisé a mi madre de que comería con él. Ella me dejó, y ya me volví a acercar a él- Ya está. ¿Fue para tanto?-
- Para mí sí- reí de nuevo-
- Creí que ya no podías estar más laposo- sonrió-
- Contigo sí, y más todavía. Pero, eso me lo guardaré para cuando estemos casados-
- ¡Qué tierno!- le dije achuchando sus mejillas con cariño- Vámonos, tengo hambre-
- Yo también- me dijo, y cogimos el bus. Llegamos a su casa, y escuché unos ruidos provenientes de una de las habitaciones- ¿Tom?- pegó el oído a la puerta de esa habitación, y puso cara de "Vámonos de aquí"- Están en mitad de...-
- Ya, lo pillo- hicimos el almuerzo juntos, pizzas. Nos manchamos y todo de harina, porque empezamos a jugar como niños pequeños-
- Que hambre- dijo mirando el horno aún de cuclillas- Te veo de venir- dijo cuando lo abracé-
- Solo te estoy dando cariño, porque te amo- rió cuando le empecé a besar las mejillas, y sí, hice de las mías. Lo tiré para atrás haciendo que diera un culazo. Empecé a reír yo también, y él me miró con cara de "Te vas a enterar"- ¡No!-
- ¡Ven aquí!- corrí hasta el salón, donde me escondí bajo la mesa- Amor, te voy a encontrar- cuando pasó por delante de mí, le di un apretón en la pierna, y él rió- Prepárate-
- ¿Para qué?-
- Para ser comida-
- ¡No!- reímos- ¡Déjame, soy la pequeña!-
- ¡Qué se aprovecha del amigo del mayor!- cuando lo entendí, me puse muy roja- Ven, al horno- dijo metiéndome en la cocina-
- ¡No!- reí-
- Deja que te dé un bocadito-
- Mm...solo uno- me dio un beso en la mejilla acompañado con una pequeña mordida, siempre me la daba. Pero, no me hacía daño, lo hacía con cariño. Y luego mordió mi labio inferior- Dije que solo uno-
- Pues, yo quería dos. Porque estás muy rica- los dos nos reímos- ¡Te quiero!-
- ¡Y yo!- el horno sonó, bien, así no sería yo su almuerzo, y ya sé en el sentido en el que lo dijo. Los dos sacamos las pizzas, y empezamos a almorzar mientras veíamos las noticias. Entre los dos lavamos lo que ensuciamos, y luego vimos una película en su habitación-
- ¿Te gusta el chocolate?- asentí- Esto te va a gustar-
- ¿Qué se te ha ocurrido?- se levantó de la cama, y fue a la cocina-
- ¡Ya lo verás, pequeña golosa!- me dijo, y salió a los segundos- Cierra los ojos-
- Vaale- los cerré, y noté que me huntaba algo en los labios- ¿Qué estás haciendo?-
- Algo que te va a encantar- rió, y cuando terminó, me abrazó por la cintura como siempre hace- Sigue con los ojos cerrados-
- Vale- volvió a morder mi labio inferior, y ahora noté un regusto a chocolate- Oye, ¿me has puesto chocolate?-
- Sí- volví a notar sus labios en los míos, y ahora mordió el superior llevándose todo el chocolate. Me reí, con toda la vergüenza del mundo sobre mí, pero me gustó. Y no me dejó la boca en paz hasta que se llevó todo el chocolate-
- Me gusta tu idea- le dije cuando abrí los ojos, y me hizo gracia ver cómo se relamía los labios- Creo que te la copiaré-
- Como tú quieras- sonrió- Sabía que te gustaría-
- Eres el único humano que me conoce al cien por cien después de mi madre, Billy- Tom salió de su habitación, y se asomó a la de él-
- ¡Hola!- sonrió, y secó el sudor de su frente-
- ¿Hola? Vaya numerito, amigo- le dijo mi Billy-
- ¿Numerito? ¿De qué me hablas?-
- Los golpes en la pared, eres un ruidoso- reí por lo que dijo mi Billy-
- ¿Qué? ¡No he hecho nada de eso, hombre! He estado reubicando mi habitación, mira- los dos nos levantamos, y nos asomamos a su habitación- Si escuchaste golpes, es porque estoy moviéndolo todo. Me caí varias veces sobre la cama, no podía con ella, pero lo conseguí- volvió a sonreír- Eres un malpensado, ¿lo sabes?-
- Me acabo de dar cuenta- reímos los tres-
- Ginny, estás más guapa que la última vez que te vi. ¿Cómo te va con el pervertido de mi hermano?- reí-
- Déjalo, es muy tierno conmigo- le dije- Vamos bien, lo quiero tanto- lo achuché, y ellos rieron- Me hace muy feliz-
- Me alegro. Chicos, he quedado con una amiga-
- Uuuh- dijimos mi Billy y yo a la vez, y él rió-
- Es lesbiana, no os paséis-
- A lo mejor se vuelve hetero- le dijo Bill-
- Ay, Billy. Me siento halagado, osea- dijo con un tono, como se dice "maricon", y encima me hace la pose- Bye, cielito- los tres reímos, y él salió de casa-
- Está como una cabra- le dije, y él sonrió
- Desde luego- me dijo- Bueno, señorita Schmidt- me miró- Estamos solos-
- ¿Y?- le pregunté siguiéndole el juego- ¿Te has quedado con hambre?-
- Un poco. Tengo ganas de comerme a un tomatito adorable- me abrazó, pero hizo que saltara para cogerme-
- ¿Dónde está ese tomatito?- me volvió a dar un bocadito de la mejilla haciéndome sonreír-
- Aquí mismo, pequeña- me dejó mordidas y besos en la mejilla, en los labios, y bajó hasta el cuello- Pero, no quiero si ese tomatito adorable no quiere. No pretendo presionar- me dio un beso con cariño, sin buscar algo más allá del beso-
- Ese tomatito adorable tiene hambre también- él rió, y nos volvimos a dar un beso. Esta tarde sería divertida-

¡Pronto lo bueno, lo prometí!

Black. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora