Cap 12

225 18 7
                                    

***(3 meses después)

- Que pena que haya tenido que atrasar la fiesta hasta este mes-
- Lo sé. Pero, hasta que no superase lo de sus padres, el pobre estaba que se caía en pedazos- le dije a ella-
- Hay que ver qué manera de morir- asentí, y ella me miro- ¡Qué guapo!- me abrazó- Me encanta cómo te queda esta ropa-
- Tú también vas muy guapa. ¡No, mentira!-
- Ya empiezas-
- Tú siempre vas preciosa- le dije, y le di una mirada de pillo-
- Cómo te gusta gastarme esas bromas-
- Que bien lo sabes- se terminó de arreglar el cuello de la chaqueta de cuero- ¡Qué guapa!- cogí su cabeza con cuidado dándole unos cuantos de besos en la mejilla, y empezó a reír-
- No me quieras despertar- me dijo riendo-
- Ooh, cuidado. La chica mala- le di un pico en los labios, y los dos bajamos abajo para despedirnos de su madre. Anoche me quedé a dormir con ella, pero, aún no pasó nada de eso entre nosotros. Me gusta dormir con ella, es tan cálida. Y yo que siempre tuve la piel fría, imagínate-
- Nos vamos, volveremos esta noche- dijo ella a su madre-
- Vale, cariño. Tened cuidado-
- Sí- nos despedimos de ella, y nos fuimos a la fiesta andando. Georg vivía relativamente cerca de ella, a dos manzanas, tampoco estaba tan lejos. Gustav, él está hospitalizado. Tuvo un accidente con la moto y se ha hecho heridas buenas, lo tienen que operar de la rodilla, y se partió la nariz. Un desastre, vamos. Y a Georg se le murieron los padres hace poco. Estaban de crucero, y el barco chocó estilo Titanic. Se fue al carajo básicamente. El pobre ha estado muy mal, se ha venido con nosotros en los descansos, y entré Tom y yo lo hemos intentado animar. Tuvo que aplazar la fiesta, y bueno, las navidades con ella fueron especiales. Jugamos con la nieve, montó el árbol de mi casa conmigo, y en la noche de año nuevo dormimos juntos. Recuerdo cómo estaba, tan nerviosa que no se durmió hasta las dos de la mañana- Oye, hay gente. Es normal que te agobies, es tu primera fiesta, pero como no te vas a separar de mí- le dije, y puse su cabello tras sus orejas- ¿Lista?-
- Sí- sonrió. Cuando pegué an timbre, Georg abrió-
- Hombre, Bill- sonrió-
- Cuánto tiempo- sonreí, y los dos nos dimos un abrazo- Estás mejor por lo que veo-
- Sí. Aún lo tengo, pero bueno. Me enteré de lo de Gustav, he estado hablando con él-
- Pobrecillo también- asintió- Bueno, típicas presentaciones. Georg, ella es mi novia, Ginny. Él es con quien hablabas el primer día de clases-
- Sí, yo lo conocía de vista. Bueno, es un gusto aún así. Soy Ginny-
- Georg- sonrió- Igualmente. Bienvenida a la fiesta-
- Gracias- dijo ella sonriendo-
- Os enseñaré dónde están las cosas-
- Vale- nos enseñó la casa entera. Los baños, cuartos de invitados, barra, y patio- Sois libres, parejitas. Hay una máquina de....-
- ¡Calla, calla!- le dije rápidamente- Ya sé lo que hay, me conozco esta casa como la palma de mi mano. Es muy vergonzosa, por eso te callé-
- Lo siento- dijo ella riendo-
- No, tranquila. Es normal, has sido la niña buena toda la vida. Bueno, a disfrutar- se fue dejándonos libertad en la casa-
- Voy a por algo de beber- me dijo, y se acercó a la barra. Vi que un chico le estaba hablando, y que estaba por pegar la mano a su trasero. Ahí entré yo, cortándole todo el rollo-
- ¿Pediste ya, mi amor?- le pregunté dándole besos en el cuello-
- Ya mismo me lo dan, Billy- me empezó a hacer cariñitos en el cabello, eso me encantaba- ¿Por?-
- No, por saber- miré al chico, que enseguida se levantó yéndose de ahí- ¿Qué pediste?-
- Un par de refrescos-
- ¿Te acuerdas cuando te emborrachaste en tu cumpleaños?- asintió riendo- Ya te falta un año para los dieciocho-
- Lo sé- sonrió- Te quiero, Billy- justo nos dieron las bebidas- Gracias-
- Ven, vamos a explorar- ambos dimos una vuelta por la casa, hablamos, nos reímos, muchas fotos sobretodo, y acabamos en el sofá con cinco vasos de refresco ya por delante-
- ¿Y si, el día de mañana, tuviéramos un grupo de música?- sonreí ante su pregunta-
- Me encantaría. Pero, contigo como cantante-
- Y contigo-
- Dos voces- asentí- Me gusta-
- A mí me gustas tú- le dije, y le di un beso. Cogió los flequillos de mi melena haciéndome de nuevo cariñitos, y los soltó a los segundos para cogerse ahora de mi cuello-
- Besas muy bien, ¿lo sabías?-
- Siempre me lo dices-
- Porque es verdad- sonreí, y volví a juntar nuestros labios-
- Y tú sabes muy bien- rió-
- Esta casa es gigante- asentí- Me ha gustado la habitación de invitados-
- ¿Cuál de ellas?-
- La de la pared negra y blanca- no caí en cuál decía, y se rió por mi cara de "¿Te lo acabas de inventar?"- Mira, ven- nos levantamos del sofá, y ella me llevó hasta esa habitación- Esta- abrió la puerta y entró- Es enorme, y me encantan los colores-
- Aquí me quedaba yo a dormir- dije recordándola-
- ¿No te conocías la casa como la palma de tu mano?- reímos, y ella se sentó en la cama-
- Era para que cerrase el pico- la miré, y yo cerré la puerta- Siempre dormía aquí cuando me quedaba a dormir, porque es la más fresquita. Yo me venía en el verano con Tom, y dormíamos en esa cama- dije señalando la cama, y ella se quitó los zapatos- ¿Qué vas a hacer?-
- Saltar. En mi casa no puedo, y como está la puerta cerrada, voy a aprovechar- se subió y empezó a cantar mientras cantaba, lo que me hizo reír- ¡Vamos, vente!-
- Lo que tienen que aguantar los mayores- dije riendo, y también me puse de pie en la cama-
- Vaya, hombre- rió, y cogió mis manos- ¡When you send me an angel!- empezó a cantar de nuevo, y yo también me puse a cantar con ella mientras saltaba. Nos reímos mucho, me lo pasaba genial con ella. Y de nuevo, mis amigos diablito y angelito aparecieron.

"Aprovecha, tonto, la tienes en el bote"

"Hazlo con cariño, puede que le duela o incomode"

"Lo mismo digo. Pero, asegúrate de que no se parte el somier"

"Y, sobretodo, pídele a Georg una..."

¡Qué dicen! ¡No puedo!

"Te recuerdo que somos tu mente"

"Y parece ser que dices lo contrario"

Esperad a ver cómo fluye la noche.

- No puedo contigo- dije riendo, y me dejé caer del todo. Ella también se dejó caer al rato, y me miró-
- Aún me pongo nerviosa- rió-
- Por estas cosas te quiero- le dije riendo. Nos miramos, y me dio un pico en los labios, eso me gustó. Lo que pasó de ahí en adelante me pidió que no lo contara, y yo sé guardar secretos-

¡Ay, que tierno! 7u7

Black. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora