Cap 18

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***(5 meses y medio de embarazo)

- ¡Bill!- me llamó, y rodé los ojos-
- ¿Qué pasa, cielo? No tardo, Ana. Ahora te sigo ayudando-
- Sí, tranquilo- subí las escaleras arriba, y entré a su habitación-
- ¿Qué ocurre?- me miró-
- Ven- me senté a su lado- ¿Me puedes traer helado? ¡No, espera! Sandía-
- ¿Helado o sandía?- rió-
- Ambas- abrí la boca-
- ¿Seguro que tú eres mi Ginny? ¿No serás un dinosaurio?- volvió a reír-
- Soy una embarazada de cinco meses. Anda, porfa- me pidió haciéndome ojitos-
- Está bien- bajé, y abrí la nevera pasa sacar la sandía-
- ¿Qué le ocurría?- me miró su madre-
- Quiere sandía y helado- ella rió- Está hecha una tragona con el embarazo- saqué un cuchillo y corté una tajada de sandía. Se la hice trocitos en un cuenco, y se la mezclé con el helado. Hoy la verdad es que hacía calor, estábamos en agosto, y es un mes muy caluroso. De vez en cuando le dan bochornos, es normal, está embarazada de cinco meses-
- Gracias por no dejarla, Bill- me miró- Siento haber dudado de tí-
- Tranquila, es normal. Uno quiere mucho a un hijo, y empiezo a tener experiencia sobre eso- sonrió de nuevo- Discúlpame, voy a llevarle esto a la dinosauria-
- Vale- dijo riendo, y yo también reí. Subí las escaleras, y entré a nuestra habitación-
- Hola, cariño- me miró-
- Gracias, Billy- sonrió- Ven, quédate un momento-
- Claro que sí- le dije, y me senté a su lado-
- Dame tu mano- se la di, y ella la puso sobre su vientre-
- Ooow- dije muriéndome de ternura-
- Da patadas cuando su padre llega- sonrió- ¡Qué buena pinta tiene eso!-
- Con todo mi amor para mi linda flor- rió-
- Eres un poeta- cogió una segunda cucharada- Abre la boca-
- ¿Para qué?-
- Ábrela y ya- la abrí, y ella me metió esa cucharada dentro-
- Está bueno- asintió- Te quiero, cielo-
- Y yo a tí- me abracé a ella- A penas puedes abrazarme, Billy-
- Tu adorable barriguita me lo impide- rió-
- El mes que viene empezamos en la universidad- asentí- Que barbaridad. Este último año en el bachillerato del instituto ha sido lo mejor-
- Puedo decir lo mismo- sonreí- Mm, tres sabores-
- ¿Qué?- le di un beso cuando se metió otra cucharada en la boca, y ella rió- Billy, es lo más cursi que has hecho-
- Lo sé- reímos-
- A parte de lo del chocolate en los labios- me miró-
- Deberíamos de repetir- dije alzando las cejas rápidamente, y ella rió-
- Cari, esto me encanta- dijo metiéndose otra cucharada- Tengo unos antojos que no veas-
- Y unos cambios de humor mortales-
- ¡Zoquete!- me dijo dándome un pequeño pellizco del brazo- ¡El divorcio!- me dijo riendo-
- Si no siquiera estamos casados- reí yo también-
- Es broma, tonto. Jamás me separaría de tí-
- Adorablemente adorable- me volvió a meter una cucharada, y yo reí-
- Así voy cogiendo práctica para darle los potitos-
- ¡Me encanta ser tu bebé grande!- le dije cuando me tragué lo que me dio, y me quedé justo cara a cara con su vientre-
- Billy-
- ¿Qué pasa?- acarició mi cabello-
- Te quiere, está volviendo a darlas- subí su camiseta dejando descubierta su mona barriga, y le empecé a dar caricias notando las patadas de nuestro bebé- ¿Qué te gustaría que fuese?- nos miramos- ¿Niño o niña?-
- Niña- sonreí- Que se parezca a tí, con tus manitas, y tus adorables ojitos...- sonreí de nuevo, ella rió- ¿Y tú?-
- Soy feliz salga lo que salga, como si sale unicornio- los dos reímos-
- ¿Cómo podemos llamarlo mientras que no sepamos el sexo que tiene?- la miré-
- Mm...batido-
- ¿Batido?- reí-
- Es que tengo hambre- abrí la boca sorprendido, y ella rió-
- Por dios, Ginny. Sólo te falta comerte todo de la despensa- rió sin control- Madre mía, chica-
- Tengo que comer por dos- suspiró- Estoy gorda-
- Dale erre que erre- le dije algo molesto- No estás gorda, estás embarazada-
- Mírame las piernas, por favor. Los tobillos. Están horribles-
- Mentira. Eres preciosa, eso nunca cambiará. Y no estás gorda, que lo sepas. Pienso que no hay nada más bonito que llevar a tu...- la miré- "Batido" dentro de tí. Y, si tú estuvieras gorda, te amaría igual. Deja de decirlo, me molesta que tengas ese poco amor propio-
- Tú eres el amor que necesito- dijo sonriendo, y me dio un beso-
- A este paso te va a romper la barriga- dije volviendo a notarla al rato, y esta vez le di un par de besos-
- ¡No hiciste eso hasta ahora!- dijo al parecer feliz- Que tierno, Bill-
- Lo haré siempre, cielo- la volví a abrazar, y me quedé rozando la punta de mi nariz con su barriguita en forma de cariñitos-
- Gracias- me dijo- Gracias por todo, Bill-
- Eh, nena. ¿Te pusiste sentimental?- reí-
- Un poco- me sonrió- Esto es nuevo para mí, sabes. Y, que tú me des ese cariño y ese apoyo, me gusta, me hace feliz. Contigo va a ser muy feliz, y baba estar muy bien. Te conozco demasiado bien, Bill, podría callar bocas contando cosas buenas de tí. En fin, que me he emocionado, me gusta saber que voy a ser mamá contigo-
- Eres lo más tiernito del planeta Tierra- dije haciéndole cariñitos en el cabello- Para mí también es nuevo, y debo admitir que hay veces que me pongo como una nena pequeña- rió- Pero, lo que no me gusta es que llores-
- Es de alegría. Soy feliz, Billy-
- Y yo. Pero, nunca me ha gustado verte de llorar- le di varios besos haciéndola de reír- Así me gusta verte-
- Me encuentro mejor-
- ¿Estabas de bajón?- asintió- Muy mal, enana-
- Lo siento- rió- Billy- la volví a mirar- ¿Me puedes traer chocolate?-
- Que barbaridad- me levanté de la cama riendo-
- Pero, tráete la Nocilla- me miró sonriendo algo juguetona, yo le sonreí de igual manera-
- Voy- ella me hizo a mí lo del chocolate en los labios, se copió mi idea. También me echó por el cuello, y eso sí que me fundió por completo- Me gusta tu manera de comerme-
- Espérate a que pueda volver ra entrar en acción-
- Oye, traviesa- dije haciéndole cosquillas, y ella rió-
- Es la verdad. Aunque, sabes que es con amor- reí de nuevo, con ella siempre reía-
- Pasado mañana sabremos su sexo- asintió de nuevo- Que ganas de saberlo ya-
- Yo también las tengo, Billy-

¡Sexo sorpresa pasado mañana! ¿Niño o niña?

Black. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora