Cap 24

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- Joder- me desperté, y miré la hora en el despertador- ¿Las cuatro y media?- de la mañana. Últimamente no dormía bien, como al principio de esto. Me levanté, fui al baño, y cuando terminé, bajé a por un vaso de agua. Subí arriba, y me volví a acostar al lado de mi novio-
- ¿Qué te pasa, mi amor?- abrió los ojos algo dormido aún-
- Me he despertado, como siempre- me abrazó- Estoy bien-
- Vale- se durmió de nuevo enseguida. Y dios, vaya dilatación me hizo la pequeña, me dolió mucho-
- Bill, despierta- le dije, y noté que mi pijama se mojaba. Llevé mi mano a la parte trasera del pantalón, y me lo había mojado definitivamente. Me volví a levantar para lavarme las manos, y me volvió a dar otro dolor más fuerte aún- ¡Bill!- lo llamé un poco más fuerte, pero este hombre tiene un sueño muy profundo. Tuve que salir del baño, y me acerqué a él moviéndolo un poco. En el último ya rompí del todo, así que lo sacudí- ¡BILL, ACABO DE ROMPER AGUAS!- le grité, y él dio un salto sentándose de golpe-
- ¡¿CÓMO?!-
- ¡YA VIENE!- le dije, y empecé a ponerme nerviosa-
- Voy, joder- se puso su ropa como flash, y me sacó de la habitación por patas- ¡Ana!- llamó a mi madre pegando a la puerta de su habitación-
- ¿Qué ocurre?-
- Nos vamos, está de parto- le dijo él, y me cogió para bajar las escaleras-
- ¡AY MADRE MÍA!- ella también se alteró, esta situación me hizo gracia-
- ¡Bill, me duele!- busqué su mano en el coche, y él me la dio- ¡Jodeeer!-
- Ya estoy aquí, ya estoy aquí- mi madre nos llevó al hospital, donde tenía asegurado un doloroso parto-

***
- ¡Otro más!- llevaba ya un ratazo ahí metida dando a luz, y ya estaba que no podía más-
- Lo estás haciendo muy bien, Ginny- volví a apretar su mano, y él me acarició el cabello- Ya casi lo tienes, eres una ganadora-
- ¡Joder, joder, joder!- suspiré, y volví a hacer fuerza- ¡¿Por qué no me funciona la puta epidural?!-
- Tranquila- me quitó el sudor de mi frente con su mano, y me dio un beso en ella- Verás cuando esté con nosotros-
- ¡Te falta poco! ¡Cuando venías ya estaba asomando!- me alegré de que ya me quedara menos-
- ¡Lo siento!- le dije a él cuando volví a hacer fuerza en su mano-
- Ya lo tienes- me dijo, y volvió a acariciar mi cabello- No puedes rendirte ahora, cariño-
- Sigue animandola. Pequeña, un poco más y ya está-
- ¡Lo estás consiguiendo!- me dijo él- Haz lo mismo que yo- hizo lo que me enseñó mi madre para calmarme, así que intenté hacer lo mismo- Que bien lo haces, sigue así-
- ¡Ya podéis abrir el confeti!- nos dijo, y noté menos dolor- ¡Enhorabuena!- un precioso llanto inundó la habitación, y me puso a nuestro bebé en el pecho-
- ¡Madre mía!- dije contenta, y la miré. Me emocioné tanto que empecé a llorar de nuevo, igual que él-
- Es preciosa- me dijo mirándola-
- Lo sé- sonreí secando mis ojos, y la volví a mirar- Hola, pequeña-
- Bienvenida- dijo él, y me dio un beso en la coronilla- Has estado genial, cielo-
- Gracias- sonreí de nuevo, y ella me miró- ¡Hola!- siguió llorando, y yo reí- Ya está, mi niña. No llores-
- Ya soy papá- lo miré- ¡Soy papá!- dijo feliz-
- ¡Sí!- sonrió-
- ¡Ginny, somos padres!- se levantó dando un par de saltitos, eso me hizo reír-
- Tranquila, cariño. A tu padre se le va la olla- rió-
- Mi pequeña Lily- dijo sonriendo, y ella lo miró- ¡Soy papá Bill!-
- No te entiende, bobo- reímos-
- Me da igual, me encanta de todas formas- le dio un beso en la frente, y luego me dio uno a mí en los labios-

¡Bienvenida, Lily!

Black. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora