PRÓLOGO

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CESAR

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CESAR

<< Es confuso, pero siempre en mi mente el registro o más bien el recuerdo de eso, en mi niñez.

Esa tipo pradera con su gramilla, cual como alfombra se mueve al compás de la brisa veraniega.

Unos pocos árboles en la extensión y tan verde como esta, ornamentando o hasta podría decir, embelleciendo más ese campo.

Me acomodo sobre el tronco del árbol, donde me apoyo descansando.

Y ese sol.

Sí, el mismo.

Brillante y dorado, irradiando con todo su esplendor por estar el cielo despejado de un azul tan nítido.

No entiendo mucho de arte, pero evocando ese recuerdo, podría apostar que parece un gran como inmenso cuadro pintado por el mejor artista.

Uno, viviente.

Sé, que estoy soñando.

Durmiendo.

Aprendí a comprender o darme cuenta, cuando estoy en uno y más, al soñar nuevamente con esta escena y por eso, procuro hacerlo más.

Que se alargue.

Se aplace.

Suspiro dormido.

Ya que siempre llego al mismo punto en él.

Cuando la veo en la lejanía y entre esa grama.

No tengo idea, porque siempre hay distancia entre nosotros, pero sí, que y desde mi punto, yo puedo verla perfecto, como y en su corto andar va acumulando en una de sus manos y por ir recogiendo un ramillete de diminutas flores silvestres que tapizan ese césped.

De color cereza.

Siento que ama ese color.

Porque hasta el vestido de verano que lleva, tiene un pequeño dibujo en su estampa con esa fruta.

Y sonrío.

Sí.

Soñando, descubro que lo hago, porque ella también lo hace al darse vuelta feliz hacia mi dirección, elevando su manojo de flores color cereza para que vea cuanto a recogido.

Y ese cuadro viviente por el mejor pintor y que mencioné antes, ahora siento que se convierte en sinfonía.

Porque ella, balanceando el ramo, caminando hasta mí, la brisa colmando el lugar como a nosotros y en su proceso acomodando por la misma la capelina infantil que cubre su cabeza y resguarda del sol.

Me pongo de pie para recibirla, sacudiendo mis cortos pantalones de dejos de hierbas.

Es como una sinfonía también para mí, y la llamaría.

Y mi pequeño corazón por mi corta edad, palpita.

Cereza y música. >>


Cherry Love [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora