Capítulo 32

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- Papi.- oí la voz de Peter.- Mami quiere que entres, el doctor esta dentro.- asentí y me frote la cara con mis manos, entré con Peter. Abby se encontraba vestida y mirando como hablaba el doctor.

-...por eso murió el bebé.- terminó.- Señor, su novia ya esta lista para irse. Aquí tiene la alta médica.- me dijo este entregándome un papel, lo firmé con un bolígrafo de el y se fue. Cogí la bolsa vacía de ropa y ellos salieron sin decir palabra, los seguí hasta el coche y Peter ayudó a Abby a entrar detrás. Arranqué y condujeron hasta nuestra casa.

Entremos y Peter, Zoey se fueron a su cuarto a ponerse los bañadores, se iban a la piscina.

Llevé la bolsa al patio trasero y la guardé en un armario que teníamos allí.

Me quité la camiseta mostrando todos mis abdominales y músculos marcados, y la tiré a la lavadora.

- Papi.- me llamó Zoey.

- Dime amor.- respondí agachandome a su altura.

- Ayuda a mama a ponerse el bañador, por favor.- dijo saltando, asentí y fui detrás de ella. Abby estaba intentando ponerse su biquini rosa pastel pero no podía.

Fui hacia ella y le quité su ropa, junto la ropa interior, mi erección era notable pero no podía hacer nada, las lágrimas caían por mis ojos pero no lo había notado, ella.

Le puse el biquini a su medida y le coloque sus sandalias negras, ella se levantó y yo me levanté con la mirada en el suelo.

- Iré con los niños. Mirame.- ordenó con voz rara, no lo hice y suspiró.

- Iré después.- avisé, asintió y se fue. Me senté en la cama y tapé mi cara con mis manos, solloce temiendo perder a mi familia y vivir de nuevo el horror de estar solos.

Me quité la ropa y me puse unas bermudas acuáticas azules. Limpie mi cara aunque mis ojos estaban rojizos. Bajé descalzo y fui a la piscina.

Abby estaba en la orilla sentada y Zoey jugando con Peter en el agua. Me metí al agua con ellos y Peter me tiró agua.

- ¡Hey! Tu vas conmigo.- dije riendo sin ánimos.

- Ahora voy con Zoey.- gritó jugando y riendo con ella. Zoey se subió a mi espalda y me zambulli con ella adentro, salí enseguida y besé su mojada y suave frente.

- Mamá entra.- dijo Peter entusiasmado. La miré y me miraba con tristeza.

- Chicos dejad a mama, esta cansada del hospital. ¿Pedimos unas pizzas?.- dije tratando de desviar el tema.

- ¡Si papá!.- gritaron efusivos.

- Peter campeón, ven.- llamé a Peter.- Vamos a hacer un plan secreto, pero solo nosotros solos. No le digas a mama ni a Zoey.- le susurré cuando vino, el asintió y miré a Abby que estaba mirando y hablando con Zoey, salí de la piscina y todos me miraron. Me seque el cuerpo y manos y fui a llamar a la pizzería.

- Hola, pizzería Bobby's. ¿Que desea pedir?

- Hola, quería pedir una pizza familiar a domicilio. Vivo en el 129 de WallStreet.

- Okay señor, en veinte minutos, su pizza sera entregada, gracias y adiós.

- Adiós.- colgué y fui de nuevo a la piscina. Pero Abby no estaba.

- Chicos, ¿y mami?.- pregunté buscándola.

- Se fue corriendo arriba con la mano en la boca.- dijo Zoey.

- Salid del agua y secaos.- dije corriendo arriba, me acerqué al baño y no había nada. Al cuarto de los niños y nada. A nuestra habitacion rota y nada. A la de invitados y nada. Joder.

Oí sollozos y una corriente de aire, el balcón. Corrí allí y estaba ahí, llorando y abrazándose a si misma.

- ¿Te encuentras bien?.- pregunté, ella volteo y me contuve de abrazarla.

- Si, no paso nada.- dijo limpiando sus lágrimas, asentí y dejé que pasará delante de mi.

(...)

Había pasado media hora y la pizza no venía, la mesa estaba puesta. Todos estábamos con el pijama y faltaba Abby que llevaba diez minutos arriba.

- Zoey, ve a ver si mama esta bien.- dije suspirando, ella asintió y corrió arriba a ver. Justo al rato tocaron la puerta de entrada, me levanté con pesadez y la abrí. Allí estaba una chica con la pizza.

- Hola guapo.- coqueteo, ella era de pelo azabache, piel bronceada, delgada y con curvas. Era guapa.

- Hola.- saludé sacando la billetera.- ¿Cuanto es?

- Te lo dejo gratis, si nos la comemos o nos comemos juntos, cariño.- dijo abriendo su blusa. Oí pasos y la voz de Zoey reír.

- ¿Cuanto es?.- pregunté de nuevo. Oí un gritito de alegría y me volteé, los pequeños jugaban y Abby los miraba perdida pero sabia que me escuchaba.

- Eres tan sexy.- dijo la pizzera. Tomé la pizza en la caja y le tiré un par de billetes.

- No vuelvas, tengo una familia y no es perfecta pero me sobra con lo que tengo y no la perderé por una tía fácil como tu, vete a restregar...

- ¡No soy una puta!.- grito chillona.

- Papi, ¿que pasa?.- oí la voz de Zoey y la mire, estaba agarrada a mi pierna.

- Nada Zoey, aquí esta la pizza. Dile a mama que la amo más que a nada.- le dije susurrando lo último.

- Si.- dijo corriendo adentro, me giré y la pizzera no estaba. Cerré la puerta y le puse dos seguros.

- ¡Tenemos hambre!.- gritaron los pequeños, puse la pizza encima de la mesa y me senté al lado de Zoey para no incomodar a Abby que mira la pizza con una sonrisa triste.

- Mami come.- oí decir a Peter mientras comíamos.

- No tengo hambre, iré a dormir.- dijo con voz rasposa, iba a llorar fijo, dejé de comer y tapé mi cara con las manos, ella se fue y me levanté.

- Yo tampoco tengo hambre.- dije lavando mi vaso y él de Abby.- Iré a por unas mantas para mi.- Ellos asintieron y subí trotando a la habitación nuestra dañada, cogí unas mantas y una almohada y salí. Escuche sollozos y lamentos en la habitación de invitados así que me acerqué silenciosamente.

- L-lo arruiné todo. ¿Q-que hago Jacob? Ojala estuvieras aquí, te necesito.- oí sollozar a Abby que estaba mirando a la ventana. Ella volteó y se quedó mirándome pálida.- ¿Escuchaste algo?.- preguntó limpiándose sus lágrimas.

- No.- mentí notando como me iba a derrumbar de nuevo, ella lo notó.

- ¿Estas bien?.- preguntó. Asentí y suspiro.

- Dormiré abajo, puedes dormir ya si quieres, acostaré a los niños y me dormire, si puedo.- dije mirándola, asintió y me fui abajo, y extendí las mantas por el sofá. Subí y acosté a los niños, apagué su luz y antes de bajar fui a donde dormía Abby, estaba durmiendo y sin tapar. La arrope suavemente y la quedé mirando, solloce en silencio y deje un beso en su frente.

(...)

Oí un ruido en la cocina y abrí los ojos y cogí mi móvil: 04:38 am. Me levanté y fui a la cocina en silencio por si se tratara de un ladrón. Me asome y vi a... ¿Abby?

- Abby, ¿estas bien?.- pregunté acercándome a ella, ella retrocedió con la mirada gacha y frunci el ceño.

- No...

SECUESTRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora