Capitulo 5

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Jacob fue a abrir la puerta. Cuando la abrió, lo empujaron y vi que era Mike. Me cogió del brazo y empezó a empujarme contra la pared. Empezó a besarme entera, y de mis ojos solo salían gritos y lágrimas.

- Maldita puta, ¿que coño haces con este imbécil? Te lo estas follando. Yo soy tu novio, tú vas a ser mía, yo te voy a quitar esa gran V ¿me entiendes bonita?.- dijo Mike con los ojos drogados, yo sólo lloraba ya que no lograba ver a Jacob.

- ¡Déjame en paz! ¡No soy nada tuyo! ¡Recuerdas imbécil! ¡Y no me vas a quitar nada, porque Jacob es mucho mejor que tu, él me cuida y no como tú, que sólo desprecias a las mujeres valiosas y te vas con la primera puta que encuentras, gilipollas!.- dije chillando. Jacob estaba detrás con un bate, se acercaba lento. Mientras, Mike me dio un puñetazo en el ojo cayendo al suelo.

- ¡Puta! ¡Toma!.- me dio una patada en el estómago y en la rodilla otra, oí un crugido y grité de dolor. Vi a Mike tirado en el suelo, yo sólo chillaba y lloraba.

- ¡Hijo de puta! ¡Me duele! Por favor ayúdame, Jacob.- dije lo último en un susurro y llorando. Jacob se puso a mi lado y me cogió en sus brazos. Me acostó en la cama y me dio un beso en la frente.

- Tranquila Abby, todo esta bien vale. Ahora llamaré a un médico, tranquila preciosa.- se fue de la habitación.

Media hora después...

- ¿Como está doctor?.- dijo Jacob, refiriéndose a mi.

- La chica está bien, sólo necesita reposo y mucho cariño, ya que lo esta pasando mal. Así que Abigail, no hagas cosas bruscas y no andes en una semana, ¿entendido?.- me dijo el doctor, asentí.- Bien, me voy. Adiós.

- Adiós doctor.- dijimos yo y Jacob al unísono. Vi los ojos de Jacob cristalinos y me sentí mal, yo tenía la culpa.

- Lo siento Jacob. No quería que vieras lo que pasó con Mike, lo siento de verdad. Soy una idiota.- dije yo sinceramente.

- No eres idiota Abby, no creo que vuelva ya.- me dio un beso en la frente y se sentó a mi lado. Salió de la habitación un momento y trajo una bandeja con fresas y chocolate. Me senté en la cama y él me regañó por moverme, yo solo reí por su comentario. Me las dio y me las comí todas.

Tenía la cara llena de chocolate.

- Toma una servilleta.- la tomé y me limpié.- Te las has comido todas.- dijo sorprendido.

- Es que están muy buenas.- dije yo, riendo y él también.

Eran las 00:00 o eso creo y me limité a dormir, hasta el día siguiente.

(...)

Pasé una noche mala, ya era el segundo día de secuestro, pero más que un secuestro eran unas vacaciones, pero estaba asustada todavía.

Estaba agusto con Jacob, era un chico diferente, amable, risueño y me siento protegida con él. Era lo mejor que me podía a ver pasado, sólo de ver cómo me protege me quedo fascinada. Aunque él no ha visto mis marcas ni las pienso enseñar hasta que se gane mi confianza, pero será pronto.

SECUESTRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora