SECUESTRADA

Capítulo 10

- Hola amor.- dijo Ashley con una sonrisa inocente, Jacob estaba serio y la miraba.

Estas perdida Ashley.

- Ashley ¿cómo has podido? Te dije que la cuidaras, no que la asesinaras.- le dijo él casi chillando.

- Jacob es que... La niñata ésta es superior a mi y tu eres mío, mi novio, no iba a dejar que una niñata me lo quite, amor yo te puedo dar de todo, tengo experiencia en todo, ella es una novata, es una virgen.- yo bajé la mirada y Jacob me miro.- ¿Ves? Por favor... Dejala aquí y fuguemonos juntos, que le den a la niña, vamos bebé.- mis ojos se aguaron y Jacob se mantenía en silencio y después me sorprendió lo que dijo.

- No me iré contigo a ningún lado, eres una asesina, me da igual que no tenga experiencia porque no me importa, me gusta igual, ella tiene corazón dulce y tu tienes un corazón frío y helado, eres una superficial.- levanté mi rostro con lágrimas y mire a Ashley que estaba roja de la rabia.

- ¡Maldita niña! Me quitaste a lo que más quería, zorra de mierda.- me dijo, se agachó y cogió la navaja que tenía, me asuste, y cerré fuerte los ojos pero no sentí la navaja ni dolor en ningún lado, abrí los ojos y se llenaron de lágrimas.

- ¡Jacob!.- dije más un susurro que un grito, me agaché y tenía la navaja clavada en su brazo, de mis ojos salían lágrimas, él tenía los ojos abiertos.- No cierres los ojos por favor.- le dije llorando, el sonrió.

- Tranquila, llama al doctor.- no me lo pensé y le di al botón de llamar al doctor, el vino y lo vio, Jake lo cogió y lo puso en la camilla, me senté en el pequeño sillón a su lado mientras sostenía su mano llorando. Jake le quitó la camiseta, limpió la herida, que era poco profunda, no cómo la mía, le puso un parche en la herida y me tiro sonriendo.- No llores más princesa.- me dijo, me limpió las lágrimas con su pulgar y me dijo que me acercara, obedecí y me dio un beso en la mejilla.

- Lo siento, por todo, si no me hubiera entrometido no hubiera pasado esto.- el me miró sonriendo y yo lo imité.

- No tienes que sentir nada, yo no la quería, era una inocente conmigo pero sin mi era una arpía, lo siento por no creerte, preciosa.- me dijo mirándome a los ojos. Me acosté a su lado y me quedé dormida.

Una semana después del accidente...

Estábamos ya Jacob y yo, en su casa, últimamente pasábamos mucho tiempo juntos, sobre todo con caricias, abrazos, besos, era una chica nueva. Estábamos en mi habitación viendo el retrato que le hice a Lía.

- Abby ¿quien es Lía? Parece bonita.- me dijo mirándome, yo no lo veía porque estaba de espaldas a el sentada en sus piernas.

- Ella es una niña de 3 años, es mi prima, pero prácticamente la he cuidado yo porque su madre murió y su padre paso de ella, siempre que la veo viene hacia mi y jugamos a las muñecas, la última vez que la vi fue hace 6 meses, debe tener ya 4 años, es hermosa, se parece mucho a mi.- le dije sonriendo.

- Seguro que se acuerda de ti, si sales de aquí algún día quiero verla si me lo permites.- yo reí y si se lo permitiría.- la cuidas ¿tu sola?.- terminó de hablar.

- Si, mi madre no le gusta, dice que es una niña del demonio, pero no es así, ella es fantástica, hermosa, como una hija para mi, daría mi vida por ella.- le dije sinceramente.

- Que tierna.- me dijo y lo mire entrecerrando los ojos.

- No soy tierna, soy sexy.- le dije y el me cogió y me beso apasionadamente.

- Muy sexy.- dijo riendo y alargando muy. Yo reí y me tumbe encima de el. Lo besé, él me cogió de la cintura y yo pasé mis manos por su cuello. Mordí su labio inferior y entró mi lengua, nuestras lenguas hacían luchaban brutalmente, él empezó a jugar con el borde de mi camiseta de tirantes, entonces paré... no podía.

- ¿Que pasa Abby?.- me dijo, entonces me derrumbe empecé a llorar.- Abby princesa... ¿Que pasa? Mirame.- lo mire y me abrazo.

- N-no estoy lista, lo siento, no te puedo dar lo que quieres, soy una inútil.- él me miró a los ojos llorosos que tenía.

- No eres una inútil, me da igual que no me lo des, voy a esperar el momento especial ¿vale pequeña? No te pongas así, no me gusta verte llorar.- me dio un beso en la frente, y me quedé acostada en su regazo.

(...)

Al día siguiente, me desperté sobre un cuerpo caliente, levanté mi mirada y vi a Jacob durmiendo, que tierno, no me aguante y repartí besos por toda su cara, el abrió un ojo y sonrió.

- Buenos días feo.- le dije riendo.

- ¿Me dices feo? Osea que fuerte tía.- dijo haciéndose el ofendido, poniendo voz de pito, yo reía a carcajadas y me besó.- Buenos días enana.- le iba a responder pero tocaron la puerta.

- Abre Jacob. soy tu tío.- me tensé y el también, abrió y su tío me miró, y sonrió y luego le dijo a Jacob.- ¿Se porta bien?.- dijo señalándome.

- Demasiado bien diría yo.- el me miró y rió, yo estaba roja de la vergüenza, su tío captó la indirecta y rió. Su tío iba decir algo cuando oímos una explosión y caí de la cama, miramos a la puerta y aparecieron unos tipos, no eran policías, eran altos, robustos y morenos, uno me apuntó con un arma y habló.

- Levántate.- conocí esa maldita voz. Lo hice y oí otro ruido. Y vi a...