Desperté en la misma cama que ayer. Recordé que estaba secuestrada por el tío de Jacob, culpable el bastardo de mi padre. Me metí al baño, me duché y cuando salí me puse el vestido de flores con las sandalias blancas, recordé que las pulseras estaban encima de la cama y salí y...
- Buenos días.- dije nerviosa.
- Buenos días Abby, ¿estás bien?.- me preguntó sospechando de que me tapaba mi muñeca.
- S-si po-porque lo preguntas.- dije tartamudeando y acercándome a coger mis pulseras pero él las cogió antes.- Damelas por favor.- susurré.
- No hasta que me digas que te pasa.- dijo el levantándose.
- No me pasa nada, joder ¡dame mis putas pulseras ya!.- dije alterada y él sólo asintió y me las dio. Las coloqué, me sentí mal después y fui a ver donde estaba. De pronto choqué con un hombre y caí. El gorila se volteó.
- ¿Señorita a quién busca usted?.- dijo el gorila. Me levanté y me puse firme.
- Señor, busco a Jacob.- dije yo.
- Venga conmigo.- me llevó a una oficina grande y entré. Él estaba ahí pensando, levantó la mirada y me vio, un destello salió de sus ojos.
- Jacob, lo siento por decirte tan groseramente lo de mis pulseras, pero es un error que cometí en el pasado que significa mucho tener estas pulseras, no puedo salir ni estar sin ellas, no lo entenderías.- dije yo con un hilo de voz.
- Entonces dime ¿que pasa con las pulseras?.- se levantó y se acercó a mi, lágrimas se juntaron en mis ojos, él lo notó.- Lo siento si quieres no deb...- le enseñé los brazos donde tenía mis marcas y paró de hablar. Cogió mis brazos y besó mis marcas. Sentí un escalofrío ante aquél toque, yo sólo me tiré a sus brazos a llorar, él me abrazó fuerte, y me dio un beso en la frente.- Ya tranquila, no quiero verte llorar, quiero ver esa hermosa sonrisa.- dijo el mirándome.
Me dio un beso en la frente y volví a mi habitación, si es que se le puede llamar así.
Volví a mi habitación, y me recosté con un libro en mi cama, a los cinco minutos quedé profundamente dormida.
Narra Jacob.
Me quedé pensando en que como una chica tan afortunada como Abby, pudo haberse echo eso, tanto había sufrido. Su bastardo llamado padre murió, su hermano también, su madre por lo que tengo entendido es buena, no sé porque. A lo mejor su instituto, puede ser, solo tiene 17 años, yo 20, normal. Fui a su habitacion, bueno su cuarto de secuestro, la vi tendida en la cama con su libro favorito Orgullo y Prejuicio, lo cogí y lo metí en el armario que había, la tapé con la pequeña sábana y le di un beso en la frente.
Era ella, tan pequeña, tan frágil, a pesar de tener 17 años, ella era hermosa, era toda una princesa, no me tiene nada de confianza, quiero que coja porque nunca le haría daño, yo la quiero, y la amo, ¿la amo?, ella me saca una sonrisa hasta en los peores momentos, me cuida, es especial, no es como las otras chicas, si la amo; es única, especial, espero que algún día sienta lo mismo, porque no podre vivir sin ella.
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SECUESTRADA
RomanceElla es una chica normal con un futuro brillante pero arruinado por su propio secuestro. El es un chico intimidante y amoroso que se enamora de su secuestrada, Abby. ¿Cómo surgirá esta historia? ¿Se encenderá la llama del amor?