Capitulo 21

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A la mañana siguiente.

Oí mi móvil sonar, miré la hora: 09:13. Me levanté bruscamente. Abby seguía dormida en la camilla de hospital. Era un mensaje del móvil de Abby. Mama.

"Estoy en el hospital, ven".

Le respondí con un Ok.

Salí de la habitación y bajé a la puerta. Allí había un chico de unos 17 años con una niña rubia con rizos y de unos 3 años. Sonreí y me acerqué.

- Hola.- dije, el chico me miró y estiró la mano de la niña.

- Ella es Lía.- sonreí a la pequeña pero ella tenia pequeñas lágrimas en sus ojos. El chico me dejo con Lía y se piró.

- Hola pequeña.- soltó un sollozo.- Soy un amigo de Abby.- al oír el nombre de mi chica, a la pequeña se le iluminaron los ojitos azules que tenía.

- Abby, quiero pasar dentro.- sonreí y la tomé en mis brazos.

Subí hasta la habitación de Abby y entramos. Dentro estaba una enfermera revisándola que cuando nos vio sonrió de ternura. Me senté con Lía en el sillón y cuando terminó la enfermera se fue sin despedirse.

- Quielo a Abby.- dijo Lía, ahora sus mejillas eran rosadas y era muy tierna.

- Y yo pequeña.- le dije dándole un beso en la frente. Se acurrucó en mi pecho y se durmió con su dedito pulgar en su boca.

Estuve un rato meciendola pero oí la dulce voz de Abby.

- Lía.- susurró. Levanté la vista y vi a Abby mirar con lágrimas y una sonrisa a Lía. Me levanté de la puso en la camita con Abby.- ¿Pero...- pensó en que preguntar.

- La traje yo.- le dije bajando la mirada.

- Gracias.- me dijo dándome una sonrisa sincera. Me dirigí a la puerta para irme pero Abby me detuvo.- No te vayas Jacob, me comporte cómo una niña y no pensé. Por favor vuelve conmigo.- asentí y le besé tan lento que solté una risita. Vi a Lía removerse gruñendo y Abby la miró. Lía abrió sus ojitos y miró a Abby.

- ¡Abby!.- gritó abrazando a Abby. Se veían felices.

- Cielo, te echaba tanto de menos cariño.- le susurró Abby a Lía. Esta me miró y sonrió con un poco de picardía.

- ¿Es tu novio?.- le preguntó Lía a Abby quien se puso rojita.- Polque sino es, ¿puede ser mío?.- reí a carcajadas y Abby entrecerró los ojos.

- De eso nada bichita, Jacob es todo mío.- ella se sorprendió por sus palabras. Y me senté en una orilla de la cama, pasé un brazo por los hombros de Abby abrazándola protector.

- Y vosotras dos sois mis chicas.- les guiñé un ojo y se pusieron rojas. Eran tal para cual.

Deseaba con todas mis fuerzas que nunca se separarán de mi. Porque sino yo si moriré.

SECUESTRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora