Captulo 22í

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Narra Abby.

Oí ruidos procedentes de la habitación de hospital. Abrí los ojos y vi a Lía jugar con Jacob. Los miré con cariño y Lía me vio, chilló emocionada y vino corriendo hacia mi.

Subió a la camilla de hospital y me abrazó. La abracé fuerte y noté a Jacob sentarse a mi lado. Lo miré y acercó sus labios para besarme.

- ¿Como estás?.- preguntó la voz de Lía mirándonos.

- Bien mi amor.- le dije besando su frente. Ella rió pero de un momento a otro sus ojitos azules se llenaron de lágrimas. Se separó de mi y se sentó en el sillón de la habitación. Jacob me abrazó por lo hombros.

- ¿Porque te fuiste, mamá?.- me sorprendió que me llamara así. Nunca lo había echo y hoy lo hizo. Me adoraba y yo a ellos.

- Cielo, me tuve que ir por problemas.- me bajé de la camilla con ayuda de Jacob y me puse a su lado con su cabeza en mi pecho, ella me abrazó.- Pero ahora nos tienes a los dos. Jacob y yo seremos cómo tus padres, los que nunca tuvistes.- ella sonrió y me abrazó al escucharme decir eso. Jacob nos miraba con ternura.

Me levante con Lía en brazos y me senté en la camilla. Alcancé la mano de Jacob y lo acerqué a nosotras.

- ¿Qué pasa?.- preguntó confundido.

- Abrázanos, por favor.- le susurré, él negó. Lía se volteó y lo miró sonriendo.

- Papi abraza a mami y a mi.- a él le brillaron sus ojos y sonreí. Me besó suavemente y nos abrazó fuerte.

(...)

Un año después....

- ¡Lia baja por favor!.- llamé a Lía para que bajase a cenar. Ella bajó riendo y se sentó en la mesa.

Las cosas con Jacob habían empeorado. Volvía a casa tarde, siempre estaba ebrio, me mentía, venía con perfume de mujer y yo... Pensaba en irme, pero simplemente Lía amaba a Jacob cómo su padre. Menos mal que no estábamos casados.

- Terminé mami.- asentí y recogí su plato. Ella subió y yo de mientras me puse a limpiar. Oí la puerta de casa abrirse y vi a Jacob aparecer ebrio por la cocina. Suspiré y me volteé.

- ¿Qué hay de cenar?.- preguntó furioso. Él se quitó la corbata y me miró de nuevo furioso.

- Nada.- respondí. Él se acercó y empezó a chillarme.

- ¡Increíble! ¡Llego después de trabajar y no hay ni un puto plato en la mesa para mi!.- me gritó en la casa, estaba ebrio.

- ¿De trabajar? ¡Ja! Te pasas el día con mujeres y vienes borracho todos los malditos días.- le grité de vuelta.

- Pues si, ya que tu no me das lo que quiero.- me gritó. Me quedé en shock, lágrimas empezaron a bajas de mis mejillas, bajé mi mano al vientre y pensé como decirle que estaba embarazada. Lo miré y negué lentamente.

- Escucha atentamente esto, porque no volverás a escuchar mi voz. Olvídate de mi, de Lía, del b... nosotras, todo. Vive tu vida que nosotros hoy terminamos.- él me miró furioso acercándose. Subió la mano y me dio una bofetada. Lo miré y lágrimas cayeron.

- Abby, l-lo siento.- se acercó y retrocedí. Él me miró con arrepentimiento y me fui hacia el cuarto de Lía, ella estaba escondida debajo de su cama. Me acerqué a ella y la abracé. Estábamos llorando, ambas.

- Cariño.- susurré.

- Oí gritos y me escondí. Mami tienes sangre en la mejilla.- me dijo llorando. Oí pasos y levante a Lía del suelo. Me senté acostada en su cama y la puse en mi pecho acariciando su pelo rubio.

- Nos iremos mañana, no volveremos aquí.- ella asintió, soltaba pequeños sollozos de su boca. Vi a Jacob asomarse con lágrimas en los ojos por la puerta de Abby. La abracé mas fuerte y él negó.

- Déjala a ella.- le dije abrazando a Lía. Él se acercó y mí respiración se agitó, el acarició mi tobillo y aparté mi pierna.

- No te vayas, Abby.- dijo mirándome. Negué y abracé a Lía contra mi vientre ahora, sollocé.- Abby...- susurro acercándose.

- No puedo seguir contigo. No puedo poner mi vida en peligro junto con Lía, y...- callé por no decir que estaba embarazada.

- ¿Y...?- insistió. Negué y él asintió dándome paso a seguir.

- Jacob estoy embarazada, pero eso no cambia nada. Lía no es tu hija pero puedes visitarla y al bebé nuevo cuando quieras y puedes venir a las citas con el doctor.- él se acercó a mi y cogió mi mano.

- No me dejéis por favor, prometo contarte lo que pasa pero por favor, no me dejes.- negué.

- Lo pensaré, pero hay posibilidad de que sea un "adios".- él asintió y se levantó. Me miró como un niño pequeño regañado y habló.

- ¿Vienes a dormir conmigo?.- asentí y arropé a Lía en su camita.

Me fui con él y nos pusimos el pijama. Yo me quedé con una camiseta blanca de el, y él sólo en bóxer negros. Me abrazó poniendo su cabeza en mi vientre y le habló en voz baja dejando pequeños besos en mi vientre.

- Pequeñín, mami y yo estamos mal pero la amo, pronto se solucionará. Ellas son mi todo y tú serás un campeón. Te amo.- besó mi vientre con cariño y lo miré. Él subió a mis labios y me besó lentamente.- Bebé te amo. Siento haberte pegado, nunca fue mi intención. No me alejes porque entonces sí me hundiré en el alcohol. Por favor mañana quiero que hablemos seriamente de todo pero te lo suplico, no me dejes.- me besó de nuevo y puso su cabeza en mi vientre de nuevo.- Los amo.- dijo mirándome. Acaricié su cabello y me quedé dormida junto con el.

SECUESTRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora