Una canción de amor inacabada ✔

10. Cambia, vuela, revoluciona, ayuda y destroza.

Capítulo 10.

Cambia, vuela, revoluciona, ayuda y destroza.

Hablo del amor.

—No estoy seguro que entiendas lo que significa una canción de amor.

Pancho tiene un gesto de desagrado en su rostro cuando le enseño la letra en la que he estado escribiendo desde que Manuel nos pidió escribir una para agregarla al álbum.

—¿Ricky tú qué dices? —pregunto. Él niega con la cabeza y toca el bajo mientras camina a nuestro lado.

—Tengo algo que podría ayudar. —Nos entrega su cuaderno, donde he visto que ha estado escribiendo hace días pero no nos ha querido enseñar.

No importa las veces que haya recorrido este camino

siempre me pierdo.

Escucho tus pisadas cerca

el sol ya no parece tan lejano.

Miro a Ricky con una sonrisa. Esto es genial, no pensé que estaba trabajando en esto. Pancho palmea su cabeza como si fuera un perrito que ha hecho un buen trabajo. Me estiro sin ganas de querer hacer nada.

—Voy a fumar un rato.

Ellos se concentran en sacar la melodía de la canción de amor que ha hecho Ricky hasta que llegue Manuel para supervisar nuestra propuesta.

Voy al final del pasillo, hacia el cuarto pequeño donde nadie está nunca. Siempre está abierto y agradezco que no hayan colocado seguro porque es el único espacio que encuentro para fumar desde que me hablaron por hacerlo dentro del edificio.

Abro la ventana y me siento en el marco viendo a las personas caminar por las veredas. Pongo los pies encima de la mesa que tiene hojas colocadas en columnas perfectas.

—¿Qué haces en mi oficina? —Me atraganto con el humo y toso. Margarita está con las manos en la cintura viéndome con enojo—. Ahora entiendo porque siempre huele a humo de tabaco.

—¿Esta es tu oficina? —pregunto viendo como la puerta choca contra la mesa pequeña. Apenas y cabemos los dos en ella. Debe cerrar la puerta para poder pasar y sentarse en la silla que está escondida en una esquina.

¿Qué clase de trato es este para ella?

—Lo es y te agradecería que dejes de fumar aquí.

—Pensé que era la bodega. —Suelto el humo por la ventana para que no se quede el olor.

—¿No deberías estar escribiendo una canción de amor para el álbum de lanzamiento? —pregunta dejando más hojas y tomando otro montón.

Los orificios de mi nariz se ensanchan recordando las palabras de mi amigo.

—Según Pancho no entiendo el amor.

Suelta una risa haciendo que voltee a verla.

—Para escribir del amor deberías haberte enamorado. —Me señala con la mano—. Tú no lo has hecho, por eso no puedes escribir. Fingir un sentimiento es como fingir estar enfermo, no puedes lograrlo.

Chasqueo la lengua.

—A Ricky no se le hizo muy difícil. —Termino el tabaco y lo arrojo por la ventana. Me quedo en la misma posición sin intención de querer irme. Su cabello ha crecido, ahora se hace trenzas aunque algunos mechones salen de su lugar. Ya no usa camisetas de su padre, ahora lleva blusas con jeans. Y zapatos bajos.