ALGUIEN NUEVO

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Esto no se trata de cualquier historia ni de cualquier relato,yo lo considero más como una revelación.La gente suele decir que solo tú eres capaz de elegir como deseas vivir   pero en mi caso no fue así,mi vida cambió sin siquiera quererlo,como es que en un momento estás en el cielo y por azares del destino eso que te mantenía flotando se derrumba frente a tus ojos y lo único que puedes hacer es admirar como poco a poco se desvanece.Son algunas cosas que sin importar el tiempo siguen rondando en mi cabeza de vez en cuando aunque para que puedan entender de que rayos estoy hablando debo contarles cómo fue que sucedió.

Yo era una joven fuerte e independiente,mis padres solían decir que mi mente era todo un misterio ya que  siempre fui una chiquilla tímida e insegura,odiaba tener que convivir con personas nuevas y es por eso que prefería estar perdida en mis propios pensamientos.Para un niño tener toda la tarde libre después de clases era una total alegría pero en mi caso lo que más esperaba después de la escuela era poder irme a dormir lo más pronto posible ya que al cerrar los ojos instantáneamente me transportaba a un hermoso lugar lleno de flores bonitas y personas agradables que me hacían sentir muy cómoda sin importar que no supiera en donde me encontraba sabía Perfectamente que si pudiera me quedaría aquí para siempre,lo único que me detenía era mamá y papá...se pondrían muy tristes de no verme y yo también los echaría de menos así que me conformaba con imaginar cómo sería la vida aquí.

Con el pasar del tiempo aquellos sueños dulces que alegraron mi infancia se fueron desvaneciendo poco a poco en mi memoria hasta el punto de volverse  recuerdos borrosos y confusos que prefiero no  esforzarme  a entender ahora que tengo 14 años pues tenía toda una rutina llena de tareas y proyectos escolares que saturaba  mi mente constantemente.

Era Martes,yo salía de casa  como de costumbre.Una rara sensación en mí predecía que hoy sería un inicio de clases muy aburrido pero me sorprendió que cuando llegué  todos se encontraban afuera de sus aulas como si esperaran  a alguien,el timbre sonó en cuestión de segundos,aunque deseaba saber que estaba pasando preferí quedarme con la duda e irme para no entrar tarde a clases.Tome asiento junto a la ventana,me ayuda a concentrarme mejor.

-A partir de hoy este será mi asiento Henderson- Recalcó Jenny intentando fastidiarme pero fue en vano ya que no cedí a su provocación y sin reprochar busqué otro lugar .

Recordé que no hace mucho una chica  se había  integrado   a nuestro salón y en efecto como nadie se atrevió a hablarle  no había nadie quien quisiera sentarse con ella al parecer, por lo que sin pensarlo le pregunté si podía sentarme  a su lado,ella accedió sin decir nada aunque en su mirada se podía notar lo sorprendida que estaba por  mi pregunta.El momento se hacía demasiado incómodo, ninguna de las dos se atrevía a decir algo quizá por el mismo miedo a no saber que decir.

-Ah...Mi nombre es Alya,Alya Stone-su voz interrumpe mis pensamientos sin embargo no sabía lo feliz que estaba ahora que se había roto el hielo entre ambas -oh y-yo me llamo Liseth,Liseth Lincoln Henderson- respondí alegremente.

Miraba por la ventana del corredor atentamente mientras  el pasar del tiempo transcurría con lentitud,hasta que un chico que pasaba por ahí llamó mi atención,podía notar la tensión que llevaba consigo pero está aumentó aún más al notarse la presencia de una mujer que se encontraba a su lado intentando hacerlo salir de manera insistente.

-Liseth ¿estás poniendo atención a la clase?- oh cielos, había olvidado que me encontraba en clase por prestarle atención a ese chico -disculpe profesora es que necesito usar el sanitario- mencioné pidiendo permiso para salir y aunque la profesora no se notaba convencida de mi petición me dejó salir.No entendía el motivo pero quería saber que había sucedido con ese chico así que corrí hasta la entrada principal esperando volver a verlo pero para mí mala suerte ya no estaba ahí.Molesta,volví al salón preguntándome por qué había hecho semejante estupidez sin embargo ya era demasiado tarde y todos se habían ido a casa por lo que no me quedó de otra más que hacer lo mismo.

𝓟𝓮𝓭𝓲𝓻 𝓾𝓷 𝓻𝓪𝔂𝓸 𝓭𝓮 𝓼𝓸𝓵 𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora