-¡por favor ya detenganse!.-lloraba amargamente mientras les pedía a gritos que dejarán de pelear, ellos ya habían sacado su verdadera forma y eso era un mal presentimiento para mí...
Trevor hizo brotar de su espalda unas hermosas alas negras, mientras que Alessandro le imitaba, la agilidad al luchar de trevor no tenía comparación mientras que la fuerza de Alessandro no le daba lugar a la derrotaEstaban empatados...
Ixy me abrazó en modo de consuelo mientras me decía que todo estaría bien
-¿porque el destino tiene que ser así de cruel? .-le decía mientras lloraba amargamente...Mi abuela y penny entraron a la habitación y penny dijo muy molesta:
-¿querrías decirme porque hay dos incubos peleándose a muerte allá afuera? ¡si los cazadores de demonios se enteran de nuestra existencia debido a "su escándalo" es nuestro fín!, penny no sabía nada, se había ido a Italia con su novio y acababa de regresar en ese momento...
-tranquila Penn.-dijo ixy serenamente.- puse una barrera en cuanto ellos empezaron a pelear, nadie se dará cuenta de esto, así que ese no debe ser motivo de preocupación ahora.
-¡por favor Alguien detengalos! .-no paraba de decir mientras lloraba...
-yo me encargaré de ellos.- dijo mi abuela, bajó al jardín donde ellos se encontraban peleando y con ayuda de su magia ambos perdieron el conocimiento en un santiamén y cayeron al suelo con violencia, sentí una punzada en mi pecho y me desmayé al mismo tiempo que ellos...antes de perder el conocimiento por completo escuche a ixy decirle a mi abuela:
-ya despertó
-Bien, justo a tiempo.-dijo mi abuela mientras sonreía con placer...Hace cien años
-señorita grace
-¿sí? .-dije sin apartar la vista de mi libro con una voz monótona
-su padre requiere de su presencia en su despacho enseguida
-esta bien.-cerré el libro y baje hasta el despacho, en cuánto abrí la puerta vi que estaba mi padre con un joven apuesto a su lado.
-¿Me llamabas padre?.-dije lo más amable que pude
-Si grace, siéntate por favor.- tomé asiento y mi padre prosiguió.- te presento al conde lisandro McLaren, tu prometido.
El joven sonrió de oreja a oreja mientras tomaba mi mano para besarla cortésmente
-Mucho gusto grace.- dijo el joven
-Lo mismo digo.- le contesté monótonamente
-ustedes se casarán en cuanto cumplas los 18 el próximo julio ¿entendido?
-como gustes padre.- mire al joven y le sonreí por amabilidad, este se sonrojó y mi pulso se aceleró, este joven me atraía un poco...
Después de eso, las constantes visitas del conde lisandro era algo que ya estaba en mi rutina, siempre se ponía a hablar de temas que no me interesaban ni un poco, pero por cortesía le tenía que seguir la corriente
El día del baile llegó, era mi cumpleaños 18 y aún así me sentía normal, como si fuese un día común y corriente, me puse mi mejor vestido, el que más me gustaba porque era de mi color favorito y baje a esperar a los invitados, a las ocho en punto ya había una fila de hombres que querían bailar conmigo
Con mi mejor sonrisa fingida baile con cada uno de ellos,
Hasta que uno de ellos se me acercó muy tímidamente.
-¿podemos bailar?.-me dijo, quede hipnotizada con ese color de ojos tan café que se veía rojizo, su piel tan Blanca y su cabello blanco muy bien peinado
Parecía una chica...
En cuanto empezamos a bailar el chico me pisó, el se disculpó mucho más de lo que bailó conmigo pero su compañía se me había hecho muy grata que no me había importado, en esos cinco minutos me había divertido mucho, aunque ese fuera un sentimiento que casi no conocía...Estaba muerta en vida.
No podía sentir, no podía amar o al menos eso era lo que yo creía.
-¿entonces porque no hablas con ella ahora?.- el chico de cabello blanco giro hacia mi y cuando nuestro ojos se encontraron sentí algo dentro de mi que creí que no sentiría jamás
Creo que no estaba muerta en vida después de todo...
Edmond, mi amado edmond, tan feliz me encontraba entre sus brazos porque al fin me había entregado a él, estaba llena de dicha y felicidad, lo vi mientras dormía y me grababa en la memoria cada una de sus facciones, sus largas pestañas, sus labios con ese color carmesí natural...
Ese chico era perfecto
Lo bese en los labios y volví a dormir entre sus brazos, me sentía entre las nubes...
Pero...Cinco horas antes de la boda...
-señorita grace.- dijo julie desesperada
-¿que pasa?.-pregunté asustada, con el vestido de novia puesto.
-le traigo malas Noticias.- sus ojos se llenaron de lágrimas mientras se tapaba el rostro con sus manos...
-¿que sucede? .-temí a preguntar
-el conde edmond...
-¡¡¡¡NOOOOOOOOO!!!!, salí corriendo sin importar lo que le pasará al vestido de novia, corrí hasta cansarme, corrí hasta un campo abandonado dónde lo vi por última vez...
Su pequeño cuerpo, que alguna vez me brindó calor, estaba ahí, tirado como cualquier animal sin importancia, manchado de lodo y de sangre completamente...en ese momento me acerqué a él y vi que en sus ojos, ya no estaba ese brillo especial que me miraba a mi cada vez que sonreía, en vez de eso sólo estaba esa mirada vacía...sin brillo...Sin vida...
Mis lágrimas brotaban sin cesar, mis cuerdas vocales ya se habían desgarrado completamente de tanto pedirle que despertará...
Cuando al fín había reaccionado ante la cruel realidad, sentí que algo donde alguna vez estuvo mi corazón se rompió...
Y con la última sonrisa que mi rostro pudo esbozar le bese los labios y le dije al oído en su cuerpo sin vida:
-te veré de nuevo amor mío...Lo prometo.
Un mes después
-bien hija mía, un trato es un trato...a cumplirlo..
-claro que si padre, nada me haría más feliz que casarme con el conde lisandro.- solté una leve carcajada mientras tomaba la mano del perro maldito ése...Aquel que me había arrebatado la felicidad...
El idiota se sonrojó y yo me reía en mis adentros...Pobre idiota, lo que le esperaba...
-Entonces ¿aceptas?.- le dije un día antes de la boda, cuando el en un ataque de sinceridad me había dicho que el había sido el responsable de quitarme la felicidad...
De haberme arrancado el corazón.
-sí, mientras estés a mi lado nada mas importa...mientras seas mía, mi amada grace...
El escuchar esas palabras de sus bocas hizo que se me revolviera el estómago
Sólo el podía decirme así...
-no vuelvas a decirme así en lo que te queda de vida.-dije con esa voz monótona que una vez fue parte de mi, desde que él se había ido esa voz había regresado a mí
-como lo desees grace
-que buen chico eres lisandro.- lo besé con pasión en los labios
Ahora...vete de mi vista, me arruinas el día con tú presencia
-como desees, grace.- bajo la mirada y se fue de la habitación, ese chico me partía el...¿corazón? ¡tonterías! Mi corazón ya no estaba...Lo vi, estaba "ido" como de costumbre...y molesta le dije:
-¡Oye tú! Te estoy hablando
-¿Que es lo que quieres grace?
-Que te suicides, pero te habló por otra cosa...¿es cierto que vienes de una familia de brujas?El me dijo lo que quería escuchar...
Perfecto, entonces que mi plan comience, pensé-¡¡¡Lisandro!!!.- grite con felicidad, le sonreí y corrí hacia él
El se sonrojó, como la primera vez que lo ví, cuando mi padre me lo había presentado.Mi corazón volvió a latir...
Lo besé con ternura en los labios y lo abracé...
Lisandro soltó su último respiro mientras contemplaba su cuerpo sin vida, comencé a cantarle una canción de cuna, inconscientemente reí y le dije al oído:
Es una pena que hayas muerto Lisandro...
Ya me había enamorado de ti.
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Incubo y yo
Teen FictionContarte mi historia puede que sea algo confuso. Hay muchos enredos, muchos cambios, pero hay algo seguro, no querrás estar en mis zapatos. Primer libro de la saga incubo y yo.