Abrí mis ojos, y noté que estaba en un lugar extraño...¿donde rayos estaba?, me levanté de la cama donde estaba y un fuerte dolor de cabeza seguido de un fuerte mareo hizo que volviera a caer a la cama...
-son efectos secundarios, estuviste un mes durmiendo desde aquel día.-dijo ixy mientras se acercaba a mi
-¿Madre?.-dije titubeando
-al menos ya estás empezando a recordar, le diré a tu padre que ya despertaste.-dijo en un tono de felicidad bastante disimulado
-¿en dónde estoy?...¿Y TREVOR? ¿CÓMO ESTÁ TREVOR? me levanté de la cama y sentí una diferencia considerable en mi altura...me sentí mareada y caí de sentón.
-ya no te preocupes por éso.- dijo serenamente.- ten, bebe esto.-me dijo mientras me daba una copa de cobre
-¿que es?.- pregunté observando el líquido espeso que contenía la copa
-Estás muy débil ¿no?, bebe esto para que recuperes fuerza...luego recordarás lo que es.-dijo con una risita burlona
Bebí de ese rojo elixir y con ese sabor tan delicioso y conocido que me dejó un buen sabor de boca, sentí que tenía fuerzas de nuevo, ixy me tomó de la mano y me levantó
-parece que ya estás mejor
-sí...¿y los chicos?.- pregunté
Ella se quedó callada y bajo la mirada...
-madre, ¿donde están los chicos?.- dije mientras la tomaba de los hombros...
Seguía sin contestar...
-mejor ve a ver a tu padre, el ha de estar preocupado por ti
Para ser sincera, yo no recordaba nada, en mi mente sólo estaban los recuerdos de grace y de amber...y uno que otro recuerdo que surgía por ejemplo:
Cuando vi a ixy, supe que ella era mi madre...
-tienes mucho que explicarme.-le dije a ixy
-Si, pero ahora ve a cambiarte, lo que tienes puesto ahora está un poco "pasado de moda".-me dijo mientras reía
Mire mis ropas y en efecto, estaba usando un vestido negro del siglo 19
-al parecer tu padre no se ha dignado en cambiarte desde que te encerró aquí.-dijo mientras tocaba mi vestido, que a mi parecer era muy hermoso...
Fui al baño y me desvestí, entre en la tina y me quedé ahí, pensando...en los chicos...¿seguirían con vida?
-¡claro que sí lo están amber!.- me dije a mi misma en voz alta mientras me golpeaba con ambas manos en la cara, comencé a reír levemente...
-¿Amber?, ¡ja!...
Yo ya dejé de ser amber...
Salí de la tina y mire mi reflejo en el espejo empañado, con mi mano limpié el espejo, mientras cerraba los ojos...ya había pasado tanto tiempo desde que había visto mi reflejo que Ya había olvidado como era mi rostro...
Abrí mis ojos lentamente...y me reencontré conmigo misma...
Con abrahel...
Me sonrojé al ver lo hermosa que era...
Definitivamente no podía creer que era yo la que estaba en el reflejo, era hermosa, el cabello negro que solía tener ahora era aún más oscuro, al igual que mis ojos, tenían un azul que nunca había visto, resaltaba completamente en mi piel Blanca y mi piel era tan suave, cuando era humana nunca tuve la piel así...mis pechos ahora eran más grandes, mi cintura era perfecta...con curvas y tenía unas buenas caderas...
¡era una chica curvilinea perfecta!
Acerqué mi rostro al espejo mientras observaba a detalle mi cara, tenía un lunar en el mentón que me hacía lucir sexy, tenía una nariz respingada y pequeña qué hacía juego con mi cara, tenía las pestañas negras y quebradas....
Perdí la noción del tiempo admirando lo bella que era...
Sentí que mi largo cabello mojado llegaba al piso y se arrastraba...después de todo ya llevaba más de doscientos años sin cortarlo, tomé unas tijeras y con todo el dolor de mi corazón empecé a cortar mi cabello hasta que llegó a la altura de mis caderas, me seque con la toalla mi cuerpo y salí del baño, ahí había un vestido negro más a "la moda" qué seguramente había puesto mi madre sobre la cama, me puse el vestido y me acerqué a el tocador, vi que necesitaba maquillarme un poco así que tome un poco de rubor y lo puse sobre mis mejillas y me puse en los labios brillo labial, en cuanto termine salí de la habitación para encontrarme con mi padre...
Sentí un ligero olor a canela en el aire y un pequeño recuerdo llegó a mi mente...
Era una niña apenas y mi padre me había preparado un pastel de chocolate con canela...ese era mi pastel favorito, y mi padre lo había hecho por mí, me sentí tan feliz qué lo abracé y el comenzó a reír...
Fue una de las pocas veces en las que había sonreído, en las que me había sentido con un corazón...
Lleve mi mano hacia mi pecho y ahora sentía un leve palpitar...
Mi corazón había comenzado a vivir...
Corrí hacia la cocina, donde creí que encontraría a mi padre...
Pero el no se encontraba ahí...
De repente, el sonido de un piano comenzó a hacer eco en todo el castillo, era una melodía tan hermosa y tan conocida para mí, sabía que la había escuchado en algún lado...
Camine hasta el salón de música y ahí, estaba el ángel caído más hermoso que pudieran imaginar, con un cabello negro, inhumamente lacio que le llegaba a los hombros, una piel Blanca, aún más Blanca qué la mía y unos ojos azules, del mismo tono que los míos...
Un azul diabólico...
tocaba el piano con un talento impresionante, en cuanto dejó de tocar aquella melodía el se levantó de su asiento y se acercó a mi y con su mejor sonrisa me dijo:
-Bienvenida a casa, abrahel
Yo asentí con mi cabeza y lo abracé mientras con lágrimas en los ojos le dije:
-Eh regresado...padre...te extrañe.
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Incubo y yo
أدب المراهقينContarte mi historia puede que sea algo confuso. Hay muchos enredos, muchos cambios, pero hay algo seguro, no querrás estar en mis zapatos. Primer libro de la saga incubo y yo.