5. Hermanos

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El corazón de su hermana era muy pequeño y débil, necesitaba uno nuevo, pero aún no encontraban un donante para ella, era como si el cuerpo de la menor se negara a sanar, aunque Mirai soñaba con ir a una escuela normal.

Desde que Mirai nació, Katsuki juro cuidarla, el tenía 12 años cuando ella apareció en su vida, lo recuerda con emoción, su padre y madre llegando con su hermana bebe, juro ser un gran héroe y rescatarla de todo lo malo.

Recuerda que a esa edad, solía ser un completo bravucón con los débiles, se metía con ellos, los golpeaba, y molestaba, recuerda con rabia, que solía molestar a un niño de primer grado, que probablemente tenía 5 o 6 años cuando él estaba en sexto año ¿Por qué? Por qué era un quircles y todo el mundo lo molestaba.

Se arrepiente demaciado de eso y si pudiera ver a su antiguo yo, probablemente lo patearia.

Cuando su hermanita cumplió 5 años, se confirmó que ella también era una quircles, en ese momento el estaba en la preparatoria, y tenía 17 años, pensó que tal vez era el karma, que ahora afectaba a su hermana.

Y eso le abrió los ojos.

Cuando ella cumplió cuatro y el tenía 16, su hermana enfermo demaciado, tuvieron que llevarla a un hospital, pero nunca mejoraba, al final, sus padres decidieron internarla en uno relativamente barato, donde su hermana no se quejaba, pero aún así, ella sabía que no se sentía cómoda compartiendo un cuarto con otros dos extraños.

Cuando acabo la preparatoria se metió de lleno a trabajar como héroe y a estudiar para un día tener su propia agencia, ganó reconocimiento y bastante dinero, dinero que iba directamente a su hermana, ya sea, trasladandola a un mejor hospital, contratando le una niñera que también era enfermera y le daba lecciones y comprándole cuánta cosa quería.

Pero ella nunca pedía más que su compañía.

Cosa que el no podía darle, por qué, no era lo suficientemente fuerte, y cuando la veía, solo sabía sentirse culpable.

El era un maldito idiota.

—¿Oni-chan...?—Levanto la mirada y se encontró con los ojos carmín de su hermanita.

Se veían apagados, aún adormilados, pero poco a poco se fueron abriendo, hasta llegar a ser grandes y brillantes, con una gran sonrisa.

—Viniste a visitarme—Dijo por lo bajo.

Lo sorprendió un poco, hace apenas unos días su hermana le había gritado y hablaba muy emocionada, ahora, se veía como una vela, una vela que poco a poco agonizaba.

—Si, vine—Dijo por lo bajo—¿Cómo te encuentras?

Kirishima y Uraraka salieron del cuarto dejando a los dos rubios juntos.

—Me siento cansada, pero estoy bien—Sonrio.

—Vale, ¿Cómo te a tratado Uraraka?—La niña borro su sonrisa.

Bakugou quién también sonreía mientras hablaba con ella, también paro de sonreír.

—Es buena, pero...

—¿Pero?

—Se la pasa hablando por su teléfono, y cuando comenzamos las lecciones ya me da sueño ¿Mi cuerpo se mal acostumbro?—Pregunto con inocencia.

—No, no lo hizo, tranquila, estás bien—Acarisio la cabeza de su hermana.

—Vale...

—¿Quieres que Uraraka te siga cuidando?—La niña se vio bastante sería.

—No quiero, antes era genial, pero ya no, ahora no me enseña nada—Bakugou asintió.

~tock tock tock

—¿Hum?—Bakugou no sabía quién era, no podían ser Kirishima o Uraraka, ellos respetaría el momento de los hermanos.

—Debe ser mi doctora.

✨SOULMATE✨           [Katsuki Y Izuku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora