9. Una razón.

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Era un día como cualquier otro.

Se despertó mirando el techo, nada le llamaba la atención, sabía que algo debía hacer ese día ¿Que era?

Se levantó de la cama y estiró, estar acostado ya lo comenzaba a agobiar, tomo una ducha, el agua que caía y se deslizaba por su cuerpo trataba de despertarlo.

Se vistió en el baño y cepillo sus dientes.

Buenos días, a quien sea que esté ahí, será un largo día, pido perdón de antemano.

Miro su cabello, risado y verdoso, como un montón de algas.

—Hoy será un largo día ¿No?—Dijo en voz baja.

Bajo al primer piso, ahí encontró su desayuno hecho y una nota.

"Ten un gran día" sonrió leve.

Ya lo había recordado, hoy cuidaría a Mirai.

Es un lindo nombre.

Camino hacia su secundaria, ser un quirkles lo jodía, desearía tener un Kosei de super velocidad o teletransportación.

Pero no había nada especial en el.

No pienses en negativo, se positivo Izuku.

Entro a su aula y trato como pudo pasar desapercibido, escuchaba comentarios hirientes de sus compañeros, hablaban de el como si no estuviera ahí, y deseaba con toda su alma no estarlo.

—Eh? Midoriya-kun~—Escucho la voz cantarina de una de sus compañeras—¿Por qué tan amargado? ¡Sonríe! Nadie quiere ver un inútil deprimido, eso nos deprime a nosotros.

Izuku sonrió leve y asintió, la chica solo lo ignoro de nueva cuenta.

Odio esto, perdón, debo ser muy molestó para ti, si es que estás hay.

Después de un rato el profesor llegó, un hombre con cara de que odiaba a todos sus alumnos.

Comenzo la clase.

—Y bien niños ¿Que quieren ser cuando acaben la preparatoria?

No era de sorprenderse, todos gritaban diferentes cosas, pero las más comunes eran ser héroes.

—¿Y tú Midoriya-kun?

Preguntó el profesor, aquel hombre que estaba en sus treintas seguía sin saber cómo tratar a un quirkles.

—Sere un psicólogo.

Murmuró el de cabello verdoso.

—¿Ya acabaste tu sueño de ser un héroe?

—Era algo estupido.

—Me alegro que hayas puesto los pies en la tierra.

—Izuku-kun ya no luce tan estupido.

El profesor solo anotaba algo en su libreta.

—La verdad—Y ahí estaba su sincerismo, debía callarse, tenía que callarse—Me encantaría ser héroe, pero debo ser realista ¿No?

Sus compañeros simplemente sonrieron con burla, pero nadie soltó ni una sola carcajada.

—¿Por qué no saltas del techo y pruebas suerte en tu próxima vida?

Alguien murmuró.

Y la poca estabilidad mental que le quedaba, se fragmento.

¿Por qué...? ¿Por qué aún no me he suicidado? Hay una razón ¿No?

Sonrió levemente, ni ganaría nada con la mente fragmentada.

Mi soulmate, verdad, debo encontrarla.

Su sonrisa creció y ahora Lucía completamente honesta.

—Niños, no hablen así, insultar al acoso y el suicidio es peligroso.

Más Izuku lo interrumpió.

—Etto, está bien, no haría algo así, me gusta vivir.

—Odio vivir.

La clase continuo, las caras alargadas de algunos de sus compañeros ya se habían borrado.

Después de la escuela llegó a el hospital aún con uniforme, tomo el acensor y llego al cuarto de la niña.

—Buenas tardes Mirai-Chan.

La niña estaba concentrada dibujando.

—Zuzu-kun, viniste hoy.

—Obviamente, ¿Quieres hacer algo hoy?—Sonrio con ternura.

La niña le dio una sonrisa.

—¿Podemos dibujar héroes?

—Claro.

Claro, ella es mi razón actual, lo siento si estás hay, por el momento viviré por Mirai-chan.

✨SOULMATE✨           [Katsuki Y Izuku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora