El club de los suicidas

Capitulo 10

Narra Lana

Suspire pesadamente mientras me acomodaba en el banco del hospital, eran las 8 de la noche ya hace una hora habíamos llegado al mismo con el chico que intento tirarse del puente, se había armado mucho jaleo por aquello, cámaras de televisión, policías, ambulancia y gente mucha gente, Rubén pidió que lo trasladaran al hospital que él trabajaba para tenderlo ya que tenía experiencia con jóvenes suicidas, no puede evitar formar una sonrisa con mis labios al recordar sus palabras.

Tome mi celular de mi del bolsillo de la campera que tenia cubriendo mis piernas, y comencé a teclear para enviarle un mensaje a mi madre.

“Voy a llegar tarde, tal vez muy tarde, lo siento”

Teclee, espere unos momentos hasta que recibí la repuesta.

“No estoy en la casa. Toma un remis cuando vuelvas y pídete algo para cenar.”

Nose para que lo intentaba, mi madre nunca estaba en la casa y si mencionar que mi padre se encontraba de viaje de negocios por unos días, me pregunto si mi hermana andaría por la casa normalmente se iba por ahí con su novio.

“De acuerdo, te quiero.”

Le respondí y ella me lo devolvió con un “Yo también.”

­­-Lana.- Escuche una voz que hiso que apartara mi atención del celular. Ladee mi cara y vi al Rubén acercándose a mí con un sonrisa, me levante para ir a su encuentro.

-Rubén ¿Como esta ese chico?- Le pregunte estando unos centímetros.

-Bien. Logramos sacarlo de la crisis de nervios, está descansando en una habitación arriba, un traumatólogo pidió unos estudios por si se había lastimado en rescate, estamos esperando el resultado.- Me dijo sonriendo.

Sonreí.- ¿En serio? Qué bien.- Lleve mi mano al pecho, estuve muy tensa las últimas horas pensando en la salud del chico , lo vi en muy emocionalmente cuando lo subieron a la ambulancia , lloraba , se movía de un lado para otro y gritaba , entendía lo que sentía ese joven porque alguna vez pase por lo mismo.-¿Crees…que pueda…verlo?-

-¿Quieres verlo?-

Asentí con la cabeza.- Si. Quiero ver si realmente está bien.- Dije segura supongo que tal vez no era lo correcto después de lo que había pasado el chico pero sería solamente un momento.

Dudo unos minutos.-Te daré permiso pero unos momentos, entre que voy a la oficina y localizo a sus padres, después regreso para irnos juntos.-

-De acuerdo.-

-Está en la habitación 203 en el tercer piso, toca la puerta antes de entrar y pregúntale si quiere hablar contigo.- Me sugirió pero era más bien una orden que una sugerencia.

Asentí y salí así las escaleras disparada como una bala, atravesé toda la sala de espera hasta llegar a ellas, cuidando de no atropellar a ninguno de los demás pacientes, hasta toparme con los escalones los cuales subí en zancadas, sin dejar caer mi campera, corrí el pasillo que daba a la habitación, tocando la puerta con cuidado hasta que escuche un pase del otro lado, respire profundo y tome el picaporte abriendo la puerta. Me encontré con una habitación blanco, con una pequeña mesa de luz y una camilla donde estaba sentado en uno de los bordes el chico, a uno de los lados había una cortina, abierta , que separaba a otro cama donde no había nadie.

El pelinegro levanto la vista.-Hola.- Lo salude cerrando la puerta caminado después unos pasos cerca de él.­-¿Cómo te sientes?- Le pregunte aunque era una pregunta estúpida, y aun yo adiaba que alguien me preguntara lo mismo, cuando era evidente que la repuesta seria no. Espere unos minutos pero no hubo contestación.-Si lose pregunta estúpida.-Golpee mi frente con mi palma y reí, el joven solo quito la vista para ponerla sobre pared, suspire, esto no está yendo nada bien.