El club de los suicidas

Capitulo 4

Narra Guillermo

Mi madre estaciono frente al hospital central, cuando me dieron el alta pensé que nunca más tendría que volver pero aquí me encontraba. Mi madre estiro el brazo y me abrió la puerta, mirándome con mala cara, bajamos y pasamos por la puerta del hospital, subimos al ascensor  hasta el tercer piso. Justó cuando salimos el doctor Rubén estaba en pasillo hablando con un chico , cuando nos vio nos dedico una enorme sonrisa y se acerco a nosotros.

-¡Guille qué bueno que estas aquí!- Dijo efusivamente, claro como si no supiera que mi madre al enterarse que estuve faltado, no vendría trayéndome a rastras.

-¿En serio? Qué bueno verlo de nuevo doctor.- Extendí mi mano para saludarlo, Rubén correspondió mi gesto. Parecía demasiado contento de verme.

-Buenas tardes señora Díaz.- Hizo un gesto con la cabeza cuando hablo.-Bien pasen a mi oficina.- Estiro su mano para señalarnos el camino y emprendió viaje, nosotros lo seguimos.

Era un espacio demasiado pequeño pero no me sorprendía era un hospital público, ya era un milagro que tuviera su propia oficina, estaba decorada con grandes estanterías con libros, de psicología de seguro, y detrás del gran escritorio se encontraba una gran ventana. Rubén nos hiso seña a mi madre y a mí para que nos sentáramos en una sillas libres frente al escritorio, lo hicimos, mientras que el tomo asiento delante en una silla giratoria.

-Bien. Se estarán preguntando por que los cite aquí.- Entonces había sido intencional la llamada a mi madre.-Tenia una propuesta para hacerle a Guillermo.- Lo mire con curiosidad ¿Una propuesta?-O más bien una especie de trato.-

-¿Un trato?- Le pregunte y después mire a mi madre, que miraba curiosa al doctor Ruben.

Sonrió ampliamente.-Si un trato. Me di cuenta que por tu ausencias a mis citas, era evidente que no tenias ganas de venir hablar conmigo.- Supongo que no era necesario un cartel luminoso.-Pero debes entender Guillermo que necesitas terapia, no creas que intento joderte la vida , sino que es por tu propio bien. Un intento de suicidio- Antes que pudiera terminar lo interrumpí.

 -Ya le dije que fue un accidente.- Dije frunciendo el seño.

-Guillermo no interrumpas al doctor.- Me dijo mi madre mientras ponía su mano sobre mi pierna y la apretaba suavemente. La mire con mala cara.

-Déjelo señora Díaz.- Dijo el doctor mientras sacudía la cabeza.-Guille, tu sabes que eso no fue un accidente, fue totalmente a propósito.- Suavizo la mirada.-Escucha estoy organizando un grupo de “Apoyo para chico con pensamientos suicidas” y me gustaría que participaran.-  Estaba hablando enserio ¿Quería que participara en un grupo de apoyo? Ni de broma.

-¿Cómo un club de suicidas?- Pregunte irónicamente en voz alta y lance una risa al finalizar. Paré cuando mi madre volvió a apretar mi pierna pero más suave esta vez.

El doctor suspiro.-No es club pensé que tal vez sería más fácil hablar de tus problemas con chicos de tu edad, y no conmigo.- Esto tenía que ser una mala broma.-Podemos hacer un trato como te dije antes, vienes a las sesiones del grupo y te libero de las citas conmigo. Como una especie de compensación.- Se encogió de hombros al decir la última frase Estaba serio, esto no era una broma, me quede helado no sabía que decir o mierda escapar de esto.

-Guillermo.- Me llamo mi madre y volví de mis pensamientos.-¿Qué piensas de la proposición del doctor?- Pienso que es una total locura.