Capitulo 5 (parte 1)

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Narra Guillermo

 -Ahora abre la boca.- Me dijo Lana acercando el tenedor cerca de la misma.

-Ah.- Dije abriendo la boca para que introdujera dentro.

-¿Esta rico?-Me pregunto con una gran sonrisa.

Mastique y trague.-Si mucho.- Le devolví la sonrisa.

Desde hace dos semanas comencé a comer el almuerzo con Lana, muchas veces ella traía comida echa en casa, y la compartía conmigo desde que nos volvimos a encontrar en las reuniones del grupo que formo el doctor Rubén.

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2 semanas antes

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Me mire al espejo, antes de bajar, mi madre me había permitido faltar a clases hoy por que según ella era un día importante , para mí no significaba nada sino mas bien algo que hacía por mi familia y no por que quisiera , o sintiera que me ayudaría en algo.

Salte los escalones de la escalera no muy rápido pero lo suficiente , para que mis zapatillas hicieran ruido al caer sobre ellos , en la sala estaban mi madre y mi pequeña hermana , a ella también había aprovechado del permiso especial que me habían dado a mí , para faltar ella también. Desde el día que regrese a la casa tarde y todo golpeado, Carol había dejado dormir conmigo, supongo que como de alguna manera la situación con mis padres se había solucionado, ella ya no temía que hiciera alguna estupidez.

-¿Ya estás listo?- Me pregunto mi madre cuando me vio.

-Sí, supongo.- Dije encogiéndome de hombros.

-¿En serio no quieres que te lleve?- ¿Otra vez con lo mismo?

-Si mamá estaré bien.- Le respondí pasando hacia la cocina y tomar una manzana, vi de reojo el eran las 3 y 30 dentro de media hora tendría que salir, las reuniones empezaba a las 5.-Te prometí que iría, así que iré.- Le recordé, mordiendo la fruta que había cogido y apoyándome en la encimera.

-Ya. Sé que te dije que confiaría en ti pero quiero estar segura.-

-Estate segura que iré.- Volví a decir, después de ese día en el que me perdí por un largo tiempo y Samuel de Luque me golpeo, le prometí a mi madre asistir a las reuniones del grupo de ayuda del psicólogo del hospital, además me libraba de asistir a las sesiones individuales con el que eran dos veces por semana y en cambio las grupo eran una vez por semana eso era algo.

Suspire al ver que se acerco la hora para irme, salude a mi madre y hermana, me dirigí a la puerta y salí rumbo al hospital. Tomé un colectivo que me dejaba cerca de la zona del mismo, en el camino fui pensando en lo que me encontraría , el doctor Rubén dijo que había más jóvenes como yo , que intentaron suicidarse o que con deseos suicidas , me pregunto ¿cómo serán las reuniones del grupo? , me sentía agobiado por todo esto pero después de ver llorar a mi madre ese día, decidí aceptar el "trato" de doblas, aunque ya han pasado una semana desde entonces ya que me dijo que debía arreglar algunas cosas antes , también hice los trámites para ingresar al grupo así tenía todo cubierto para hoy. Suspiré al estar cerca de la calle que debía bajar, nunca antes me había latido tan rápido el corazón, toda esta situación me acojonaba demasiado, toque timbre y baje.

Camine despacio las cuadras que me quedaban para llegar al hospital, me gustaría poder correr para dirección opuesta, pero lo había prometido así que debía cumplirlo. Entre a la clínica, que ya conocía muy bien ya que había estado internado en ella, subí hasta el tercer piso y ahí estaba el psicólogo Rubén esperándome, habrá pensado que tal vez no iba a volver, camine la distancia que separaban el ascensor de él.

-Aquí estoy.- Anuncie

-Si lo veo. Me alegra verte.- Dijo con una gran sonrisa de oreja a oreja.

Nose porque pero me sonroje.-Si ya.- Le quite la mirada de encima.

-Vamos ven.- Hiso un ademan con la mano para que lo siguiera.

-Bien.-

Caminábamos por el pasillo del hospital, yo estaba al lado de Rubén, lo miraba de reojo, se veía muy feliz, no entendía porque, ¿Seria porque acepte estar en las reuniones o porque hoy era el primer día del grupo? , no atendía bien porque le interesaba tanto mi salud mental o física, o las de los otros chicos. En un momento se dio cuenta que lo observaba, y me devolvió la mirada de lado, otra vez me sonroje y aparte mi mirada, el solo se rio a lo bajo. Ahora que lo miraba de nuevo me daba cuenta que era joven, ojos verdes, alto, cabello castaño , se veía realmente atractivo , me pregunto si estará soltero.

-¿Qué demonios estoy pensando?- Murmure pero creo que alcanzo a escucharme.

-¿Pensando qué?- Me pregunto Rubén.

Me sobresalte –NADA.- Creo que lo dije muy alto.

Se detuvo y comenzó a carcajear.­-Esta bien.- Se limpio unas lagrimas que escaparon y siguió caminando.-Vamos los demás están esperando.- Lo seguí, hasta que llegamos a una puerta alejada bastante de la parte central de la habitación, en ella con una hoja de papel rayada decía:

"Grupo de apoyo para jóvenes suicidas"

Parecía que el hospital no tenía mucho presupuesto.

-Ahora conocerás a tus compañeros.- Me sonrió y giro la perilla. Sin pensarlo di un paso hacia atrás, pero el Rubén estiro su otra mano y me tomo del brazo.­-¿Nervioso?- Me pregunto yo solo asentí como repuesta.-Tranquilo está bien.- Intento calmarme y sin soltarme abrió la puerta, entramos juntos, el tomando mi muñeca, empujándome dentro, me sentía como un niño.

Era un cuarto con grandes ventanas corredizas, parece que desde hace mucho tiempo no se usaba ya que se notaba algo de polvo y suciedad, algunas sillas amontonadas en la esquina, detrás de mí y del doctor un pizarrón con rueditas de color verde, sobre el escrito con tiza anuncia: "Apoyo para jóvenes suicidas", ¿Era necesario escribirlo también ahí? , fije en un chico que debía tener la misma edad que sentando en unas sillas, el levanto la vista cuando nos vio entrar, tenía un buzo de color gris, pelinegro con una cresta y de piel blanca pero de un salto mire a la chica que estaba junto a una de las ventanas, abriéndola haciendo que su cabello rubio fuera sacudido por el viento, era lana llevaba unas zapatillas rosas, un jean color marrón claro y un buzo con un pequeño conejo blanco.

-¿Guillermo?- Me pregunto cuando me vio entrar.

- ¿Lanita?- ¿Qué hacia aquí?

-Parece que ya se conocen.- Dijo el psicólogo, soltando mi agarre, nos sonrió. -Bien. Eso hace más fáciles las cosas.- Nos quedamos los tres mirando hacia, el otro chico seguía sentado, nos sonrió, de alguna manera se podría decir que estaba orgulloso de vernos ahí.- ¿Por qué no toman unas sillas y se sientan alrededor de mi?- Nos dijo mientras tomaba una silla que estaba junto al pizarrón y se sentaba delante de el.

-Claro.- Le respondió Lanita y fue a la pequeña pila de sillas de la esquina a buscar una, el chico pelinegro se levanto y tomo la silla en la que había estado sentado, para moverla cerca de Rubén. Suspire, me acerque a Lana ayudándola con lo que estaba haciendo.

-Aquí tienes.- Le dije cuando puse la silla en el suelo.

-Gra-Gracias.- Tartamudeo quitándome la mirada y llevando la silla cerca del doctor.

No le di mucha importancia y la seguí.

Aquí estaba en la primer reunión del "Club de los suicidas" vamos a ver cómo marchan las cosas. ¿Me pregunto cuales serán las razones de Rubén para ser esto? , ¿Por qué Lana estaba en este lugar? , ¿Cuáles serán las razones del otro chico para forma parte del grupo? , pero supongo que las repuestas se iban a ir revelando solas con el pasar del tiempo.


El club de los suicidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora