El club de los suicidas

Capitulo 3

Narra Guillermo

Me moví en la cama, sentí un peso y pude ver que Carol todavía estaba durmiendo a mi lado, estos últimos días tuvo la mala costumbre de dormirse conmigo, seguramente para  que no cometiera ninguna locura para acabar con mi vida. La desperté para que fuera a cambiarse y yo también lo hiciera, hoy sería mi primer día de clases después de que intente suicidarme.

Me duche y me vestí con uno buzo de color rojo, jeans y unas Vans, que mi madre me compro hace poco seguramente para aliviar su concia por lo sucedido. Bajé a paso lento las escalera para desayunar, solo estaba mi madre esperándome. Últimamente mi padre me evitaba, de seguro por la discusión que tuvimos, aunque eso me tenia sin cuidado estaba acostumbrara a que me ignorara.

-¿Y Carol?-Le pregunte a mi madre. Me parecía raro no verla sentada comiendo cereales.

-Se fue antes con unas compañeras.- Me respondió mi madre sonriendo.

-Oh- Dije mientras me servía un tozón con cereales.- ¿Por qué no la llevaste tu?-

-Por que yo iré contigo. Tengo que hablar con director por lo de tu incorporación.- Dijo. ¿Acaso pensaba que me iba a zafar de alguna manera de esto? ¿Ningún miembro de esta familia tenía confianza en mí?

-De acuerdo. Gracias mama.- Fingí una sonrisa al hablar

-Hay algo que quería hablar contigo, Guille.- Espero que no fuera sobre mi relación con mi padre.

-Dime.-

- ¿Has hablado con Gabriel estos días?- Mi madre sabia que Gabriel era mi único amigo, así puede ser que suponía que debió a ver venido a verme estos días que estuve internado y en casa, pero a ella no le había contado lo que escuche en el baño.

-Claro.- Sonreí –Me llamo ayer y me dijo que cuando volviera a clases, me ayudaría con las tareas retrasadas.- Mentí.

-Oh. Fantástico.- Se veía aliviada.-Termina de desayuna y nos vamos.-

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-Bien creo que esta todo correcto para tu re incorporación al instituto.- Dijo el directos cuando termino de hablar con mi madre y conmigo, que estábamos sentados enfrente de su escritorio de la dirección del instituto.

Nos levantamos y nos dirigimos a la puerta, el director nos abrió, una vez fuera de la oficina nos tendió la mano y nos saludo.

-Bien. Señora Díaz, puede retirarse tranquila, nos encargaremos de Guillermo.- Cuando termino de decir esa frase, despeino mis cabellos. Hasta ahora nunca había tenido un contacto con director del instituto, aunque si lo había visto un par de veces en algún que otro acto, y aquí estaba tratándome como si fuera su propio hijo. Lo único que palabra que paso por mi cabeza por ese momento fue –hipócrita-.

Una vez que mi madre se fue, aun estaba parado fuera de la oficina cuando el director me miro frio y hablo.

-Díaz vaya a clases.- Parece que tenía razón ¿Dónde se fue el hombre amable de recién? Solo asentí y me retire.

Cuando aparecí en la puerta del aula , mis compañeros y el profesor me miraron como si fuera un bicho raro , al parecer ya estaban enterados de los motivos de mi ausencia ¿Acaso todos se ocupan de la vida de los demás más que de las propias? , antes de sentarme en mi lugar, le pedí disculpas por mi retraso. Me acomode en mi asiento, puse los brazos cruzados en la mesa y recarga mi cabeza en ellos, dormí el resto de la hora me desperté cuando sonó el timbre de finalización de clase.