Capitulo 9

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Narra Lana

Apoye las mi mano en el marco de la ventana, abrí la ventana para disfrutar del aire de invierno, llevaba puesto un pulóver de color negro con corazones blancos, unos jeans de color claro y una botas de color crema, para cubrirme mas una campera de color rosa con peluche en la capucha,  disfrutaba de la vista exterior que tenía el hospital , no sabía qué hacer mientras esperaba al doctor Rubén.

.- No quiero saber nada que tenga que ver con el grupo de Rubén, eso te incluye a ti.-

No había sabido Guillermo desde entonces me lo cruzaba en los pasillos pero pasaba de mi completamente, lo veía charlar tranquilamente con Frank dijo que no quería saber nada que tuviera relación con el grupo de ayuda, entonces tenía que ser otra la razón para no hablara conmigo.

-Al parecer seremos nosotros dos hoy solamente.-Una voz que provenía desde la puerta me saco de mis pensamientos, me gire para ver quién era, se trataba de Rubén.

-Así parece.-Me limite a decir desviando de nuevo mi atención de él y concentrándome de nuevo en exterior.

-¿Qué te  parece si salimos a comer?-Me pregunto llamando de nuevo mi atención, cuando volví a verlo, me sonrió.

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Rubén se encontraba sentado frente a mí. -Pide lo que quieras.-Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Salimos del hospital y fuimos a comer a un pequeño bar, que tenía las mesas y sillas colocadas afuera, era un bonito día a pesar que hacía mucho frio. Se había quitado la bata que usaba, llevaba una camisa de color negro, jeans y zapatillas , se cubría con una campera de color marrón oscuro.

Mire la carta que tenía en las manos.-Quiero un submarino.-Dije cerrando ese pequeño cuaderno.

-Bien.- Hiso un ademan y un mesero se coloco junto a nuestra mesa, pregunto qué íbamos a ordenar, el chico joven anotaba cada cosa que decía Rubén y se retiro pidiéndome que esperáramos un poco.

-Dime ¿Qué paso entre Guillermo y tú?- Me pregunto llamando mi atención que estaba perdida en la gente que entraba y salía de los negocios.

Negué con la cabeza.-No lose simplemente dejo de hablarme.-Me encogí de hombros, ese tema me había agobiado estos dos días, quería acercarme él y preguntarle lo que pasaba pero tenía miedo que me insistencia terminara alejándose más.

-Así que no sabes.- Se quedo pensando unos minutos.

Me removí en mi asiento, tal vez tenía una idea de lo que podía ser pero no estaba segura, o más bien no quería que se relacionara con eso que pensaba.-Tengo miedo que tenga que ver con lo que paso en mi anterior instituto.-

Rubén se coloco mas contra el respaldo de la silla.-Lo dudo no creo que haya manera de que él se haya enterado de aquello.-

Antes que pudiera decir algo, el camarero llego con nuestra orden, dejo enfrente a mí una copa con leche y tres medialunas, en un costado del plato estaba una barra de chocolate mientras tanto enfrente de mi acompañante dejo un café.

-Gracias.-Musito Rubén antes que el camarero se retirara.

-¿Por qué piensas eso?-Me pregunto revolviendo la taza de café.

Mire mis manos que se movían inquietas sobre mi regazo.-Porque él dijo no querer saber nada con el grupo de apoyo y eso me incluía a mí, pero ayer lo vi hablando muy amenamente con Frank como amigo de toda la vida.- Antes nosotros dos éramos así , hablando y almorzando juntos , sentía como si pudiera decirle todo sin sentir que e juzgara. Suspiré. Aunque lo conocía hace poco, vivimos las mismas cosas y podía confiar en él.

El club de los suicidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora