Capítulo 5

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Katsuki

—¡Kota! ¡No te alejes tanto!

La bruja parece disfrutar tener a otro niñito a su cuidado otra vez.

—¡Tía Mitsuki, deja de decirme que hacer! —reclama el niñito patético corriendo hacia los juegos.

Ella suelta una carcajada.

Si yo le hubiera respondido así, nadie me salva del manotazo.

—Es tan similar a ti —suspira, sentándose en una de las bancas. Tomo lugar a su lado antes de que empiece a gritarme—. Me recuerda mucho al Katsuki pequeño.

—Eres tan sentimentalista a veces, que asco.

El manotazo predestinado no tarda en llegar.

—¡Asco debería darte el comportamiento que tienes con tu madre! —replica, asesinándome con sus ojos—. Ahora cállate y ve a jugar con Kota.

No respondo nada más que un gruñido antes de ir con el niñito ese. La bruja se ríe como una adolescente feliz.

Maldita sea. Podría estar descansando en vez de perder mi tiempo siendo la niñera del amargado infante.

—Katsuki —murmuró el niñito, levantando su mirada del suelo en donde escribía un no se qué—. Tía Mitsuki definitivamente puede lidiar con un pesado como tú.

—Vas a colmar mi paciencia, pequeño bastardo hijo de...

—¿Está mal que dos chicos se quieran?

¿Ah?

Miro sorprendido a Kota, que señala enfrente. Mis ojos viajan a la escena. Hay una pareja. Son chicos. Unas personas los están señalando con vano disimulo, obviando que les parece repugnante la escena.

—Solo están tomados de la mano —dijo, volviendo a mirar el suelo—. ¿Está mal que se quieran?

—No —respondí—. ¿Eres gay?

Me mira perplejo, antes de fruncir el ceño.

—¿Qué? ¡No! ¡Solo te pregunté si estaba bien, estúpido Katsuki! ¡Eso no significa que yo sea gay!

—¡Deberías aprender a respetar a tus mayores, bastardo inútil!

—¡Deja de decirme bastardo, bastardo!

—¡Tú no tienes permitido decir esa palabra!

—¡¿Y quién me lo va a prohibir?! ¡¿Tú?! ¡No se puede hablar contigo, Katsuki!

—¡Eres un niñito estúpido!

—¡Muérete!

Oye, esa es mi línea.

—ESCUCHO SUS GRITOS DESDE AQUÍ, YA CÁLLENSE AMBOS —escucho a la vieja bruja gritar. Sentiría vergüenza de que las personas ahora nos miraran divertidos por el grito de la que dice ser mi madre, pero estoy acostumbrado. Ella siempre grita.

Es insoportable.

Oh, tú eres igual. ¿Serán familia?

—Tks —chasqueo la lengua, rodando los ojos. Kota me ignora categóricamente antes de volver a dibujar ridiculeces en el suelo con su ramita de un árbol—. Ojalá te caigas y te duela.

Saco mi celular y empiezo a a ver cualquier estupidez que me divierta en esta aburrida situación.

Tía Shino salió y nos dejó a su sobrino ridículo para que lo cuidáramos. Papá se salvó de cuidarlo porque tenía trabajo pendiente, pero no tuve ninguna excusa para no salir con la bruja.

Ni siquiera pudimos ir a otro lugar más divertido, como el parque de atracciones o algo así. Vinimos a un ridículo parque que tiene cuatro juegos y un jardín ridículamente soft.

Pero claro, tuvimos que venir aquí porque a Kota querido le gusta mucho. ¿Desde cuando hay que complacer a los niños en todo lo que quieren? Mitsuki Bakugo siempre le dijo a mi padre que consentirme estaba mal. Bueno, sí, estuvo mal porque después fui un mimado de mierda. Entonces... ¿qué demonios hace consintiendo a Kota? Esa mujer cada día está más loca.

Desvío mi mirada hacia ella. Nos mira con ternura.

Verla demostrando algo de afecto es inusual y yo reacciono mal porque los dos somos igual de fríos con respecto a esa cosas. Papá es demasiado amor.

Creo que por ello se complementan tan bien.

Ella da fuerza y carácter que papá no tiene y él da el amor y la estabilidad que mamá no tiene. Van juntos.

Es el santo equilibrio de la familia Bakugo. Tener a dos Bakugo con carácter es el detonante de la bomba que nadie quiere ver explotar.

Digamos que él corta los cables del explosivo segundos antes de que haga boom.

—Eh, Katsuki.

Vuelvo mi mirada a Kota, que ahora me mira fijamente.

—¿Tú eres gay?

—¿Y eso a ti que carajo te importa?

—Nunca te he visto con novia —replica—. Tampoco te he oído decir que te gusta alguna mujer.

—No veo que eso sea relevante para ti. Muérete.

—Si no niegas nada, significa que sí lo eres.

—Joder, Kota, cállate ya.

El muy maldito se ríe y empieza a molestarme con ridiculeces aún más estúpidas que el anterior.

Siendo sincero, ni siquiera yo sé que mierda soy. Probablemente podría definirme con "Bisexual". Pero a veces las chicas me cansan y me pone mucho más imaginarme a un chico que a una chica.

De igual modo, tampoco es que exista alguien que me llame tanto la atención como para querer ser algo más que un ligue de una noche.

Nah.

Mi vida está bien y perfecta.

Completamente norm...

—¡Inko Midoriya! ¡Dios mío! ¡No creí que volvería a verte! ¡Déjame abrazarte!

Mientras veo como la bruja abraza a una mujer que no sé quien mierda es, noto que hay un chico junto a ella.

Se ríe. Parece más risueño y relajado de lo que estaba cuando lo vi ayer. Es un aura completamente distinta.

Sin embargo, la pregunta más sensata que puedo hacerme ahora mismo es:

¿Por qué mierda tengo que volver a ver a este tipo, Izuku?

Clandestino (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora