Capítulo 17

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Izuku

Un ligero sonar de cuerdas estremece mi ser. La voz silbante de Kyoka inunda por completo mis sentidos, al mismo tiempo que escucho la combinación perfecta entre esa voz aguda con la de Katsuki.

Mi cuerpo se relaja mientras cierro mis ojos, disfrutando la melodía tranquilizante. Me gustaría que mamá pudiera escuchar a Katsuki cantar. Seguramente sería su fan número uno.

-Deberías ir con él, hijo -sugirió horas atrás, sonriendo mientras le daba de comer a Nejire el alimento del hospital-. No has tenido un momento de descanso hace días. Nejire está mejor y hoy me siento lo suficientemente bien como para cuidar a Nejire y a Eri.

-Podemos cuidarlas juntos... -intenté decir, pero rápidamente fui interrumpido por Katsuki.

-La vieja vendrá en unas horas. -Claramente su intención fue calmar mi ansiedad-. Tú y yo debemos ir al concierto. Kyoka quiere que conozcas a la banda. Apenas termine volveremos aquí.

Con mamá, Nejire y Katsuki insistiendo, me fue imposible negarme, razón por la cual estoy aquí, en un bar tranquilo, siendo parte del público mientras Katsuki y sus amigos deslumbran con su música.

La relajación se hizo presente, al igual que el cansancio.

Al presente, Nejire mejoró muchísimo. Gracias a la amabilidad de Katsuki, ella ha sido muy bien atendida. Sus heridas curaron y ya está pronto él día que le darán el alta.

Estoy mucho más calmado al saber que ese momento difícil para ella fue superado con mayor rapidez de la que esperaba y es claro que Katsuki ha tenido mucho que ver en ello. Si no hubiera sido por él, Nejire no habría mejorado tan rápido.

Estoy tan agradecido. Mi corazón late con tanta fuerza cuando soy consciente de lo amable, lo generoso que es con mi familia.

Lo juzgué tan indolente y hoy puedo decir que debajo de toda esa aura de chico malo, se encuentra un corazón bueno, valores que no cualquiera podría tener.

Al mirarlo mientras canta junto a su amiga, no puedo evitar recordar el consuelo que ha brindado a mi alma. Desde el accidente, no se ha separado de nosotros. Va a ver todos los días a Nejire, me acompaña a las peleas y me ha ayudado a cuidar a Eri.

Dios, realmente es un buen chico. Jamás pensé que podría llenarme con tanta dulzura. Ni mucho menos que pudiera agradarle el contacto físico como abrazos y cosas por el estilo.

Cada vez que sus brazos rodean mi cuerpo me siento tranquilo. Hay tanta paz que abunda en mi interior y estoy seguro que viene solo de él.

La paz que me da observarlo mientras estudia en mi casa, el calor que siento cuando me mira con sus ojos bermellón y sonríe ligeramente.

Incluso cuando discute y se enfada, me causa tanta gracia que no puedo evitar reírme y al mismo tiempo ganarme malas miradas suyas.

Katsuki es tan bueno.

Y yo estoy tan loco por pensar tanto en él.

Debo admitir que desde aquel día en el auto y ese beso inesperado, mi mente se ha encontrado vagando en demasiados pensamientos. Solo el día de la pelea lo hablamos y luego no se dijo nada más.

Pero, ¿qué podría decirse? Me besó, y ni siquiera fue un beso. Eso más bien fue un toque de su boca con la mía.

Y estaba ebrio.

¿Y si no estaba lo suficientemente ebrio? Lo recordó todo.

De igual modo, no creo que este bien. Mucho menos está bien como yo me siento.

Clandestino (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora