Capítulo 14

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Izuku

Realmente me perdí a mi mismo otra vez.

Cuando Tomura vino y me dijo que alguien habían asaltado y robado a Nejire cuando volvía de su turno en la práctica del instituto, todo se puso en blanco.

Alguien le había hecho daño a una de las personas que más me importan en mi vida. Nejire, que ocupa un puesto tan elevado como mamá, Eri y Ochako.

No me permitieron ir con ella, sin importar mi preocupación.

Ochako insistió en que iríamos luego, ya que ahora estaba siendo cuidada por su madre y también cuidaban a Eri y a mamá.

Porque ella sí piensa con la cabeza fría.

¿Me iba a ir sin importar la pelea en la que estoy para poder ganar el dinero del medicamento de mamá, con un obvio castigo por faltar al código de una pelea y, por si fuera poco, sin siquiera estar en mi sano juicio?

Es estúpido.

Soy estúpido.

Soy altamente estúpido por pensar que las podría proteger de todo. No estoy con mamá, Eri o Nejire todo el tiempo. Aquí las mujeres son símbolo de debilidad y placer. A nadie le importan. Las ven como objetos. No les interesa robarles, lastimarlas o tratarlas mal. Les da igual.

¿Por qué creí que con tan solo pelear ya podría protegerlas a todas?

Mamá habla de su muerte como si fuera algo que yo permitiría. Nejire salió lastimada y Eri aún sufre por el trauma que crearon en ella. ¿Qué puedo hacer yo por eso?

Ni siquiera estoy seguro de ganar esta pelea, porque Hitoshi Shinso, aquel que está enfrente de mi, claramente es mejor que yo y mi estúpida estrategia, causada por mi distracción y horrible concentración, de golpear antes.

Siento el golpe en mi mejilla. La sangre ya está en mi boca.

Él acaba de golpearme el rostro.

Mamá me verá y llorará, porque siempre lloraba cuando llegaba lastimado.

Porque es mi culpa.

¿Quiero estar aquí? No. No quiero seguir peleando. No quiero lastimar a este chico mientras tengo este estado.

No quiero dejar salir ni un poco de rabia o furia. Necesito mantenerme tranquilo.

No puedo ganar así.

Simplemente no puedo.

No cuando alguien de mi familia está en el hospital, con tres costillas rotas, una contusión en su cabeza y heridas menores en sus brazos, porque a algún subnormal se le ocurrió que estaría bien robarle, pegarle a una chica que no hace más que sonreírle a la vida. No cuando la mujer que considero una hermana más, sufrió porque no había nadie para cuidarla.

Está lastimada.

Mamá seguro debe estar llorando.

Eri debe estar asustada de ver tantos moretones.

La madre de Ochako no sabrá que hacer si la situación se sale de sus manos.

La mismas Ochako apenas puede fingir tranquilidad para no alterarme a mi.

Mientras escucho el grito de Denki por mi golpe, vuelvo a pensar en la misera vida que nos tocó vivir.

En otra situación, mamá estaría en un tratamiento realmente costoso pero efectivo. Nejire estaría estudiando en el mejor instituto superior de Japón y Eri no habría tenido que pasar por tanto sufrimiento.

Clandestino (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora