Aristóteles despertó a las 7, a pesar de que no había dormido casi nada, su madre lo había educado para que así fuera, ya que las labores del hogar se realizaban a esa hora para no molestar al Alfa, enseguida tomo ropa y se dio una ducha rápida, al salír se colocó una de sus muchas batas, y su lencería, también arregló su cabello y maquillo su rostro ligeramente, tenía que estar bonito a cada momento, cuando termino, Cuahutémoc aún estaba dormido, enseguida bajo corriendo a la cocina, empezando a preparar todo para su hombre, se encargaba de que todo estuviera perfecto, platos con distintas comidas eran colocadas en la mesa, sin embargo aún no terminaba, ahora tenía que hacer el almuerzo para el trabajo, no quería que su esposo, realmente se sentía bien al decirlo, una sonrisa boba se colocó en su rostro, tuviera hambre, así que enloqueció un poco, y le colocó tres comidas, muy bien servidas, dulces, bebidas y frituras, tenía que estar bien atendido, cuando termino de preparar todo, se fue a limpiar la cocina, y a lavar todo lo que había ocupado, colocó todo en su lugar, iba a continuar con sus labores, cuando sintió los brazos del castaño abrazarlo por detrás, sus mejillas enrojecieron, y su Omega ronroneaba gustoso, su lado lobuno estaba feliz, se dio la vuelta para ver a su Alfa, Cuahutémoc lo tomó del mentón, observándolo con cautela, era tan fácil de contentar, podía tratarlo como la mierda, golpearlo hasta el punto de casi matarlo, humillarlo frente a todos, usar su cuerpo para quitarse las ganas, y aún así, Aristóteles estaría como un idiota enamorado, corriendo tras de él, halagandolo y proclamándose como su pertenencia, porque el Omega era así, alguien dependiente dispuesto a todo por un poco de cariño, porque cuando estás necesitado de cariño aceptas cualquier cosa, Aristóteles era ingenuo, el muy astuto, Aristóteles era débil, el fuerte, Aristóteles no tenía autoestima, el tenía un gran ego, Aristóteles era todo lo que el no, no había cambiado, simplemente estaba confirmando lo que sabía, Aristóteles olvidaba todo con una simple acción, era tan manipulable, aveces odiaba lo ingenuo que podía llegar a ser, el rizado lo abrazó, dándole un corto beso, con el rostro chispeante, el sonrió levemente, lamiendo la marca, su parte lobuna reclamaba a su Omega, aún con todas las fallas del rizado, aún así era suyo.
Ambos desayunaron en tranquilidad, el ojimiel estaba satisfecho al notar que todo estaba impecable, comenzó diciéndole al Castañeda sus labores; Primero prepararía el desayuno y su comida para el trabajo y dejaría todo limpio, después lavaria los platos del desayuno, enseguida aspiraría la alfombra de la sala, y fregaria los pisos, luego pasaría a la habitación a tender la cama, e iría a lavar la ropa sucia, cuando terminara de tender, correría a la cocina a hacer la comida y el postre, después terminaría con sus labores pendientes, esa sería su rutina de todos los días, solo podía salír al patio, no hablaría con los vecinos, ni con nadie más que no tuviera la aprobación de su Alfa, había olvidado mencionar algo, estaría con cámaras de seguridad en todos los lugares y una puerta con una clave, esa sería su nueva vida, encargándose de toda su casa, y esperando a su Alfa, la única compañía que tendría serían sus cachorros, también podían visitarlo sus familiares, siempre y cuando cumpliera con sus responsabilidades, vio a su esposo con un traje, había sido contratado en una empresa, en el departamento de finanzas, el estaba tan orgulloso de el, Cuahutémoc siempre había sido muy listo, aveces deseaba ser un poco más como el, su Alfa se despidió y el lo veía desde la entrada, suspiró cerrando la puerta, empezó a hacer sus tareas, no quería que su Temo se molestará.
Un dependiente y un ególatra, no había pareja más perfecta...
×
×
×Hoy es uno de esos días, en los que me siento mal.
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̶M̶a̶l̶a̶ ̶E̶d̶u̶c̶a̶c̶i̶ó̶n̶⚡[RESUBIDA]
FanfictionCOMPLETA✔ Solo tenía que cumplir con seis reglas; 1- Obeder a su Alfa. 2- Encargarse de todas las labores domésticas. 3- No permitir que nadie más que su Alfa, lo toque. 4- no contradecir, ni cuestionar las decisiones de su Alfa. 5- Permanecer en s...