Cuauhtémoc lo había dejado solo en la habitación, no le era difícil saber que su Alfa ni siquiera quería verlo, seguía recordando su mirada, esa mirada llena de repulsión, enojo y celos, una mirada totalmente dominante, que lo hacia estremecer con tan solo recordarlo, una mirada fría e indiferente, que esperabas después de comportarte como una zorra?, asintió la voz de su cabeza tenia razón, frunció los labios aguantando las ganas de llorar, se había equivocado, todo esto era su culpa, no lograba hacer nada bien.
No debió haber olvidado activar los aspersores.
No.
No debió haber volteado a ver quien lo llamaba.
Jamás.
No debió haber echo enfadar a su Alfa.
Lo jodiste.
Tomo su ropa limpia y se metio a la ducha, fue muy cuidadoso a la hora de enjabonarse, sus heridas realmente dolían, se cambio rápidamente con una bata de seda hasta el piso, que cubría todo su cuerpo, bajo por la escalera hacia la cocina, dejo todo en la mesa y coloco todo en su lugar, esperaba que con esto su Alfa lograra perdonarlo, aunque sinceramente estaba perdiendo las esperanzas al sentarse y ver que su esposo no bajaba a cenar, suspiro caminando hacia la habitación, su respiración se agito al ver que no estaba ahí, se asusto aun mas al no encontrarlo por ningún lugar de la mansión, al bajar de nuevo lo observo sentado en la mesa, tenia ganas de preguntarle en donde había estado, pero sabia que no tenia ese derecho, un Omega no podía preguntarle eso a su Alfa, simplemente podía esperar a que su Alfa le contara por su propia cuenta, el no lo cuestionaría, solo seria bueno y sumiso, enseguida le sirvió la deliciosa comida, y algo para beber, era uno de sus platillos favoritos, ambos comenzaron a comer en silencio, cuando por fin Cuauhtémoc le dirigió una mirada, al escucharlo hablar.
- te gusto la cena? Alfa -pregunto con torpeza y timidez, esperaba que le contestara, aunque fuera grosero, prefería eso a que no le hablara, no importaba si lo insultaba, ya nada importaba, ni siquiera la dignidad que se suponía cada ser humano debía tener, Aristoteles ya no tenia eso desde hace tiempo-
- sabe bien, creo que es lo que menos arruinaste este día, pero para que lo sepas no vas a arreglar tu falta, con un platillo, ese Alfa no puede estar interfiriendo entre nosotros, asi que lo mejor será que arregles las cosas, de lo contrario, tus maletas ya están empacadas y si para mañana en la noche no solucionaste el problema, te largas de mi casa -dijo con severidad y los ojos llenos de rojo, ya no brillaban mas, simplemente estaban amenazantes en forma de pelea, su lobo ya casi ni reconocía a su Omega-
Un día nuevo empezaba, Aristoteles estaba en el jardín arreglando unas flores, con una vestimenta larga, dándole la espalda a la casa de su vecino, no quería mas problemas con su Alfa, escucho una voz a sus espaldas.
- quería disculparme con usted...
Sus ojos se encendieron furiosamente en un rojo intenso, sus facciones se oscurecieron, a la vez que sus colmillos salían...
" Es mi castigo por hablarle a Omegas reclamados"
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(≧◡≦) ♡ jsjsjsjs lo hice.
Hola luces!
Les adelanté este pequeño capítulo, para que no se desesperen, les informo que al fin tengo mi celular 😍
Espero que me hayan extrañado tanto como yo, les agradezco todo el tiempo que me esperaron, los amo muchísimo 🥺
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⚡PRIMEROS EN VOTAR⚡
Recuerden que yo estoy orgullosa de cada unx de ustedes❤
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̶M̶a̶l̶a̶ ̶E̶d̶u̶c̶a̶c̶i̶ó̶n̶⚡[RESUBIDA]
FanfictionCOMPLETA✔ Solo tenía que cumplir con seis reglas; 1- Obeder a su Alfa. 2- Encargarse de todas las labores domésticas. 3- No permitir que nadie más que su Alfa, lo toque. 4- no contradecir, ni cuestionar las decisiones de su Alfa. 5- Permanecer en s...